Los sucesos que se vienen dando en el mundo parecieran indicar que vivimos en una hipnosis colectiva, el mundo que día a día creemos conocer, no es tan cierto como parece. Vivimos una mentira generalizada, donde todos sus actores hacen su aporte, mediante el autoconvencimiento de que las cosas son como nos dicen y no como las vemos.
Hay fuerzas que parecieran inexistentes, pero que lo determinan todo. Algunas veces a través de la seducción y otras a través de la fuerza bruta. Pero siempre imponen sus deseos.
¿Quién sabe a ciencia cierta qué ocurrió el 11 de Septiembre con las torres gemelas?. Las distintas versiones surgidas desde el corazón del Imperio, parecieran indicar que lo sucedido allí, como en otros casos, es un secreto corporativo.
El capitalismo mundial y su máxima expresión en el mundo, se encuentran en plena crisis y por su puesto su ferocidad ha aumentado exponencialmente. Esta bestia herida, haciendo uso de sus amplias capacidades en montar escenarios, se ha lanzado en búsqueda de los recursos que le permitan su subsistencia, arrasando de una forma rapaz, con países enteros a su paso. Utilizando como pantalla, la supuesta seguridad de civiles y el resguardo de las democracias, ha intensificado su acostumbrado saqueo mundial.
Amparados en resoluciones de Organismos Multilaterales, sustentadas en manipulaciones y mentiras, han clavado sus colmillos en la yugular de naciones indefensas.
Tanto en Irak como en Afganistán, dieron inicio a una guerra civil, a la cual no se le prevé término en el futuro. En Libia, destruyeron a una de las naciones con mejor calidad de vida para sus pobladores. En estos tres países, al contrario de lo que dice la propaganda del capital, sus sociedades han retrocedido impresionantemente, resultando pocos los sitios donde se puedan experimentar momentos de paz.
En lo que si coinciden estas tres naciones, es que han entrado a formar parte de las venas y arterias del capital mundial, ya que desde su subsuelo, se inyectan los nuevos fluidos que le permiten revivir. Recientemente llegaron a Libia 12.000 marines para garantizar el resguardo de los pozos petroleros, no de la población civil. Han convertido países enteros en infiernos, solo para robar sus recursos.
Mas allá de lo que expresan, pareciera que el bloque Europeo y el Imperio Yanki, arremeten contra una nación, tomando en cuenta si es aliado o no, si cuenta con recursos preciados y si les permite mejorar sus posiciones geoestratégicas, en contra de sus enemigos potenciales. Aprovechan las protestas que se vienen dando en el medio oriente, para avanzar en su tablero mundial. En muchas ocasiones agudizando los conflictos e incorporando de manera oculta actores foráneos que creen las condiciones para la intervención.
Actualmente desarrollan su hipnosis colectiva, para dar inicio al saqueo de Siria e Irán. Para ello, han dispuesto nuevamente de todo su poder mediático, buscando crear las condiciones para el convencimiento.
¿Si les interesa tanto las sociedades civiles del mundo, por qué no hacen algo por los pobladores de Haití, o por los países Africanos donde falta la comida? Simplemente porque allí no hay nada que llevar. ¿Es el mismo trato el dado a Libia y ahora a Siria, al que dieron a Egipto y Yemen? El cinismo es lo que los caracteriza.
En nuestro país recientemente lograron introducir un grupo de paramilitares, similares a los que insertaron en Libia, también en Siria. El mismo formato del terror. Solo que fueron detectados con precisión y oportunidad. No descansan en su búsqueda por logran su transfusión desde nuestro Suelo Patrio.
Lcdo.
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM