Metodológicamente, comencemos por el principio. Tagore escribió un análisis sobre "Nacionalismo" con un subtítulo apropiado para aquellos momentos históricos: "…Todas las grandes naciones de Europa tienen sus víctimas en otras partes del mundo…". (Tagore, Rabindranath. "Nacionalismo". Taurus. España, 2012, pp. 103); texto dividido en tres capítulos: "El nacionalismo en Japón"; "El nacionalismo en Occidente"; y, "El nacionalismo en la India".
Curiosamente, Tagore no se permitió opinar sobre "el nacionalismo en China" a pesar de haber sido invitado a la ciudad-puerto de Shanghai (China) con la finalidad de sostener conversaciones, charlas y conferencias no solo con la intelectualidad china sino con aquellos europeos que se encontraban inmersos en las realidades de cambios profundos que se venían sucediendo en todo el territorio de la geografía china; charlas referidas, aquellas conversas, sobre aquel movimiento "anti-colonial" que se venía desarrollando en el Asia: India, Indonesia y China, fundamentalmente, justo posterior a los sucesos que se expresaron con la Revolución Bolchevique y, evidente, las reales y políticas influencias de la Tercera Internacional cuando Vladimir Ilich Ulianov, aka: Lenín, y el indio, M.N.Roy, quienes discutieron sobre las realidades coloniales en sus propias zonas geográficas y los impactos geopolíticos y geo-estratégicos. (Marx, Karl, Friedrich Engels. "Sobre colonialismo". P&P,37; "Los Cuatros Primeros Congresos de la Internacional Comunista". P&P, 43; "La Internacional Comunista y el Programa Colonial. P&P, 52; "La Cuestión Nacional y la Autonomía". P&P, 81).
El Diccionario Ideológico define "nacionalismo" como: "…apego de los naturales de una nación a los usos y costumbres de ella…". Claro y preciso. Cualquier ejercicio intelectual nos lleva a una primera conclusión cual sería que cada nación se manifiesta en si misma según sus realidades socio-históricas circunscritas a su teología antropológica. Ello nos permite llevar nuestros avatares a una segunda reflexión cual sería expresar las profundas diferencias, reales y objetivas, entre la socio-religiosidad estadounidense frente a las propias realidades histórico-telúricas venezolanas. Es decir, en fáciles conceptos, cuando no se podría poder alcanzar similitudes objetivas en los inconscientes colectivos de ambas sociedades en mención, venezolana y estadounidense, similitudes (¿?), reales y objetivas, entre la ideología religiosa fundacional (Vladimir Acosta) del calvinismo-protestante estadounidense y la auténtica multi-religiosidad que ha imperado, objetivamente, en la amplia sociedad histórico-geográfica venezolana. Ello nos llevaría a concluir que solo y solamente cualquier intención de diálogo entre los Estados Unidos de América y Venezuela, en sus reales bases histórico-actuales, circunscrita en el marco referente de la Revolución Bolivariana y Chavista, será, evidente, muy complicado sino difícil sin la base fundamental sustentada en el obligante respeto entre las partes.
Y, lo inmediato anterior, nos obliga a preguntarnos: ¿cuál es la relación entre lo ante-expuesto y el nacionalismo?
Nos dice Tagore, en referencia a su disertación sobre el Japón, que "…cuando los asiáticos empezábamos a creer que las cosas no cambiarían nunca, Japón despertó de su letargo, dejó inmediatamente atrás la inercia de siglos y se puso a la altura de los mayores logros del presente…" (Idem, pág. 7. Tesis expresada y expuesta en las décadas de los años 20 del siglo XX). Se refería, en lo histórico, al tránsito del Japón de lo significado-histórico de la gobernanza de los Tokugawa, cuasi obligadamente, a realizar lo que históricamente se ha denominado como la "Restauración Meiji". (Asomura, Tomoko. "Historia política y diplomática del Japón moderno". Monte Ávila Ed. Caracas, 1997, pp. 227 y Maita, José Gregorio. "El Sol Naciente versus la Cruz de Hierro. Japón en la Primera Guerra Mundial". Monte Ávila Ed. Caracas, 2011, pp. 439).
Ahora nos volvemos a inquirir: ¿qué significó, visto el futuro real del Imperio japonés, la relación entre la Restauración Meiji y la transformación de la clase samurái en los zaibatzú (keiretsu)?
Expliquemos someramente algunas realidades históricas. La expansión del imperio británico hacia el Asia, concretamente, en una primera fase, hacia la India, confrontando a franceses y holandeses, in situ, para, posteriormente, trasladarse a la región meridional de la China, Macao y Cantón, regentada por la dinastía manchú, irrumpe en lo nacional-histórico local asiático con ese concepto que bien expone y precisa Rabindranath Tagore: "letargo [socio-político-histórico]", les demostró tanto a China como, fundamental, y al Japón, realidades referidas a los objetivos retrasos en los campos de la Ciencia y Técnica/Tecnología con los avances expansionistas europeos, comparativamente, en tres variables fundamentales: política, militar y jurídica adobados todas las tres variables por las religiones euro-céntricas, como ideologías fundamentales y necesarias, para la sumisión de los nacionales de esos país-naciones asiáticas a la realidad euro-céntrico-ideológica tanto en lo estructural-económico como en lo super-estructural sobre bases de lo dialéctico-histórico, objetivamente, como inevitable, en el marco referente de las nuevas realidades en las relaciones internacionales y las nuevas teorías en las Ciencias Políticas y Jurídicas en el marco internacional hacia una globalización paradigmática capitalista.
En ese orden de ideas, nos consideramos que sería el Imperio del Japón el país asiático que más rápidamente reaccionaría ante aquellas reales y objetivas debilidades interno-nacionales en el marco de esa nueva realidad internacional-expansivo-europea cuales expresaban en sus imposiciones la obligante sumisión nacional hacia aquellos expansivos imperios europeos junto a los cuales se les incorporaría, cuasi inmediatamente y no tan tardíamente, el naciente y expansivo imperio estadounidense.
En cortas fáciles palabras para la comprensión político-histórica. Serían las realidades consecuenciales de una balanza de pagos en el intercambio comercial entre Gran Bretaña y China, el "proceso catalizador-imperial-capitalista", que le permitiría al capitalismo expansivo proceder a "entrar en el zaguán" del concepto no-conocido-aún denominado como "imperialismo". Es decir, aquella realidad referida a la balanza de pagos en el comercio bilateral en referencia la que obligaría al Imperio británico a comenzar las exportaciones de "opio" hacia el mercado chino con las finalidades de poder alcanzar no solo equilibrar dicha balanza referida sino comenzar a socavar, paulatinamente, "lo nacional-histórico" del nacionalismo chino.
Las contradicciones se agudizaron, las cuales llevaron a reacciones de Política de Estado asumidas y aprobadas por el gobierno de la dinastía manchú-china que llevaron a una muy corta confrontación bélica en las realidades geográficas de Cantón y la consecuencia de la derrota de un ejército chino caduco en lo tecnológico-militar y la imposición, por parte del Imperio Británico, de la firma del primer tratado internacional avasallante para nación alguna pero dentro de la nueva norma jurídica internacional contenida en el denominado como el "Tratado de Nanjing" que se refrendó, únicamente, entre el Imperio Británico y la dinastía manchú-china cual sería el comienzo de la nueva realidad que era de objetiva necesidad de lo sistémico-capitalista en sus nuevas realidades internacionales con el comienzo de un nuevo concepto aplicado a China denominado como una nación "semi-colonial" según el contenido del referido tratado.
¿Hubo reacción a lo interno-nacional del Imperio japonés entre las consecuencias del tratado consecuencial firmado por Gran Bretaña y China producto de la asimetría militar entre ambas naciones y la presencia del Comodoro Matthew C. Perry en aguas territoriales japonesas (Bahía de Edo, 1853)?
Mencionamos más arriba sobre la "Restauración Meiji" y los zaibatzu. La restructuración profunda del Estado japonés sería una decisión político-realista de la clase samurái frente a los conocimientos de la expansión imperial de las testas coronas europeas y del neo-imperio-estadounidense junto a las objetivas debilidades tecno-científicas tanto en lo conceptual-Estado, en lo militar como en lo teórico-sistémico-del-capitalismo-expansivo todo arropado por un fuerte y tradición concepto del nacionalismo-tradicional-histórico japonés.
Nos permitimos avocarnos a la referencia "zaibatzu". Ello significó una profunda restructuración de la economía sobre un concepto cual consideramos inédito en lo estructural-sistémico conformándose compañías especializadas en líneas de producción y la constitución de la compañía responsable de las negociaciones comerciales internacionales denominada como Sumitomo cual permitía una gerencia global-industrial según las realidades y necesidades objetivas de la economía japonesa en el marco de aquellos cambios profundos estatales. ¿Qué significó?
En una primera consideración se logró alcanzar un equilibrio interno y externo frente a las presiones de los imperios presentes en esa zona asiática. Como segundo estadio, el Imperio japonés logró diseñar una política a lo interno en la consolidación del proceso de cambios profundos y en lo externo desarrollaría un pensamiento contra-expansión-imperial bajo el título de "Asia para los asiáticos" (¿Doctrina Monroe asiática?).
El desarrollo económico-estatal japonés se confrontó con sus propias realidades limitadas internas tanto en las necesidades de materias primas como de mercados lo que los "obligó en seria necesidad" a adscribirse a lo fundamental político expansivo de los imperios europeos y los Estados Unidos de América.
El desarrollo de aquellas lógicas contradicciones llevó al Imperio japonés a desarrollar, en el marco de su neo-política-expansiva, a escenarios de guerra colonial primero en la península de Corea con la consecuente derrota de las tropas chinas y la imposición de un tratado colonial-imperial a China y su entrada a la Manchuria para, posteriormente, confrontarse, bélicamente, contra el Imperio zarista con la conclusión de la completa aplicación del modelo expansionista-colonial que concluiría con la guerra mundial en el Pacífico y la conocida derrota en 1945.
A modo de conclusión nos permitimos extraer la importancia de los zaibatzu como modelo económico que permitió la consolidación del nacionalismo japonés, modelo que sería "rescatado" por la presencia estadounidense en suelo japonés en todo lo significativo de su importancia en la consolidación de la permanencia de la clase social guerrerista japonesa bajo la nueva denominación de "keiretsu".
Nos dice Tagore que "…al buscar conscientemente el engrandecimiento de su propio poder entra en conflicto con su naturaleza más íntima…" (Ibidem, pág. 21).