¿Hasta cuándo Colombia?

"Lo que le duele a Colombia nos duele a nosotros, porque amamos intensamente a Colombia".

Hugo Rafael Chávez Frías

El surgimiento de un nuevo episodio en la frontera colombo -venezolana a raíz de la llegada a nuestro país de una nueva ola masiva de emigrantes representa un nuevo accionar de las alarmas para el gobierno bolivariano del Presidente Nicolás Maduro Moros.

"Desde ayer hemos estado atendiendo, estoy en conversación con Arias Cárdenas, hemos venido recibiendo migración en masa de Colombia producto de la continuación de la guerra civil, de la violencia en Colombia, 359 personas me reportaron que llegaron (…) para allá va saliendo el gobernador Arias Cárdenas porque podría agravarse la situación", dijo el primer mandatario en su programa Los Domingos con Maduro (Tomado de internet, Notitotal.com)

No hemos terminado de salir de una situación incómoda y de irrespeto por parte de un alto funcionario del gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, como lo es el vicepresidente Germán Vargas Lleras, cuando recibimos de imprevisto (aunque pensamos no es por azar) una cantidad de emigrantes, quienes según palabras del propio Presidente Maduro pudieran superar un número de 350 que ingresaron por territorio del estado Zulia.

La situación, la cual pensamos no es por casualidad, se atribuye en las primeras de cambio a una situación creada a raíz de la firma de un tratado de paz entre el gobierno de Colombia con la guerrilla de las FARC-EP y la ocupación de los espacios geográficos dejados por la guerrilla, ahora invadidos por las denominadas fuerzas paramilitares o las Auto Defensa de Colombia (grupos creados por Álvaro Uribe).

En realidad la situación que se presenta en la frontera - pudiéramos calificarla a simple vista - como una nueva respuesta del gobierno del vecino país, a la exitosa política diplomática que aplica el gobierno del Presidente Maduro a los ataques continuos de la oligarquía colombiana contra Venezuela.

Ataques que se expresan en la devaluación de nuestra moneda (dólar today- dólar Cúcuta- Resolución Nº 8 del Banco La República); acciones contra la seguridad alimentaria de nuestro pueblo, gracias al contrabando de extracción de productos de primera necesidad y alimentos; la fuga de combustible de gasolina y diesel, la cual es protegida para los pimpineros, a través cooperativas creadas y legalizadas por los gobiernos de los presidentes Pastrana, Uribe y Santos.

En fin estamos ante una serie de acontecimientos los cuales hemos sorteado con una mano hermana y avizora, desde la llegada de la Revolución Bolivariana con el Comandante Hugo Chávez Frías al poder en 1998.

Como lo hemos repetido en anteriores artículos sobre el tema, los episodios que vivimos con la hermana República de Colombia no son nuevos y arrastran un karma histórico de encuentros y desencuentros; sobre todo por el impulso de sus protagonistas, quienes tienen su mayor ícono en Francisco de Paula Santander desde la creación de la Gran Colombia por Simón Bolívar, en el Congreso de Angostura en 1819.

Desde luego que este paso trascendental del Libertador para la Patria Grande, nunca ha sido perdonado por la oligarquía colombiana a Venezuela quien nos ha seguido viendo como Capitanía; porque en sus mentes nunca ha desaparecido el complejo de creerse virreyes y al mando del Virreinato o Nuevo Reino de Granada (1718-1821).

Las mentes de los gobernantes de Colombia (con muy pocas excepciones) nunca han podido superar el mito de los "Chapetones", quienes oprimían a los criollos neogranadinos y aspiraron al igual que en la Capitanía General de Venezuela, desde siempre, liberarse como los criollos venezolanos del yudo español (Valledupar 1810).

El problema es que han pasado los años y las oligarquías colombianas nunca aceptaron la Cosiata (liderada por Páez), sino que han aspirado seguir siendo los herederos de los 19 virreyes quienes gobernaron el Virreinato de Nueva Granada y el Nuevo Reno de Granada, desde 1718 hasta 1821 cuando se logró la independencia, gracias a los triunfos de nuestros libertadores de la Gran Colombia, en Carabobo, Boyacá, Pichincha, Bomboná y Ayacucho donde se acabó de derrotar para siempre al imperio español.

A los verdaderos revolucionarios venezolanos y colombianos nos ha llegado la hora de desenmascarar a los "Chapetones". El "Premio Nobel de la Paz" Juan Manuel Santos no es un ingenuo angelito, al igual que su lugarteniente Álvaro Uribe Vélez, quien se proyectó con sus "falsos positivos".

Si bien como lo decía el Comandante Chávez "la paz de Colombia es la paz de Venezuela", en el fondo es, en realidad, el verdadero sentir del pueblo colombiano y de los auténticos patriotas de la Gran Colombia como Ricaurte y Nariño.

Ante el nuevo episodio en la frontera con la migración en masa de pobladores del vecino país a Venezuela, debemos actuar con pies de plomo y con cautela; así nos siga mostrando su bella sonrisa y hablando bajito, la María "Bonita" Holguín de la Cancillería colombiana.

Bien vale el llamado que hace el hijo del "Cantor del Pueblo" Florentino Primera cuando afirma: "debemos estar alerta ante la nueva actuación de Colombia, cuando con una masiva migración, nos podrían estar aplicando la estrategia israelí, ya conocida por el pueblo palestino, para meternos a través de nuestra frontera un "Caballo de Troya colombiano".

Nunca es tarde para poner sobre la mesa, la realidad conflictiva del vecino país, quien acabó con sus esperanzas de cambio con el asesinato de Jorge Eleazar Gaitán, aquel 9 de abril de 1948. Las arremetidas de su oligarquía colombiana siguen vigentes y nunca se ha pasado el chip, ni han superado su complejo de "chapetones" desde la época del Virreinato y Nuevo Reino de Granada.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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