Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
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El senado norteamericano votó un proyecto de ley contentivo de un paquete de sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte. Los senadores han asumido una gran responsabilidad porque Moscú no va a observar esas acciones hostiles con los brazos cruzados. Responderá.
Las medidas de represalia se harán sentir.
Tal como lo anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia el pasado 28 de julio se tomó la decisión de tomar el recinto diplomático de Serebryany Bor ubicado al noroeste de Moscú como también los Almacenes de la embajada en una medida de reciprocidad. Un total de treinta y cinco diplomáticos norteamericanos serán enviados de regreso a su país. El personal de la embajada deberá ser reducido a 455 personas --cantidad de personal diplomático de Rusia en Washington.
Si el presidente Trump firma el proyecto de ley, será muy difícil imaginar a Moscú colaborando con Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU con el borrador de la resolución de las sanciones punitivas contra Corea del Norte. Washington podría necesitar urgentemente el apoyo de Rusia muy pronto.
Los programas de investigación espacial de Estados Unidos sufrirán un terrible impacto al verse privados de los motores para cohetes RD-180 y RD-181 de Rusia ya que dependen mucho de ellos. Los lanzamientos del cohete Atlas 5 de la NASA serán suspendidos.
La carpeta de exportaciones de la JSC Technosnabexport (TENEX) incluye veinticinco contratos por un valor total aproximado de 6,5 mil millones de dólares firmado con diecinueve empresas norteamericanas con perspectivas de suministro de productos de uranio ruso (es decir el 20 por ciento de las necesidades anuales de los reactores de las plantas energéticas nucleares de Estados Unidos) que está en un 95 por ciento completado. Existen muy pocos actores en el mercado mundial que pudieran sustituir el suministro ruso y tomaría tiempo y un gran esfuerzo para llevar a cabo nuevos acuerdos, cuando sea posible.
La VSMPO-AVISMA es el más grande fabricante de productos de titanio del mundo y es la proveedora rusa de titanio a la empresa Boeing y a otras empresas aeroespaciales de Estados Unidos. Esta empresa suministra alrededor de la mitad de todo el titanio importado por Estados Unidos y más de un tercio (35 por ciento) del titanio consumido por la Boeing. Esta empresa norteamericana tiene inversiones en Rusia. Ha estado en el país durante décadas. Hace unos cinco años anunció planes para invertir 27 mil millones de dólares durante los próximos treinta años. En el año 2014 la VSMPO y la Boeing firmaron un contrato para la prolongación del suministro de titanio laminado hasta el año 2022.
La VSMPO-AVISMA no tiene competidores en el mundo y fácilmente puede encontrar otros clientes. Los socios de Estados Unidos enfrentarán serias dificultades cuando no puedan encontrar una alternativa. La suspensión del suministro de titanio desde Rusia perjudicará la capacidad de la industria de la defensa de Estados Unidos.
Las empresas norteamericanas que trabajan en Rusia podrían ser afectadas. Corren el riesgo de sufrir graves pérdidas, especialmente los gigantes conglomerados energéticos y bancarios. Por ejemplo, la empresa Caterpillar podría perder las órdenes por equipo pesado necesario para la construcción de gasoductos y otros proyectos de construcción. Las empresas norteamericanas de alta tecnología podrían verse impedidas de trabajar con sus equivalentes rusas –cosa en la que ellas están interesadas.
El problema encaja en un patrón geopolítico mayor. La reacción de la Unión Europea lo convierte en un proyecto de ley pro-Rusia, haciendo que Europa se aleje de Estados Unidos y se acerque a Rusia.
Para los europeos resulta más evidente cuando ven que Washington pronuncia pomposas arengas en torno a la solidaridad Atlántica como una vía para promover sus mezquinos intereses. Las diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europea socavan la unidad del G-7 respecto de Rusia. Los países acordaron la vinculación de los Acuerdos de Minsk y las sanciones. Esta vez Estados Unidos actúa unilateralmente, provocando a los europeos a seguir adelante con el Proyecto North Stream II para desafiar a Estados Unidos y de este modo beneficiar a Rusia. Según los europeos la consigna "Estados Unidos Primero" no debe ser un sinónimo para "Europa de Segundo" o peor aún "Europa Irrelevante".
Según el presidente de la Conferencia de Munich Sobre Seguridad, Wolfgang Ischinger, "este proyecto de ley no alcanzará sus objetivos sino más bien causará nuevos problemas. A menos que sea sometido a una considerable revisión, comprometerá la seguridad energética de Europa y dañará las relaciones de Estados Unidos con Europa. El beneficiario de semejante resultado sería Rusia." Según Ischinger el problema del North Stream II "no es una cuestión que deba ser decidida en Washington. Se trata de un problema europeo para ser decidido por europeos sobre la base de normas y leyes de Europa." El experto piensa que si se convierte en ley, esa legislación "inclinaría la balanza a favor de los que desean finalizar la participación de Europa en el enfoque de la política actual hacia Rusia, incluyendo el régimen de sanciones. Si el presidente firma el proyecto de ley en su actual redacción, enajenará a Estados Unidos y complicará nuestra alianza en un momento crítico."
De tal modo que en un esfuerzo por golpear a Rusia el Congreso de Estados Unidos está golpeando a Europa y a la solidaridad de la OTAN.
La erosión de las relaciones ruso-norteamericanas significa la erosión de la relación en el control de armamentos. El "proyecto de ley de sanciones contra Rusia" no es la única legislación que se espera se convierta en ley si el presidente Trump la firma. El presupuesto para la defensa propuesto para el año 2018 tiene en la mira al Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF sigla en inglés) como también al Tratado de Cielos Abiertos y al nuevo Tratado START (sigla en inglés). Al convertirse en ley, asestaría un duro golpe contra la arquitectura del control armamentístico de Rusia y Estados Unidos. Rusia no tendría otra opción que responder.
Esto conduciría hacia una carrera armamentista. Si Estados Unidos provoca la cancelación del Tratado INF esto causaría enorme daño a sus relaciones con sus aliados europeos. ¿Cuán sensato sería desarrollar un proyectil balístico de alcance intermedio que nadie quiere en su territorio?
El presidente Trump también ha ordenado una revisión a fondo de la política nuclear de Estados Unidos, medida común de todo nuevo gobierno. La misión es imposible sin antes dejar en claro si Estados Unidos tiene con Rusia argumentos vigentes o no sobre control armamentístico. La falta de claridad sobre este problema complicaría enormemente la planificación militar en general.
Rusia puede y asestará un duro golpe en repuesta al "proyecto de ley de sanciones" de Estados Unidos.
A diferencia de Irán o Corea del Norte, Rusia puede hacerlo. Esta capacidad no debe ser subestimada por el presidente que intenta firmar el proyecto de ley. Demasiadas veces legisladores y expertos norteamericanos han hecho cálculos en torno a cuánto daño causarán las sanciones a Rusia sin evaluar el daño que Estados Unidos se causará a sí mismo.
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