Perú: Pueblo VS. oligarquía imperialismo

Ya son de todos conocidos los resultados electorales en las elecciones peruanas en donde el corrupto agente imperialista Alan García se alzó con el triunfo después de la anulación de más de un millón de votos y una mayoría precaria de menos de medio millón de sufragios sobre su rival Ollanta Umala.

Por su parte, Umala, dirigente políticamente nuevo, con sólo un año de trabajo político, pero con un programa anti neoliberal y apoyándose en las masas preteridas y excluidas logró el triunfo en la primera vuelta electoral y, para la segunda, tuvo que enfrentarse a todo el aparataje mediático imperialista y de la oligarquía peruana, unida en torno a García, despojado incluso de su carcomida ideología social demócrata, para asumirse enteramente como defensor del neo liberalismo y del libre mercado y, por supuesto, del TLC que firmara ese cachorro de Norteamérica que es Toledo.

Perdiendo, sea porque hubo fraude, porque la anti chavista propaganda contra Umala llegara a algunos sectores populares, temerosos del cambio y susceptible de ser manipulados por una impresionante guerra mediática, lo cierto es que el líder nacionalista emerge como el gran triunfador estratégico, como un capital político inestimable y que, manejado con acierto e inteligencia será un arma para enfrentar las políticas abiertamente pro imperialistas y defensoras la oligarquía nativa que emprenderá Alán García.

Quizás uno de los hechos más resaltantes en el cuadro político resultante de todo el proceso electoral, del discurso sugeridamente antimperialista y definitoriamente de izquierda del candidato de las fuerzas progresistas, es que pone en tensión, prestas para la movilización por la lucha por sus derechos socio-políticos y económicos, a una irredenta masa de pueblo: indios, campesinos, obreros, estudiantes, intelectuales, soldados, pequeños y medianos empresarios, siguiendo el ejemplo de las movilizaciones de pueblos como el de Ecuador, Bolivia, Venezuela y otros de Nuestra América contra el imperialismo y el neoliberalismo, por la alternativa del ALBA.

Pudiéramos intuir que a García no le va a ser fácil gobernar, sobre todo con el programa neoliberal y el discurso terrorista que propuso la pena de muerte para el Perú. Es fácil suponer que no sólo se va a incrementar la movilización social sino que se van a producir fuertes enfrentamientos entre el pueblo pobre y las fuerzas de la derecha, sus destacamentos represivos y para militares. La carta de la presión para la dimisión presidencial tampoco está descartada en la nueva dinámica que se abrió en el Perú.

Ollanta ganó de calle en las provincias indígenas y campesinas, las más afectadas por la explotación y la exclusión, pero, además, tiene la primera mayoría en el Congreso y, según lo ha expresado, ya comenzó su acción opositora, de sacarle provecho a tener apoyo de la mitad del país, mitad que crecerá en la medida que las masas movilizadas por un programa anti neoliberal, de lucha contra la pobreza, la exclusión, tomen la iniciativa política.

Umala, es un líder de las circunstancias peruanas, una débil paja que arrastrará el huracán revolucionario del pueblo peruano en revolución. El momento es de los pueblos, después de los líderes, pero los líderes deben estar a la altura de los pueblos. Ese es el reto de Ollanta Umala, su nacionalismo no puede ser de fronteras sino popular y antimperialista en marcha hacia el socialismo.

(11-06-06)
(caracola@cantv.net)


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Humberto Gómez García / Trincheras de Ideas

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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