Fueron dos gestas titánicas y heroicas las que libró Venezuela en tiempos muy recientes, casi simultáneamente, con muy pocas hora de diferencias: entrar al MERCOSUR y lograr una medalla de oro en las olimpiadas de Londres 2012. Una liderada por el Presidente de la República, Hugo Chávez Frías. La otra por el espadachín venezolano Rubén Grimaldo Gascón. Medalla de oro que premió al esfuerzo de metas trazadas, objetivos cumplidos, capacidad para hacer las cosas, fuerza y coraje. En ambos casos son miles las vicisitudes y dificultades que hubo que vencer. Hubo que luchar contra los intereses de otros, contra oponentes de diversas categorías.
El ingreso de Venezuela al MERCOSUR, es un gran triunfo de la política exterior del país. Se pudo ingresar, después de tantos de debates internacionales, de constancia política, a este macro sistema geopolítico y de integración, que como lo señaló la Presidenta del Brasil, la entrada de Venezuela al MERCOSUR convierte a este bloque de países que lo integran en la quinta economía más poderosa del mundo. Pero fueron muchas los esfuerzos hechos para lograrlo.
Uno, luchar contra los poderosos intereses políticos-económicos internos en Venezuela, que se oponen, por oponerse, a cualquier cosa que intente el gobierno nacional, a cualquier movimiento que haga Chávez. Otro, luchar contra los mismos intereses políticos-económicos de la derecha paraguaya, enquistada en el senado de ese país, inoculada por el imperialismo yanqui y por el sector enfermizo y disociado de Venezuela. Imposible de olvidar a los que dan zancadillas, a los apátridas, como fue el caso, por ejemplo, de Antonio Ledezma en su visita a los países del MERCOSUR, donde hábilmente dejaba entrever que Chávez representaba una amenaza para la región y que el ingreso de Venezuela al MERCOSUR debería ser condicionado.
Todavía se recuerda con pena ajena la postura de los enfermizos y enfermados de GLOBOVISIÓN, todos en contra de los intereses venezolanos, todos en contra del ingreso de Venezuela al MERCOSUR. En efecto, los afamados Julio César Pineda y Carlos Romero, señalaron, con intentos de descargar malos presagios, que Venezuela estaba entrando al MERCOSUR por la puerta de atrás. Les dolía mucho, a ellos y a otros tantos de la misma línea, el logro patrio. Intentaban, con estas posturas, descalificar, ipso facto, la eficiencia de la política diplomática del gobierno nacional.
Ironías también se observaron con este logro de Venezuela. Los empresarios de FEDECAMARAS, quienes, tal vez, sean los que al final van a obtener pingües ganancias de esta integración, señalaron, cual golpistas-opositores, que el MERCOSUR era “un dolor de cabeza más”. Bueno, la verdad sea dicha, tal vez después de analizar con los bolsillos el ingreso al MERCOSUR ahora, con habilidad mediática, están deslizando tímidas pero interesadas opiniones favorables. Claro están entrampados entre reconocer el triunfo diplomático de Venezuela y las ganancias monetarias que ellos van a recibir, lo cual política y electoralmente favorecería a Chávez, y la postura política-opositora-golpista que los identifica a favor del candidato de la MUD.
Tal vez el resultado obtenido por el patriota Ruben Grimaldo en Londres, con su espada de oro, son esas casualidades del mundo, coincidencias históricas, pero que nos recuerdan la alegoría de la bellísima imagen del mapa de Suramérica con Bolívar a caballo blandiendo su espada. Igual, el canto guerrero del chavismo: ¡Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina!. Grimaldo oro en reconocimiento a su capacidad de lucha y tenacidad, al esfuerzo y la constancia. Orgullo venezolano. Venezuela en el MERCOSUR oro al esfuerzo del gobierno bolivariano y revolucionario por querer estar más integrados, más unidos en América Latina, sueño dorado de nuestro Libertador. Felicitaciones a ambos. ¡!Que viva Venezuela carajo!!
(*) Profesor Titular ULA
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