La CELAC busca alcanzar la unidad de lo regional americano sin que ello signifique dejar en el camino a los denominados en los EEUU de América como los "migrantes latinos". Es un ambicioso proyecto que ya está en su camino asimétrico en considerando las realidades no solo de cada país-nación sino en el marco de las diferentes organismos y asociaciones regionales americanos; nos referimos, concretamente, a Mercosur, ALBA, Caricom, UNASUR y SICA (Centroamérica).
¿Qué tratarían de alcanzar los países, geopolíticamente, cuales, geográficamente, se encuentran al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida cuando consideran las objetivas realidades de las vecindades al norte de esas mencionadas fronteras americanas? Curiosamente, independientemente de realidades presenciales previas al encuentro con las naves que comandaba el genovés Cristóbal Colón como se demuestran con los estudios del estadounidense Lewis Morgan, es de demostración histórica las influencias antropológicas e ideológicas que implantaría el pensamiento peninsular ibérico en las denominadas "tierras americanas". Tal influencia se demuestra, entre otros textos, el análisis realizado por el historiador don Álvaro del Portillo ("Descubrimientos y exploraciones en las costas de California, 1532-1650". Ediciones RIALP. Madrid, 1982, pp. 541), como aquella declaración de República en la Florida como, frecuentemente, mencionara nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías. Es decir, la Historia de toda la América nos enseña realidades inobjetables que obligan a la reflexión intelectual desde lo antropológico-histórico pasando por lo ideológico-religioso y en considerando los delicados desencuentros a lo largo de ese proceso histórico de más de 500 años de Historia continental, grosso modo.
Ante las realidades geopolíticas decisorias asumidas por Washington incluso considerando el desconocimiento de la importancia de Francisco de Miranda en el proceso de Independencia de la Gran Bretaña por parte de "las provincias orientales", incluso apartando la re-exportación (sic) de mano de obra esclava procedente del occidente africano a los ingenios azucareros del sur de tierras americanas del norte como bien lo demuestra el historiador, Dr. Ramón Aizpurúa Aguirre, en sus estudios sobre el tráfico de esclavos por el Caribe, como conocemos las serias desavenencias y "encontronazos" de dos Simón Bolívar con Washington, es decir, nos referimos a la decisión de aprobar la política de Estado estadounidense la doctrina contenida en la "Doctrina Monroe" ("patio trasero") y la de la "Open Door Polícy" ("Política de Puertas Abiertas") que expresaban y continúan activas en sus propias reingenierías históricas la objetiva visión "neo-colonialista" estadounidense aún y cuando, en el tiempo, alcancemos denominarla como la "política de la Dependencia" con objetivas expresiones como, por ejemplo, la exportación de capitales latinoamericanos a la Banca estadounidense incluyendo los capitales provenientes de la corrupción con lo cual, inmediatamente y por total lógica, la protección legal de los corruptos latinoamericanos.
Pero ello no queda en la sola expresión monetarista sino en las imposiciones en sus diferentes variables de la "Doctrina de Seguridad y Defensa" del Estado estadounidense en ese considerado como "patio trasero"; doctrina que en el transcurso de los tiempos históricos se ha ido encontrando con consecuencias reales de tipo social-en-violencia. Esa violencia se ha expresado, fundamentalmente, en paralelo a la expansión estadounidense hacia tanto El Caribe como mar cuasi-mediterráneo como a los países-estados que se conjugan tanto en el Caribe Oriental como en el Caribe Occidental; en esa imposición de "gobiernos adeptos y títeres" a los intereses de compañías estadounidenses ("United Fruit Co.") respaldadas por esos intereses geoestratégicos en el marco de la política del "patio trasero"; en las nuevos desarrollos de esa doctrina de "patio trasero" inmediatamente posterior a la finalización de la 2da. Guerra Mundial y el desarrollo de la tesis de "Mister X" que significó el desarrollo de los paradigmas contentivos en la "Guerra Fría" que para América al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida significaría y se expresarían en invasiones, golpes de estado, asesinatos y, fundamentalmente, el ignominioso "Bloqueo a Cuba" que ha significado más que los montos en dólares, los fuertes impactos sico-sociales en lo antropológico-en-teología de la población afro-blanca-mestiza-cubana.
Mientras que todo el siglo XX americano ha transcurrido por dramáticos escenarios siempre en desventaja y de fuerte afectación para todas las sociedades americanas arriba en referencia desde las poblaciones originarias de Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile, Paraguay, como referencia, pasando por las comunidades afro-descendientes y las comunidades provenientes de países europeos, los comienzos del siglo XXI ha entrado "por todo el cañón" gracias a la persona de Hugo Rafael Chávez Frías que ha tenido un muy importante impacto en los órganos decisorios latinoamericanos, centroamericanos, caribeños e incluso en las sociedades olvidadas estadounidenses que no se conocía ni se preveía desde que la presencia y figura del Comandante Fidel Castro Ruz en la segunda mitad del siglo XX. Es decir, Washington tendría que reflexionar sobre las actuales realidades pero más importante sería que los proceso de unidad de los países en referencia profundizaran y objetivaran sobre los modelos de esa unidad tanto a lo interno como con respecto a sus relaciones tanto con los EEUU de América como con Canadá y la importante presencia de Gran Bretaña tanto como ductor y conductor en la Commonwealth como su invasiva y colonialista presencia en Las Malvinas. Es decir, tanto la CELAC como la realidad de la UNASUR y otros organismos regionales deberán objetivar sus propias realidades cara la actual crisis de la economía global en el marco de la reingeniería del sistema capitalista como objetivar las reales y necesarias relaciones globales con el "vecino del Norte".
En ese marco referente, metodológicamente, la CELAC tendría que "poner sobre la mesa" las realidades presentes en el tradicional organismo continental denominado como es la OEA en considerando, como primera realidad, la "no-presencia" de la República de Cuba en el seno de ese organismo, por ahora, "chucuto". Debería considerar los importantes avances alcanzados en las negociaciones de Mercosur con CAM, las realidades en praxis del ALBA, las realidades en objetivación de los significados del CARICOM y de SICA y tratar de alcanzar el entrecruzamiento entre todos estos sub-conjuntos continentales para poder alcanzar una idea central que supere realidades tradicionales en el marco de las realidades temporales de ciertos organismos continentales.
En última instancia, todos los países al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida, en las actuales geopolíticas que se vienen expresando en el marco de la "nueva política Obama" (JVR dixit) deberá confrontarse con sus "propios demonios tradicionales", superarlos, "dar un salto adelante" y asumirse como conjunto geopolítico internacional en considerando los procesos en desarrollo de los países de la BRIC y las recientes propuestas provenientes desde Ecuador de asumir, definitivamente, el "BANCO DEL SUR".