Sobre el editorial de Vladimir Villegas que presentó en su programa de este martes 4/10 sobre la victoria del NO en el plebiscito que se realizó el pasado domingo en Colombia a los fines de refrendar el tratados de Paz que firmaron en Cartagena el gobierno de Juan Manuel Santos y las guerrillas de las Farc-EP, hemos creído necesario consignar nuestra modesta opinión.
De manera general su contenido no está mal para un periodista novato y del montón, pero si lo analizamos a partir de que es suyo, escrito por un personaje que además de llevar el privilegio de haber nacido en un hogar de pura cepa revolucionaria, pues sus progenitores fueron fervientes y leales militantes del PCV, tuvo una larga trayectoria como activista político durante los últimos gobiernos de las Cuarta República dentro de las filas del Partido Comunista y más aún de primera línea al lado del Chavismo hasta hace algo menos de cuatro años, al punto de que ejerció cargos de mucha relevancia, algunos -inclusive- en representación personal del propio Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, como fueron los de embajador en la República Federativa del Brasil y en Méjico, no podemos sino calificarlo de muy pobre, de una pobreza dialéctica absoluta, debido, en nuestra opinión, a que la herramienta propia de un periodista de su trayectoria, como lo es el rigor analítico, el cual le permitía haber resaltado lo trascendente de lo que ocurrió en ese evento, él la desechó, dejándonos en esas líneas un mal sabor…
Dice Vladimir (cito): "La sociedad colombiana, consultada, no compró los términos del acuerdo alcanzado en La Habana (..) lo cual no quiere decir que la inmensa mayoría de los ciudadanos de la nación hermana apuestan por la continuación de la guerra. Simplemente no compraron los términos del acuerdo (..) Es llamativo que las encuestadoras se equivocaron. No supieron leer lo que predominaba en la mente de los electores. También es importante evaluar por qué pese a todo el esfuerzo comunicacional que se hizo para promover las bondades del acuerdo, y con todo el apoyo de grandes figuras, con todo el esfuerzo comunicacional desplegado por el gobierno colombiano, la gente no le dio su respaldo.".
Agrega, ya para terminar el fulano "editorial", como algo positivo que pueda leerse del mismo, lo cual compartimos, que Santos ante el voto adverso llamó a un diálogo nacional para continuar buscando la Paz y por su parte, Timochenko, dijo que las Farc-EP "siguen dispuestas a cambiar los fusiles por la palabra y la acción política. La paz ha perdido una batalla política en Colombia pero no la guerra."
Y allí se quedó el moderador de Vladimir a la 1 bien corto, sin decir prácticamente nada, al punto de que más que un editorial, se parece su contenido a una simple nota informativa del evento del domingo.
Vladimir olvidó decir que la campaña en contra de la Paz estuvo recargada de falsedades de todo tenor, dirigidos a generar el terror, al estilo que bien lo sabe hacer quien la comandó, Álvaro Uribe Vélez, el que, como ya lo sabemos y los documentos abundan como la hierba para comprobarlo, hizo lo propio durante las campañas para su primera y para su segunda presidencia (2002 y 2006).
Entre las cientos de mentiras que se transmitieron por las redes sociales y muchas emisoras de radio, las que más difusión tuvieron fueron aquellas que aseguraban que votar por el Sí era entregar el país a los chavistas-comunistas-castristas, lo cual explica y Villegas también de ello nada dice, que el voto por el No ganó sólo en las ciudades y demás centros urbanos donde la gente siempre vio la guerra por televisión, porque en las regiones del interior del país donde se la padeció y se la sufrió (no olvidemos que el saldo de muertos y desaparecidos se calcula en más de 300 mil y más de medio millón de heridos), el Sí arrasó, al punto de que en la mayoría de los municipios del interior superó al No en más del 70%.
Vladimir debería revisar los datos de la Registraduría colombiana y seguramente una vez que vea la distribución territorial de cómo fue el voto de apenas el 38% de la población del país que acudió a las urnas, pues parece que también olvidó observar hubo demasiada abstención, que advertirá que lo que realmente ocurrió en el vecino país, fue la victoria de la mentira y la derrota de la Paz.
Pero hay algo que nos sorprende y es que la agudeza política en el tema social que Vladimir debió haber asimilado en sus años de lucha dentro del PCV y del PSUV ni siquiera le permitió incluir en ese editorial de marras ni siquiera esta reflexión que se nos ocurre como infaltable ante el análisis de este tipo de asuntos: La Paz es un derecho legítimo que a todo evento tiene que ser garantizarlo por todo gobernante y, por tanto, no debe estar sujeto a plebiscito alguno…!!!
Terminamos transcribiendo lo que ha escrito el famoso humorista y caricaturista colombiano Vlado (Vladimir Flórez) sobre esa jornada del domingo, a quien nadie puede calificarlo de comunista, pues tiene en su haber el premio Excelencia otorgado en el año 2002 por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP):
"Uribe ganó el plebiscito y ha hecho oposición con la misma estrategia con que gobernó: infundiendo miedo a punta de embustes y de medias verdades, de señalamientos y de campañas de odio. Es un populista de derecha que prefiere dividir en vez de sumar (..) Con su política de la seguridad democrática, Uribe se consagró como el mayor manipulador de nuestros miedos y para preservar su legado ungió a Juan Manuel Santos como su heredero. Sin embargo, cuando este le perdió el miedo y optó por hacer la paz con las FARC, Uribe se transformó en su más fiero opositor, en una actitud venenosa para cualquier democracia. Nunca en la historia moderna de Colombia un expresidente había sido tan tóxico para un sucesor como lo ha sido Uribe con Santos; sobre todo en su oposición al proceso de paz." (*)