1. Ni modo que yo pida paz en México cuando el gobierno y los empresarios están haciendo la guerra –que nunca han dejado- contra el pueblo. Se lucha por la paz cuando hay alegría, bienestar, satisfacción; pero cuando las minorías dominantes no dejan vivir y sólo buscan acumular riquezas sin importarles el pueblo -a quien buscan terminar de exprimir sus energías para tenerlo arrodillado esperando una orden- no se puede hacer otra cosa que defenderse con dignidad y valentía. Por ello el pueblo ha salido a protestar, a gritar, muchas veces, pensando en que ahora sí le responderán bien. Pero descubre que ni así le hacen caso y debe adoptar protestas radicales.
2. Declara el funesto gobierno que: "31 estados por mil en las calles sólo son 31 mil. Dado que no tienen organización, menos unidad, sólo hay que esperar tres días para que sin hacerles caso se cansen de gritar y todo terminará. Además es gente sin experiencia política, sindical o de lucha social que no ha propuesto ninguna solución y que sólo se atiene a que no suba el precio de la gasolina. Lo que hay que evitar es que grupos radicales incendien alguna gasolinería, hagan bloqueos de carreteras y avenidas y que no transformen el movimiento en una sola demanda: la petición de que renuncie el presidente Peña Nieto, porque ello puede llevar a peores cosas".
3. Continúa el gobierno: "La realidad es que el pueblo no comprende (porque lo confunden) que el aumento de precios de la gasolina se debe a que en todo el mundo ha aumentado; que México es uno de los países con más bajo precio y al representar un pago indirecto de impuestos es porque nuestro país necesita recursos para gastos en salud, educación, vivienda y no existe otro lugar para obtenerlo. Así que el aumento de la gasolina beneficia al pueblo mexicano. Lo mismo debe entenderse de la devaluación de nuestro peso respecto al dólar porque en la medida que podamos ofrecer artículos más baratos ganamos a cualquier competidor en el mercado".
4. Entre la gente de izquierda, entre los que tienen un poco de inteligencia y honradez, es claro que el gobierno engaña y que los medios de información a su servicio manipulan a la gente que cree en lo que le dicen. La realidad es que la gente común sigue creyendo en lo que repite la televisión haciendo entrevistas a modo a funcionarios del gobierno. ¿Cómo dejarse engañar por el gobierno cuando le dicen que el alto precio de la gasolina le beneficia, así como el encarecimiento del dólar? O Quizá no le engañan; es probable que no quiera discutir ni enfrentarse porque sabe que no tiene organización ni fuerza para responder. Como sea, pero el poder sigue imponiéndose.
5. No sé hasta cuándo nos daremos cuenta que ya las protestas sociales pequeñas de sindicatos, oposiciones, partidos, por sectores -está ya más que probado- sirven muy poco o nada si no se transforman en grandes bloqueos unitarios de carreteras, avenidas, bancos, fábricas, grandes plazas comerciales, que lleven a la paralización de ciudades o instituciones por cuatro días o una semana. Ya cualquier manifestación de cinco o siete horas o plantón en un parque o explanada, son motivo de burla del gobierno y empresarios; aunque estén dos o tres meses, porque no bloquean nada ni a nadie. Así que las batallas contra el aumento de precio de las gasolinas pueden terminar en nada si no hay bloqueos permanentes. (3/I/17)