1. En 1911, cuando el imperio creó la Alianza del Pacífico con México, Colombia, Perú, Chile, el gobierno de Venezuela de Hugo Chávez era muy fuerte; junto a Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba, dominaba en la mayoría de países de Suramérica. Se había creado La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como una comunidad política y económica de doce países suramericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela), concebida el 8 de diciembre de 2004, en Cuzco (Perú), en la Tercera Cumbre Suramericana. El 23 de mayo de 2008, se firmó, en Brasilia, el Tratado Constitutivo que estructuró y oficializó esta organización ratificada por todos los miembros.
2. Para todo el mundo fue claro el objetivo de la fundación de la Alianza del Pacífico teniendo a México como líder; más que económico el objetivo de los EEUU al intervenir directamente en su creación fue político; se buscaba construir una oposición fuerte para oponérsela a Lula, Kirchner y Chávez que avanzaban muy rápido con UNASUR y la posibilidad de participar en lo que sería más tarde el muy poderoso BRICS formado por Brasil, Rusia, India, China y África del Sur. Por ello el gobierno de EEUU de Bush/Obama buscó un apoyo más amplio y poderoso creando el Acuerdo Transpacífico integrando a 12 países, entre ellos: Australia, Canadá, EEUU, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam.
3. Al asumir Trump el gobierno, inmediatamente desconoció el Acuerdo Transpacífico impulsando la salida de EEUU dentro de su discurso nacionalista antiObama de defender todo "lo americano". Sin embargo, tomando como base los avances del BRICS, particularmente de China, parece que lo está repensando porque para él es elemental que EEUU tiene que competir e imponerse hasta usando la fuerza. Obviamente el gobierno del PRI-Peña –como todos los gobiernos de México- tiene que obedecer lo que diga el yanqui Trump. ¿Puede olvidarse al gusano-matraquero Fox que peleó en Argentina contra Chávez y Kirchner defendiendo el ALCA de Bush? (30/VI/17)
