Desde que el Estado es Estado existe como aparato de represión al servicio de las clases dominantes para perpetuar el modo de producción que las sustenta, esa represión adquiere las más variadas formas, que pueden ir desde la más sutil sugerencia hasta la más brutal de las imposiciones. Ambas persiguen el mismo fin: mantener a los individuos que conforman las clases dominadas dentro de las normas sociales que hacen posible tal sociedad, y cuando alguno de ellos transgrede esas normas, se disparan todos los mecanismos de “autocontrol” social. Una de esas normas, que al romperse más roncha levanta en una sociedad capitalista –dada su naturaleza compulsivamente patriarcal y misógina-, es la referente al sexo. Es lo que ha sucedido con el caso del soldado Bradley Manning.
La decisión de Bradley de llamarse en adelante Chelsea y demandar del gobierno de los Estados Unidos el tratamiento y operación conducentes para transformarse en mujer, parece ser (de acuerdo a la información que nos trae la prensa internacional), una decisión muy personal que ha sorprendido al mundo entero, no así al gobierno gringo para elque Manning dejo de ser un enigma desde el momento en que el mismo soldado lo puso al tanto del “problema” que tenía. Pasará algún tiempo para saber si su determinación de cambio de sexo ha sido influenciada por terceros; en que forma ayuda a la estrategia de la defensa y cómo este nuevocondimento adereza el plato de la conspiración internacional, con CIA, documentos clasificados, WikiLeaks, espionaje, Assange, guerras y demás hierbas.
Lo que no deja de llamar la atención son los paralelismos que se establecen entre este caso de BradleyManning y el de Alan Turing aun considerando las distancias de tiempo y lugar, así como también los procedimientos y maneras coercitivas, más allá de la terminación en ing de ambos apellidos, área de competencia, reclusión, sometimiento al escarnio público –y esperamos, no iguales consecuencias últimas- etc., son ambos víctimas de un sistema demoledor de individuos transgresores del “normal” comportamiento sexual, personas mal vistas por una sociedad que sustenta en la heterosexualidad y la monogamia la moralidad gazmoña de la burguesía real y de todos los que la adulan.
Alan Turing, de apacible carácter y buen humor, pero introvertido, llamado “el Profe” por sus discípulos y compañeros de trabajo, fue un brillantematemático, científico de la computación y filósofo ingles que llego a prestarle un valioso servicio a su patria, asediada por Hitler, ayudando a descifrar los códigos utilizados por los nazis con la famosa máquina Enigma y ayudar así a los aliados a anticipar los ataques alemanes para lograr la victoria en la llamada II Guerra Mundial. Estudioso de la incipiente ciencia de la informática (de la que se considera el padre) y de la cibernética realizó importantes aportes a la comprensión y desarrollo de máquinas de cálculo avanzado e inteligentes. Pero todo esto tenía poco peso para un Estado con tales prejuicios que ve como una aberración la homosexualidad.
Sí, Alan Turing era homosexual y por tal “delito” fue procesado, recluido y sometido a la castración química: una terapia hormonal que terminó deformándolo físicamente. Obeso, impotente y con senos, terminó sus días a la edad de 41 años envenenado al comerse una manzana contaminada con cianuro. En pleno proceso de tratamiento hormonal, preocupado por la suerte de su legado intelectual y los prejuicios en contra de su persona, escribe una carta a un amigo donde plantea un falso silogismo, por lo demás inquietante:
- Turing cree que las máquinas piensan
- Turing yace con hombres
- Luego las máquinas no piensan
Al volver al tema que motiva este artículo, las preguntas se ven multiplicadas y nuestra suspicacia se potencia, ¿quién es verdaderamente Bradley, ahora Chelsea Manning? ¿qué papel la han puesto a jugar en el entramado de la geopolítica mundial? ¿Cuál es la relación verdadera con Julián Assange ySnowden? ¿y la CIA? ¿es un héroe Bradley que desnudó las tropelías del imperio? O por el contrario Chelsea es una traidora a su patria por revelar documentos al enemigo. En este caso quién es el enemigo, los rusos acaso, los iraníes o el mundo entero quizá. Más arriba señalábamos lo sutil que puede ser la represión del Estado, incluso con efectos a largo plazo pero tan efectivos como los inmediatos, esperemos que Chelsea no sea un recurso para plantearnos un falso silogismo nuevo:
- Bradley pasa información a WikiLeaks
- Bradley ahora no es hombre
- Luego las informaciones son falsas.
En nuestra sociedad no tiene el mismo peso una denuncia hecha por un hombre que la misma denuncia formulada por una mujer que de hecho se ve minimizada y frágil en contraste con los gorilas que la rodean. Me pregunto si en adelante los documentos que devele WikiLeaks tengan el mismo efecto en la conciencia mundial que los expuestos hasta ahora. Incluso si los hasta ahora develados no correrán la suerte de desdibujarse por el olvido al que se someten las cosas sin importancia y con la sospecha de haber sido noticias con las que alguna vez nos engañaron.
Saludos a todos
Jutor2000@gmail.com