Para el año 2010 desde Washington se reconocieron sus crímenes en contra de la República Democrática del Congo y sus resultaron fueron como si nada hubiese pasado. El Departamento de Estado publicó un nuevo volumen de su historial “diplomático” el Foreign Relations of the United States (FRUS), Volumen XXII, Congo, pero esta vez de 1960 lo extendió hasta 1968. Aquí se incluyeron todos los documentos de las operaciones secretas.
Así, desde la Oficina Oval se reconoce décadas después hechos e implicaciones en el derrocamiento y asesinato del líder congolés Patrice Lumunba. El nuevo volumen modifica profundamente la imagen de la crisis que ofrecía para 1994, el Foreign Relations of the United States, 1961–1963, Volumen XX, Congo Crisis, que evitaba cuidadosamente toda mención de la acción secreta estadounidense en la crisis del antiguo Congo Belga.
Pero las dificultades continuaron y lo más grave se desato en los primeros días de una rancia primavera la cual nunca más volvió a olvidarse. Era el año 1964 cuando los seguidores del recién asesinado Patrice Lumumba organizaron una represalia en nombre del pensamiento de su recién depuesto líder. Ellos gozaban de una muy fuerte presencia en todas sus tribus y no perdieron tiempo en organizar la revuelta.
En una sola avanzada barrieron el norte del país y destrozaron a unas desmoralizadas tropas prooccidentales. Nacionales asesorados bajo el apoyo de la Europa de sus eternos problemas. Pero el gran problema estuvo tras el nombramiento de Moise Tshombe quien fungía como Primer Ministro, figura asesorada y mantenida con gran armamento desde Bélgica y Norteamérica.
Para aniquilar a los rebeldes atrincherados en la ciudad Stanleyville que tenían en su poder a unos dos mil rehenes occidentales las fuerzas gubernamentales en plena estación de otoño contrataron a un millar de mercenarios. Siendo muy temprano el 24 de noviembre de 1964 paracaidistas belgas los sorprendieron, llegaron con más apoyo fuerzas aerotransportadas pertenecientes a la logística estadounidense.
Primero, capturaron el aeropuerto y de allí se desplazaron por toda la ciudad. Lograron rescatar a la mayoría de rehenes, unos cien fallecieron en las semanas siguientes. Esta afrenta provocó protestas en los países vecinos y en los primeros días de diciembre las tropas belgas se retiraron.
Los siguientes cinco años fueron de una enorme inestabilidad como era de esperarse y el descontento de la población muy álgido. Joseph—Désire Mobutu apoyado por la Central de Inteligencia Americana propinó un golpe de Estado en 1965 contra Kasavubu proclamándose Jefe de Estado y de vez en cuando llamaba a elecciones donde él era único candidato.
La era de Mobuto se inició como era de esperarse. Violaciones a los derechos humanos, represión, enorme culto a su personalidad, incluso hasta en los billetes estaba su imagen. Los pobladores vestían a su semejanza. Para 1984 su fortuna ascendía a cuatro mil millones de dólares depositada en Suiza, esa era la misma cantidad de la deuda nacional.
Cambio los nombres de las ciudades y en 1971 llamó al país República de Zaire ya ese era el cuarto cambio del nombre oficial del país en once años y el sexto en total. Para 1990 Mobuto declara la Tercera República y encomienda unas tímidas reformas para dar una imagen de cambio, ya a los EE.UU. no les significaba un aliado importante y les importaba muy poco pues la Guerra Fría había terminado.
Pero la inestabilidad de décadas empeoró tras el genocidio de 1994 en Ruanda entre Hutus y Tutsis cuando en su aeropuerto internacional aterrizando el avión presidencial con los mandatarios de Ruanda Juvenal Habyarimana y de Burundi Ciprien Ntaryamira la aeronave fue volado en pedazos, a esto se le suma la enorme crisis de refugiados en Los Grandes Lagos.
Este escenario nacional y regional terminó derrocando a Mobuto cuando occidente lo abandonó y huyó del país pues ya no les servía. El poder a partir de 1997 quedaba en manos de Laurent—Desiré Kabila, pero su régimen fue desafiado por una colosal guerra.
Para 1998 se aliaron en su contra Ruanda, Uganda, Zimbabue, Angola, Namibia, Chad y Sudán, esta desbastadora guerra fue la más grande llevada a cabo después de los trágicos hechos de la II Guerra Mundial. Mundialmente esta de segunda en la cantidad de víctimas comparable a los hechos de 1939 al 1945. Fue bautizada como la Segunda Guerra del Congo, incluso su devastación fue tal que fue conocida como la Guerra Mundial Africana.
Muy tarde el 10 de julio de 1999 fue declarado un cese al fuego. Pero la lucha siguió en las áreas situadas hacia el centro del país. ¿Por qué? Por los ingresos tras la extracción de diamantes, coltan, casiterita y petróleo.
Para enero del 2001 Kabila fue asesinado y en sustitución quedó su hijo gobernando. Sin perder tiempo firmó en el 2002 en Sudáfrica el Acuerdo de Pretoria que puso fin a los años de guerras. Actualmente la guerra interna aún persiste y sigue originada por los recursos del subsuelo como el coltan y el petróleo minerales claves.