El próximo 18 de Julio Nelson Mandela cumplirá 95 años de edad.
Hace una semana conversaba en el desayuno con mi madre sobre su convalecencia y le decía mi apreciación sobre su deseo de sobrevivir hasta su cumpleaños. América me decía que él no podía saber la fecha actual en su condición de salud a lo que le respondí que un ser enorme y grande que pasó 27 años encarcelado debe saber contar los días de memoria, consciente o inconscientemente, debe tener un dominio de la paciencia superior al de cualquier otro ser humano.
Cada día que pasa, creo que yo tengo la razón.
Con la calma de su sabiduría van pasando los días y apenas si faltan 13 días para su onomástico.
¿Qué nos queda a quienes le queremos y a quienes nos duele perder otro gigante?
Venerarlo en lo que reste de su vida, acompañarlo y despedirlo con cantos, con rezos o con poesías, con la lucha viva de quienes vamos a seguir a cargo del destino del mundo, con el compromiso de seguir su ejemplo.
Toda la vida esperó la libertad de África y la obtuvo. Hoy quizá está esperando la alegría de compartir en vida sus 95 años con su pueblo, como regalo y lección de que todo es posible lograrlo con la fuerza gigante de la constancia, con la perseverancia cotidiana y el amor a lo que se sueña.
Cumpla o no su fecha natal junto a la humanidad en vida, ¡ya la humanidad le garantiza un hermoso lugar en la memoria eterna de los pueblos!
¡Gloria a Nelson Mandela!
¡Viviremos y Venceremos!
