El mundo está atónito, estupefacto con lo que sucedió este domingo en Cataluña, una de las naciones/pueblo que conforman el Reino de España. Mayor torpeza y estupidez política de parte del incapaz presidente Rajoy no son posibles. El tratamiento, de típico corte franquista, del delicado problema autonomista de Cataluña, no pudo ser peor para tratar de impedir por la fuerza policial el democrático referéndum al que fue convocado aquel pueblo. Escenas grotescas de agresiones brutales y golpizas a adultos mayores, a mujeres, a jóvenes que eran sacados por la fuerza y tirados brutalmente a la calle, cabezas y narices rotas, destrucción de urnas de votación de catalanes y catalanas que querían expresar con el voto su vocación independentista y romper la coyunda opresiva del hiper centralizado y autoritario Estado español.
La pasada semana el jefe del partido más corrupto de España, el partido popular, viajó apresuradamente a los Estados Unidos del Norte a recibir de manera directa la línea política a desarrollar por nada más y nada menos que el flamante presidente nominal de los EEUU, Donald Trump. Lo ocurrido este domingo en Cataluña es, a no dudarlo, lo conversado en el cónclave de los dos jefes de gobierno, Mariano Rajoy y Trump. ¿Por qué tuvo Rajoy que ir a hacer consultas tan lejos sobre la problemática interna de España, a pedirle apoyo no sólo político sino incluso de otro tipo al jefe del imperio yanqui? Eso descubre su debilidad, el hecho de haber amarrado a España a la geopolítica norteamericana en Europa, y pone en evidencia que la oligarquía española teme un efecto dominó a partir de la bravía decisión libertaria e independentista del pueblo catalán y que pueblos como el vasco o el canario, para sólo citar dos, sigan el rumbo independentista de Cataluña.
Que Rajoy es una marioneta de Trump y del gobierno norteamericano, a estas alturas no caben dudas. El papel que se le había asignado tanto en España como para toda Europa de conspirar para destruir la Revolución Bolivariana y derrocar el gobierno revolucionario que preside Nicolás Maduro, para no aupar el secesionismo Catalán que favorezca a los sectores derechistas burgueses de la insurgente Cataluña o dividir a España como lo hicieron con Yugoeslavia que la desmebraron en republiquetas enfrentadas entre sí, como fragmentaron a Checolovaquia, igual a como lo hicieron con Libia que la descuartizaron y pretenden hacerlo en Irak aupando el secesionismo kurdo.
Las desmedidas políticas injerencistas de Rajoy y del estado español todo, la infraestructura comunicacional, el desprestigiado liderazgo del no menos decadente y corrupto pp, sostenidas por varios años como política principal contra Venezuela y su proceso social revolucionario e independentista, ha evidenciado el descuido de la propia España, el abandono de las regiones que cada una tiene sus particularidades y especificidades históricas que las hacen diferentes una de otra y las imposiciones de la oligarquía o burguesía monárquica española a estas, España, que termina siendo una federación de naciones, que se presentan como provincias pero diversas y contrapuestas en culturas, idiomas, etnias y orígenes. Una España unida por nascionaslidades diversas que se resquebraja.
Hasta donde se percibe el sentimiento separatista, en este caso del pueblo catalán, no es que se haya acariciado el separatismo como una estrategia siniestra, que es un paso de mucha envergadura y altos riesgos, es que la unidad de la nación española, regida por una decadente monarquía, se está resquebrajando. Es el abandono económico de esas provincias, los vetos a los proyectos económicos y propuestas de desarrollo. Pareciera repetirse lo ocurrido cuando se estaba conformando la nación española con la derrota de los moros, que gobernaron por 800 años en Granada y otros lugares de importancia histórica. El reino de Castilla fue consolidando un imperio que se desarrolló tras la invasión a América y las inacabables riquezas que le permitieron fortalecerse y nuclear en torno a sí diferentes naciones que, por lo que se ve, hoy esa España se tambalea, una dirección política agotada y en decadencia, un sistema político monárquico medioeval impuesto por el fascismo franquista tras la derrota de la República en 1939. ¿La independencia de Cataluña significa necesariamente la separación del estado nacional y asumirse como un estado totalmente independiente o plantea una redimensión de la misma, una nueva alianza de naciones, una unión de naciones, como en su momento fue la URSS?
Todos esos elementos están, a nuestro juicio, en juego y la decisión de los Catalanes de pasar de la autonomía a las aspiraciones independentistas, abiertamente secesionistas, ante los caminos que la burguesía oligárquica española le cierra a la burguesía catalana, ocultan la verdad de fondo, una intensa lucha de clases inter burguesa, allí entra en juego el problema nacional catalán, el nacionalismo que aviva los sentimientos de una cultura ancestral, conceptual y políticamente republicana que unifica a todos los sectores y a todas las clases ante el enemigo principal, la monarquía y la oligarburguesía castellana.
Pudiera pensarse que las terribles nubes de una guerra civil revolotean en el desgastado reino español. Si a partir de lo ocurrido en Cataluña se produce un efecto dominó y las diversas provincias se plantean asumir cada una el derrotero independentista, el secesionismo, probablemente, además de las luchas internas que pudieran darse a nivel algunas de ellas entre los partidarios de la independencia y los que se oponen a ésta, está ese centro criminal que es la Otan que lo mueve el imperialismo yanqui, sería la vanguardia militar de los grupos y clases dominantes de los diferentes países, sobre todo Alemania, Inglaterra (que tiene lo suyo con Escocia e Irlanda del Norte), Francia, Italia que observan atentamente el desarrollo de los acontecimientos en España y se preparan para un probable asalto, de ser necesario.
De cualquier manera los pueblos del mundo rechazan la brutal e injustificada represión del franquista Rajoy contra la totalidad del pueblo catalán en su decisión de ir al referéndum independentista. Algo si es cierto, la acción represiva indudablemente va a agudizar el sentimiento independentista. Probablemente vendrá un período de negociaciones por las presiones de la ONU y otros gobiernos sobre Rajoy para buscarle una salida menos traumática al complejo y espinoso asunto de la independencia de Cataluña. Hay que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos en Cataluña y el restos de las provincias de España.