Desde 2008 me pregunto qué persigue el sionismo en Gaza. Observemos qué obtiene para indagar qué persigue. En 2008-9 perdió ignominiosamente, sin recibir un tiro. El costo es incongruente con lo que logra: destruir gente, sobre todo niños, viviendas, hospitales, mezquitas, escuelas, sus blancos preferidos. Gastar armas lucra al Complejo Industrial Militar gringo. Pero hay un coste que no es proporcional. Su desprestigio avanza a zancadas de gigante mientras la represión de los militantes de Hamás repta como lombriz. Se desacopló la ecuación perversa sionismo = judaísmo. El judaísmo es al sionismo lo que Alemania al nazismo y EUA a la CIA. Nada que ver. Shoah o שואה significa ‘catástrofe’ en hebreo y así se nombra también el Holocausto.
Lo que el sionismo busca es esa imagen de genocida, que objetivamente le luce positiva. El sionismo es tan desproporcionada y devastadoramente terrorista que las acciones de Hamás ni se ven fuera de Israel.
¿Para qué asesinar niños? ¿Por qué hay sionistas que promueven asesinar palestinas encintas para optimizar el crimen? ¿Por qué una diputada sionista encomia la muerte de palestinas para que no procreen? ¿Había terroristas en el hospital y la escuela de la ONU destruidos? ¿Para qué bombardear la única planta eléctrica? Todo eso pasó, no invento. Lo evoco para señalar su congruencia con lo que se está perpetrando: desmoralizar la cultura musulmana, proyecto similar al del Imperio Español, que arrollaba las culturas indígenas con gente y todo. Hay imperios peores, como el británico, que ni consintió el mestizaje que toleró el español y por eso en Latinoamérica gozamos esta cultura variopinta, siéntela. O el Imperio Belga, que por ahí cuentan que fue el más brutal, el más mentecato. No sé. Los varios imperios me lucen el mismo musiú con diferente cachimbo.
Como el sionismo, empeñado en ser el peor, en menor escala, pero porque no puede ser mayor. El Mossad, la CIA sionista, se mete hasta en la masacre de Llaguno, al menos así lo quiere aparentar el mismo sionismo. En todo caso debe preguntársele a Antonio Ledezma, tan entusiasta en su linda foto Kodak con Netanyahu.
Huele a chocolate, tiene color chocolate, sabe a chocolate, es mierda. Porque todo nos lo exhiben con una congruencia aterradora: Uribe concuerda con el Mossad, como el Mossad armoniza con Ucrania, su avión derribado y su gente quemada viva, como intentaron las guarimbas venezolanas, que a su vez convienen con las debacles financieras del sur de Europa que a su vez marchan al paso del atentado a las Torres Gemelas, que tan útil ha sido para justificar estos y otros desmanes.
A este Imperio Mundial en fase de locura (Maduro dixit) no hay que temerle porque su objetivo es precisamente intimidarte, mira lo que pasa a la población de Gaza por vivir en la tierra equivocada; mira cómo destruimos a Libia solo por existir por su cuenta; mira cómo estamos devastando a Ucrania por cuadrar con Rusia, prepárate a morir. Porque estás en la lista. Sí, tú también, aunque seas de oposición.
Lo de Gaza me parece más propaganda que operación militar clásica. Hasta ahora no he visto el primer supuesto terrorista capturado.
