Acabo de recibir la noticia de su suicidio. No puedo menos que escribirles ante el dolor y la rabia que sentí desde hace unos minutos. Yo estoy escribiendo un nuevo libro sobre mi amigo y cantor Julián Conrado, sobre todo por un garrafal error en el Con el Mazo Dando de la semana pasada, donde Diosdado leyendo su guacho, lo nombró como narcotraficante entregado a Colombia. Aunque le vi en la cara la arrechera y seguro que tomó medidas contra quien le puso esa concha de cambur. Fue el detonante para decidirme a terminar mi obra sobre Julián Conrado, amigo y amado camarada.
Ya esta mañana hice otro alto al enterarme de la partida de Hernán Vera, compañero del colegio hermoso donde Belén Sanjuán nos entregó a la vida. Hermano querido combatiente en Nicaragua y que vivía en México.
Hoy no es un buen día.
Embelesado en la historia, leyendo y escribiendo sobre Gaitán en mi nuevo libro, me llega un mensaje de texto desde Argentina sobre esta nefasta noticia, Willian, Robin Willian decidió irse de este mundo.
Hace no más de un mes leí sobre su decisión de volver a rehabilitación. Me asombró que su primer tratamiento coincidió con el mío, en 2005. Leí sus palabras al entrar... es una enfermedad que nos puede matar sino estamos alertas. Nano nano, como lo conocí en las pantallas, perdió la batalla. Un ser hermoso que seguro todas y todos han disfrutado en sus películas acaba de renunciar ante ese fantasma terrible que nos asusta y acosa, la adicción.
Tuve que parar de escribir.
Para escribirle esta nota tardía.
Aquí seguimos los que nos quedamos. A vivir por ti, a vencer la droga, la esclavitud y la muerte que hoy te ha vencido, querido compañero, camarada.
Disculpen que use Aporrea para secar mi llanto.
Es que no nos es fácil el camino, yo lo entiendo, a veces nos llena de odio a nosotros mismos, por caer de nuevo en la misma trampa.
Les pido a todas y todos que lo perdonen, que lo quieran pues todo lo que nos dio, le costó demasiado.
¡Seguiremos adelante, a vencer compañeros y compañeras de camino!!
Que los que seguimos vivos demos la mano a quien nos pida ayuda, para que la droga deje de llevarse a tantos de este mundo.
Venceremos.