El nuevo triunfo del presidente Rafael Correa en Ecuador en las elecciones presidenciales del pasado domingo 17 de febrero, ponen de relieve un fenómeno sociopolítico que día a día se fortalece en la región y que no es otro que la recuperación de la confianza en los organismos electorales por parte del pueblo, tan desprestigiados como estuvieron en el pasado reciente al ser secuestrados por élites que pretendieron legitimarse a punta de fraudes electorales y desconociendo la voluntad popular mayoritaria.
Ha sido Venezuela la pionera en este proceso de recuperación de la transparencia en el manejo de los resultados electorales, tanto, que incluso ha llevado al ex presidente norteamericano Jimmy Carter a calificarlo a nuestro sistema electoral en varias oportunidades como uno de los más confiables del mundo en la actualidad, lo que le ha valido ser invitado permanente a distintos procesos electorales en el mundo a poner su experiencia a la orden.
Un ejemplo reciente de esta realidad predominante hoy, son las recientes elecciones regionales en Venezuela, donde el ex candidato presidencial derechista Henrique Capriles Radonski, dos meses después de haber sido derrotado por el presidente Hugo Chávez, no sólo fue reelecto como gobernador en el estado Miranda sino que además nadie puso en duda su triunfo no obstante haber obtenido una ventaja pírrica de tres o cuatro puntos sobre el candidato bolivariano Elías Jaua, hoy canciller del nuevo gobierno del presaidente Chávez, mucho menos los resultados ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral.
No podríamos decir nada determinante al respecto, pero todo indica que es en el campo de la transparencia en procesos electorales donde los pueblos que aspiran cambios a favor de las grandes mayorías, se juegan hoy el todo por el todo. Y ello parece confirmarlo la información que nos llega desde Ecuador, cuyo organismo electoral habría contratado un prestigioso ex "hacker" estadounidense, Kevin Mitnick, experto en seguridad y blindaje informático, previéndose un ataque cibernetíco a subase de datos.
Por otro parte, es pública y notoria desde hace ya más de una década la estrategia de la derecha internacional, con el Pentágono a la cabeza, para desprestigiar los organismos electorales de los países donde ha sido derrotada la hegemonía de derecha por proyectos progresistas y / o de izquierda. Hablamos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Irán e incluso la misma Rusia.
Ello, incluso, a pesar de poderosas campañas mediáticas de desprestigio contra los organismos electorales de estos países. El desespero, sobre todo, de las élites imperialistas estadounidenses al perder su dominio político-económico y de control sobre materiás primas estratégicas para su economía, en especial el petróleo, las ha llevado a diseñar una estrategia que persigue legitimar, por encima de los poderes electorales de los países ya mencionados, a supuestas "ong´s imparciales", inaugurándose en Venezuela con la tristemente organización "Súmate", cuya cabeza más visible fue la hoy diputada de derecha extrema María Corina Machado, secundada por el ingeniero con denuncias de estafa inmobiliaria, Alejandro Plaz.
De igual forma, en el Pentágono, actualmente manejan la tesis, según dicen creada por Hillary Clinton, que antes de reconocer la legitimidad electoral donde triunfan, o se reeligen, candidatos que se enfrentan a la hegemonía estadounidense, le prestan mas atención a supuestos estudios imparciales de opinión pública, o empresas encuestadoras que por lo general presentan informes donde aquellos pierden en la mayoría de los tópicos considerados, sobre todo con los que tienen que ver con el respeto a las libertades civiles y los derechos humanos. Pero como es sabido, dichas empresas de opinión reciben, al igual que sectores de oposición de derecha, financiamiento de agencias estadounidenses para la desestabilización, como la USAID, la NED y otras.
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