1. Los compañeros estudiantes del Yo soy 132, cuyo surgimiento público
fue el 11 de mayo pasado, no son políticos duros o dogmáticos; son por
el contrario muy abiertos a la plática y la entrevista; aunque, como
es obvio, no son liberales para la comunicación de acuerdos internos
que toman en sus reuniones diarias en el propio campamento. Desde el
pasado 22 de junio los puede uno encontrar plantados bajo el Monumento
de la Revolución las 24 horas del día; allí están todas las guardias
en turno que se reúnen por lo menos dos veces al día: por la mañana
para discusiones internas y por la tarde para todo el público. También
han dispuesto una cocina-comedor que se abastece con dinero de boteo y
donaciones de mercancía y un lugar reservado para unas 20 casas de
campaña en la que descansan todas las noches más de 50 compañeros.
2. Para mantener la presencia de cientos, incluso miles de estudiantes
pendiente de las actividades de los estudiantes en lucha, después de
cada manifestación se realizan mesas de trabajo y asambleas de
información. En cada una de ellas se les pide a los asistentes hacer
asambleas en sus colonias o barrios para informar de la situación
política del país, del desempleo y la miseria de la mayoría de la
población, de los planteamientos del Yo soy 132 con relación al
proceso electoral del 1 de julio, del papel manipulador de los medios
de información y sus objetivos de imponer en la Presidencia –junto al
PRI- a Enrique Peña Nieto. Las comisiones que se designan para
vigilancia, alimentación y limpieza son de carácter rotativo, así como
las que cada noche ejercen las guardias quedándose a dormir o
descansar.
3. Ayer, después de la marcha de aproximadamente 50 mil estudiantes,
así con de otras cantidades de electricistas, maestros, homosexuales y
demás, se organizó una tocada y bailada en el Monumento en la que
estuvo presente el rocanrrol, el rocanbili, el regué y demás ritmos.
La lluvia de las 18 horas dispersó al personal que nuevamente se
reunió el lunes por la mañana para organizar intercambio de libros
entre infantes de primaria, proyección de documentales y pequeños
círculos de discusión. En ese momento pude observar una discusión a
partir de las quejas salariales de algunos policías que decía que “el
gobierno es bueno para exigir horarios y trabajo sacrificado mientras
los salarios no alcanzan ni los 100 pesos diarios”. Parece que el
monumento de la Revolución se ha convertido en un centro de quejas de
la gente jodida.
4. Yo no sé si Televisa y demás medios, el PRI, los empresarios y el
clero, logren imponer a Peña Nieto en la Presidencia; no se si la
estrategia de López Obrador –quien ha entregado decenas de miles de
pruebas del gigantesco fraude electoral- logre la invalidez de las
elecciones; pero de lo que estoy seguro es que el movimiento social de
repudio al PRI, al PAN, también el PRD, ha crecido y ahora nuestra
tarea es consolidar esa fuerza. Más de la mitad de los electores del
país no quiere a Peña Nieto y más de 15 millones de electores lo
repudian. Pienso que el odio hacia los gobiernos del PRI y del PAN ha
crecido y, de carambola, también está contra el comportamiento del PRD
que crece aceleradamente con los vicios y corrupciones de sus
antecesores. Por ello el Yo soy 132 por un lado, y López Obrador, por
otro, tienen una enorme responsabilidad en el triunfo de esta lucha.
5. AMLO tiene mucho temor a las movilizaciones de masas y los bloqueos
porque en 2006 fueron usados por los medios de información y por los
empresarios para desprestigiarlo; además que con ellos no logró el
recuento de los votos que en esos momentos eran indispensables para
demostrar su triunfo. Pero hoy las movilizaciones se requieren mucho
más porque la compra de votos es evidente y brutal y las autoridades
electorales apenas quieren castigar al PRI con multas pero después de
reconocer a Peña. Parece que los estudiantes del Yo soy 132, junto con
la CNTE, los electricistas y los campesinos de Atenco, pueden tomar la
vanguardia de las movilizaciones porque AMLO ha dicho que hay
oportunidad hasta el 6 de septiembre y esa espera puede ser muy
peligrosa. Pero una vez que el IFE reconozca a Peña será otra cosa:
será ya inmovible y podrá planear la represión.
6. Pienso que nos “estamos durmiendo en nuestros laureles” o haciendo
actividades de entretenimiento. ¿O acaso López Obrador no llama a las
protestas en las calles para que Televisa y los demás no sigan
tratándolo mal y guardarse para su candidatura de los próximos seis
años? Pienso que la honestidad y AMLO está fuera de duda, pero en
política la decencia, la limpieza, la honradez, no son armas
esenciales para derrotar a los malosos, a los corruptos y a los
estrategas del capitalismo. Parece urgente establecer un campamento de
coordinación de acciones en el Zócalo, tal como el que tienen los
jóvenes del 132 en el Monumento a la Revolución. Es necesario que
MORENA, los partidos y demás organizaciones comiencen con las tomas de
carreteras, instituciones, bancos y avenidas-crucero claves. Sólo así
nos escucharán.
7. ¿O acaso estamos jugando a la política electorera que hemos vivido
durante 100 años? El desempleo, la miseria, la inseguridad, la
migración, la salud y la educación, son problemas reales que de
continuar pueden acabar con el país. Deseo que ese descontento se
transforme en rebelión o en revolución para cambiar de raíz las cosas;
pero hay asuntos peores: que los pobres y miserables (Más del 60 por
ciento del país) comiencen a morir por inanición o comiencen a
suicidarse por no encontrar salida para ellos y sus familiares. Urge
una buena salida y la única inmediata (aunque reformista) es que se
invalide la elección, se realice una nueva sin compra de votos y se
instale un gobierno absolutamente vigilado por las organizaciones
independientes despueblo. Lo demás es sentarnos a esperar que pase lo
que pase.
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pedroe@cablered.net.mx