La más reciente controversia económica del viejo y desgastado mundo, tiene que ver con los descubrimientos anunciados por Thomas Piketty, en su libro El Capital del Siglo XXI, de próxima aparición en el Fondo de Cultura Económica.
La diatriba pública que ha generado el texto del economista francés, se parece mucho a la polémica de hace unos años atrás cuando los académicos europeos descubrieron a Karl Marx, y su visión sobre la crisis del sistema capitalista.
Hoy la intelligence francesa, sin ningún tipo de rubor, plantea una discusión tan bizantina como la controversia entre socialismo y capitalismo, con la diferencia que la de ahora es impulsada por un socialdemócrata, especie de niño mimado de los círculos parisinos, que estadísticamente comprueba una de las verdades que desde hace años han venido anunciando los teóricos del comunismo.
En el libro el Capital del Siglo XXI, ampliamente celebrado y recomendado por algunos estudiosos y Teólogos venezolanos, Piketty, famoso por sus investigaciones sobre las desigualdades económicas, comprueba a través de una cantidad de datos numéricos, la concentración de la riqueza, y demuestra a través de cifras que existe lo que puede denominarse una híper concentración de la renta, en manos de unas pocas familias cerca del 1%, que reciben sin trabajar y sin producir un alto porcentaje del dinero que se genera en el mundo.
La gran controversia de moda entre la clase académica de Europa, no es por los millones de niños que producto de las desigualdades económicas mueren sin llegar a cumplir cinco años de edad, ni por el hambre que mata a millones de seres humanos en África, continente saqueado y destruido por esa élite que hoy se pone los dedos en la cara con horror ante los señalamientos de una investigación de más de quince años.
La polémica se forja porque las aseveraciones del libro el Capital del Siglo XXI, destrozan el principio fundamental por el cual se ha regido el mundo del capitalismo: el de la libre competencia, se demuestra que es más importante ser hijo de una honorable familia dueña de rentas que tener talento, trabajar con creatividad, esfuerzo y voluntad.
Sin ser un hereje de izquierda los planteamientos del nuevo economista de moda, se aproximan y se topan en muchas calzadas con dos de los principios fundacionales del marxismo: el papel que juegan los medios de producción, y el carácter del metabolismo auto destructivo del capitalismo como modelo económico, sino se regula la distribución de la renta.
El Capitalismo del Siglo XXI es un trabajo interesante y de mucho merito que descubre a través de un periodo histórico de más de doscientos cincuenta años el carácter voraz de la acumulación de Capital, y demuestra con cifras que cuando la tasa de crecimiento del capital se incrementa más rápido que el crecimiento de la economía, las desigualdades económicas se disparan, y todo el modelo entra en crisis.
Sin embargo Piketty no ha dicho ninguna verdad que los profetas del reino de la otra orilla como lo describe Julio Cortázar, no hayan anunciado, y que la historia más reciente no haya comprobado. Un estudio científico de New Scientist, basado en una investigación con un programa de computación, y utilizando una base de datos de 37 millones de empresas e inversionistas del mundo, se descubrió que 43060 empresas están vinculadas entre sí a través de la participación accionaria. 1318 empresas se vinculan en promedio a 20, y aunque representan el 20% de los ingresos globales, son dueñas de más del 60% de las empresas manufactureras del mundo, pero la sorpresa fue aún mayor cuando descubrieron que solo 147 empresas más estrechamente vinculadas controlan la economía mundial en su mayoría bancos e instituciones financieras. Comme un bon ami Thomas Piketty dirait en uno de sus célebres artículos en el Financial Times: “Hay que salvar al capitalismo de manos de los capitalistas”.