José Sant Roz no logra imaginar el gran favor que le hace a Gustavo Petro con su papel de "disparador" Madurista, y le facilita un poco la posibilidad de avanzar en la comprensión a la "Colombia Humana" al momento de ver hacia a Venezuela, porque si algo tiene claro el movimiento que se ha levantando en Colombia, es que con Maduro y su política, ni a la esquina, posición que se patentiza en la medida que logran mayor organización popular y recuperan espacios para el activismo social y político como no había sucedido en décadas en un país donde imperaba la "democracia de guerra"
La degeneración burocrática que sufrió el proceso bolivariano que parió el pueblo venezolano, tiene signos muy marcados en la despolitización general al que nos ha llevado la dirección política del PSUV-SOMOS-Gobierno, donde ya no hay debates políticos serios sobre nada y por el contrario se instaló la descalificación sistemática, los mazos en la televisión, la irreverencia de "Zurda Konducta", el SEBIN es un actor central en la vida cotidiana, a cualquiera acusan de pertenecer a la CIA, los llamados "colectivos" van a las protestas a golpear a la gente, la democracia participativa y protagónica fue reemplazada por una caricatura llamada Asamblea Nacional Constituyente (ANC)… Todo eso y mucho más como celofán de una crisis económica que efectivamente está asesinando a la población venezolana, tal como lo dijo recientemente Gustavo Petro, pero el degenerado es él.
Se dice que todo régimen se expresa por su arquitectura, monumentos y su literatura. Yo le agregaría que de igual forma por las opiniones que apuntan a sustentarle, por ejemplo, resulta tragicómica la afirmación que hace Sant Roz en su artículo (I), donde señala que el candidato de la "Colombia Humana", es una ficha de Santos y Trump para "desmoralizar, desmontar y atacar a muerte el movimiento chavista en América Latina". El movimiento chavista, entendido como el sujeto político y social que motorizó al proceso revolucionario, con todas las limitaciones que contradictoriamente implicaba el liderazgo de Chávez; militaba, se movilizaba, debatía, luchaba por defender sus conquistas, etc., etc., ese movimiento fue desmontado desde hace rato y esa tarea la cumplió a cabalidad Maduro y toda la cúpula psuvista.
La mayor ficha con que cuenta el capital financiero mundial en Latinoamérica es el PSUV-SOMOS-Gobierno que, desde su papel de enterrador del gran sueño con el que irrumpió nuestro pueblo, se ha asimilado a un plan que lo pone en la misma línea de los Santos, Uribe y compañía (II). Esa es la gran tragedia que estamos padeciendo desde el ámbito de los trabajadores y los sectores populares y la responsabilidad que tenemos quienes hemos defendido la posibilidad de un proyecto emancipador para "Nuestra América" es la de explicar cómo a través de distintos mecanismos mafiosos de acumulación de capital, quienes dicen ser una dirección revolucionaria y socialista, son los principales perpetradores de un desfalco económico (III) que se tradujo en el quiebre del aparato productivo nacional, el diseño de una deuda externa por el que se han pagado en los últimos 4 años alrededor de 80 mil millones de dólares en detrimento de las importaciones de alimentos y medicinas y que es en gran medida lo que explica la terrible situación que padecemos.
La política neoliberal internacional que está ordenando a todos los gobiernos en la región, donde el de Maduro, Cabello, Padrino y compañía han avanzado agresivamente con la creación de Zonas Económicas Especiales, Arco Minero del Orinoco, Ley de Inversiones Extranjeras, Corporavitización de Las Fuerzas Armadas, etc., inesperadamente está encontrando rechazo en Colombia con el fenómeno político que se ha levantado y que ha encontrado en la candidatura de Gustavo Petro un cauce en concreto. No creemos en recetas milagrosas ni pensamos que el candidato de la "Colombia Humana" sea garantía automática de arreglar los problemas del país o vaya a detener el avance del plan perverso del capital mundial. Lo que si apoyamos es el espíritu cuestionador de una juventud cansada de la corrupción, de las mafias y de la guerra, que junto a un gran porcentaje de la población colombiana, logró poner al ex alcalde de Bogotá en segunda ronda contra el candidato uribista.
Nosotros nos apoyamos en la idea de que el movimiento de la "Colombia Humana" pueda seguir desarrollándose orgánica y políticamente más allá del resultado electoral del próximo 17 de Junio, que consolide su propia fuerza y confianza y sea capaz de construir una dirección amplia, plural y diversa, que fue probablemente la gran debilidad del proceso bolivariano y hoy lo estamos pagando con creces. Que como organización empiece a colocar la solución a los problemas en el terreno de la lucha política, que es donde a Petro se le probará si estará a la altura de tal exigencia. Es en eso en lo que creemos y no en el surgimiento de ninguna especie de mesías como sugiere Sant Roz, que no es más que una fábula para justificar a la cúpula termidoriana.