Pregunto yo en mi canción
al que grita y patalea
Caballero de la OEA
Que pasó con la reunión.
(Carlos Puebla)
Venezuela no está sola y a pesar de la crisis económica inducida por los otrora amos del valle (las familias: Machado, Zuluaga, Mendoza, López entre otros petulantes y asaltantes del tesoro nacional cuya presencia en el escenario desluce por su probada condición apátrida); avanza dentro de la tormenta de trapisondas y derrota al oposicionismo de derecha ultra radical, que con ferocidad intenta atacar a dentadas la dignidad de un pueblos libre que no se acobarda, ni embarga, ni presta, ni vende su férrea convicción revolucionaria.
En ese sentido, la revolución bolivariana ha salido airosa ante las infamias tejidas a pesar de los ataques y las torpezas premeditadas e intencionales del Secretario General de la OEA en su afán por imponer un modelo político derechista e imperial, sobre la decisión soberana de la mayoría de los pueblo que participamos en ese foro, a la vez que han ratificado nuestra profunda convicción de absoluto respeto por la autodeterminación de los pueblos y el relacionamiento multiétnico y pluricultural, única vía para el logro de los equilibrios que hoy son imperativos para la preservación de la paz en el hemisferio.
En consecuencia, los miembros de ese organismo multilateral han decidido por la cordura e imparcialidad a la que obligan los procedimientos para imponer la paz. Tomaron nota del infeliz discurso del secretario general y por mayoría decidieron tributar en pro de los esfuerzo por el dialogo, en marco del respeto constitucional y en el entendido del reconocimiento al estado de derecho que sustenta la Republica, sus poderes y sus instituciones. Un dialogo que invita al debate con la intención de llegar a un acuerdo, encontrar una solución o ratificar los desacuerdo, sin que por ello se entienda la ruptura del hilo constitucional, sino más bien el avance a pesar de las diferencias.
La paz política, no es la desaparición de las ideas, planes ni proyectos de un cuerpo doctrinal u otro. El dialogo es un imperativo. Y más que dialogar para conciliar, hay que dialogar para equilibrar las cargas y responsabilidades que cada autor tiene en el ámbito de su desarrollo. Zapatero a su zapato, la asamblea a legislar, debatir, controlar y el gobierno a seguir planificando, gobernando y administrando. Ambos dentro de la constitución y en pro del desarrollo de la V República que inauguramos en 1999 la cual demanda el concurso de todas y todos los venezolanos.
Es importante destacar, que a lo largo de nuestra reciente historia al Gobierno Bolivariano se le ha acusado con infamias y medias verdades de todos los males y paradójicamente, en 18 de 20 confrontaciones electorales, las ha ganado con las mayorías de los afectos de un pueblo mayoritario en cantidad y contundente en calidad revolucionaria. Los mismo opositores (lo que son demócratas y serios) así lo reconocen, de esos no hay dudas.
En ese sentido, la convivencia civilizada y el reconocimiento al estado de derecho, es obligante para la sana conducción pacífica. Es hora que los opositores asuman su rol y dejen de lado sus apetencias extemporáneas por tomar el poder. Es buen momento para reconocer al Presidente Maduro y con él la legitimidad de las instituciones del Estado.
Lo sucedido en la OEA, es una muestra de lo mucho que ha cambiado las sociedades en el América Latina y el Caribe, fue contundente el mensaje, se ratificó el derecho a la autodeterminación de los pueblos, y por ello los representantes permanentes por mayoría hicieron caso omiso a un informe sin base sustantiva el cual fue montado a partir de notas de prensa y declaraciones de solo una parte de la realidad.
Si la OEA hubiera validado dicho informe por la certeza con la que el Sr. Almagro defendió a los líderes guerrerista y asesino que están en las cárceles venezolanas, a despecho de los súbditos del imperio, tendría también que invocarse la Carta Democrática contra el gobierno del presidente Obama, quien si tiene presos de conciencia en las cárceles de USA y Guantánamo. Uno de ellos: Oscar López Rivera.
Errar es de humanos y rectificar es de sabios, o la oposición y su asamblea nacional respeta el ordenamiento constitucional y solo dentro de él intentar llegar al poder, o simplemente abandona sus responsabilidades institucionales dentro de esa estructura del estado y se declaran en anarquía contra la república. Reflexionen, solo en el socialismo es posible la paz democrática para todos. Bienvenidos al debate, que los bolivarianos tenemos nuestra vida empeñada en el dialogo y la paz por nuestro pueblo.