Un destacado diplomático llega a la conflictiva región de la República Siria e inmediatamente me trasmite sus impresiones. La situación es dura, de alta diplomacia. Las delicadas piezas del ajedrez comienzan a moverse en esta nueva y delicada etapa de post—guerra.
La situación en Siria quedará ejecutada desde dos ámbitos: el internacional y el interno. Luego de la aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU donde se da autorización para verificar y destruir las armas químicas que posee Damasco, —todas para la defensa de su soberanía— pues todas idea de invasión o ataque bélico ha bajado considerablemente.
Dentro de esto, veremos la muy terrible situación económica arrastrada por los EE.UU. Mientras, desde el Asia Septentrional: Rusia, están desmontados todos los planes y matrices construidas contra Siria. Todo se da en medio de organismos internacionales que intentan con sus países y las amenazas de sus tropas, cumplir las resoluciones mas infames y abusivas de este nuevo siglo.
Actualmente el debate está centrado a dos puntos: desarme y destrucción de armas químicas. La realización de la Cumbre Ginebra II tratará este delicado caso, uno de los más álgidos actualmente sobre el planeta, donde tal vez se busque convenir un pacto entre gobierno y oposición. La mesa de la discusión está servida.
Todo indica que podría permitirse de parte y parte la construcción de una administración conjunta. En el ámbito interno, —en el de la guerra— esta lo económico. Puede afirmarse que sus finanzas están en terapia intensiva, no mas la inflación ha sobrepasado del 300%.
La devaluación monetaria superó el 120%. Las industrias petroleras y turísticas proveedores de divisas al país, están en cero. Más del 60% de las industrias han cerrado, las reservas de divisas están en cero. La agricultura está paralizada en gran parte de todo el país. La producción de trigo se ha reducido en un 50%.
La infraestructura de ciudades como Alepo, Raqqa, Del El Ezzor, Idleb, técnicamente están destruidas en un 70%. Los productos alimenticios no están llegando al interior de las ciudades, el gas y la gasolina han aumentado el doble y se proporciona racionadamente.
Sin embargo, debe señalarse que durante las últimas semanas (septiembre 2013), grupos de mercenarios autodenominados El Frente Islámico de Irak, el Levante y Al—Nusra, ambos miembros de la mayor corporación terrorista mundial, Al—Qaeda, han desplazado en el terreno al Ejército Libre de Siria, tanto así, que la última semana de septiembre 2012, unos 50 grupos de mercenarios se juntaron y conformaron El Ejército del Islam, del cual no forma parte el Ejército Libre de Siria.
Esto ha traído entre ellos combates, todo por dominios territoriales al norte de Siria. El nuevo Ejército del Islam no reconocen a la coalición opositora Siria en el extranjero ni al Ejército Libre de Siria, recordemos que esta coalición opositora y el propio Ejército Libre sirios, fueron fundadas desde occidente.
Todo esto pasa por el financiamiento desde Occidente. Les invierten en sueldos, viajes, armas y contratos para sus mercenarios, aparte de inmunidad mundial. En cuanto al Ejército del Islam, son financiados principalmente desde la petromonarquía de Arabia Saudita, país miembro de la OPEP. Está pugna entre los dos Ejércitos mercenarios los ha llevado a enfrentamientos por posicionamientos en territorios conquistados al norte en todo lo que corresponde a la frontera con Turquía.
A parte de estos pugnas, también existe otro conflicto armado, pero de los dos ejércitos de mercenarios, esta vez en contra de los kurdos de Siria, quienes están recibiendo apoyo del PKK de Kurdistán para resistir y no dejar que los expulsen de sus tierras. Asimismo, están los otros grupos mercenarios financiados desde Kuwait, también país OPEP, quienes se han unido a la lucha, pero no obedecen al Ejército del Islán ni al Ejército de Siria.
Esto quiere decir, a grosso modo, que en la actualidad existe un enfrentamiento armado entre los mismos grupos de mercenarios por el dominio territorial, esto con el fin —pensando en el futuro inmediato— de ayudar a occidente desde el brutal financiamiento de las petromonarquías del golfo Pérsico, donde se crea un fuertísimo Estado Islámico al norte de Siria. El choque armado que existe entre estos dos ejércitos de mercenarios, también es un enfrentamiento entre occidente y las monarquías del golfo Pérsico.
Mientras todo eso sucede, el Ejército Árabe de Siria encabezado por el presidente Bashar al—Assad realiza grandes operaciones en todo el territorio para recuperar sus territorios perdidos y de esta manera llegar a la cumbre de Ginebra II, fortalecidos, tanto en el ámbito internacional como interno, para poder negociar. Aquí se ingiere la geopolítica militar.
Mientras que en las últimas semanas de septiembre 2009, el Ejército árabe de Siria ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad en Damasco, reduciendo drásticamente los atentados con carros bombas o suicidas yihadistas.
Las acciones armadas entre el Ejército árabe y los mercenarios, cada día están más lejos de las periferias de Damasco. Sin embargo, según mi percepción, este conflicto armado se extenderá por varios años más.
En un caso hipotético que llegasen a derrocar al presidente Bashar Al—Assad, la situación empeorará peor que los estilos de Irak y Libia. El gobierno de Bashar Al—Assad es garantía de cohesión en gobierno y el ejército árabe, que durante estos dos años y medio de guerra han resistido todo tipo de ataques sin poderlos fragmentar, es la seguridad de la paz, dentro de sus fronteras y mas allá de ellas a pesar de la guerra, recuerden su anterior presencia y estabilidad en el Líbano