Quinto malo

Diplomacia de torsión

 

«Aguantamos hasta

el pendejismo»

René, Calle 13

 

La ratificación del control y dominio del Estado colombiano, por parte del narcotráfico y el paramilitarismo, ha quedado patentada con la victoria electoral de Iván Duque para ocupar la presidencia de la República en el vecino país.

Ya empieza a ser tarde para los análisis electorales acerca de lo que allí ocurrió el pasado domingo 17 de Junio en la segunda vuelta o balotaje entre Duque y el ambiguo Gustavo Petro.

Lo único cierto es que hoy los Estados Unidos pueden seguir contando con la trilogía Uribe - Santos - Duque, para asegurarse la cuantiosa provisión de droga que se produce en Colombia y cuyo principal comprador es su amo del Norte. También EEUU podrá seguir manejando su economía paralela, libre de impuestos y control público, por la vía del narcotráfico.

Pero algo que, política y militarmente, le conviene a EEUU, en la presente coyuntura, es disponer de un aparato de hostigamiento político, mediático y paramilitar contra Venezuela, sin necesidad de movilizar muchos recursos materiales ni personal.

Duque, aunque en línea directa con el uribismo, es «sangre nueva» que alimenta un cuerpo de guerra que es el Frankestein del imperialismo, en esta región.

La apuesta gringa es para vencer a Venezuela y han confirmado la alianza del Estado colombiano, ahora con Iván Duque a sus órdenes desde la presidencia de la República.

Por otra parte, la estrategia del gran capital transnacional y los aparatos yanquis de poder político y militar, saben que cuentan con los movimientos de provocación guerreristas desde la vecina Guyana que acaba de interponer acciones ante La Haya para robar territorio a Venezuela o, al menos, desplegar defensas armadas fronterizas, con el objetivo de distraer y debilitar a Venezuela, para lograr su planificada invasión por el Imperio estadounidense.

Para Venezuela, lejos de augurarse tiempos de paz, lo que proliferan son amenazas y guerras de desestabilización desde Estados Unidos con el apoyo real y contundente desde Colombia y Guyana, amén de otros perversos aliados, menos cercanos geográficamente, dispuestos a prestar sus territorios para un eventual ataque invasor contra el pueblo venezolano.

La diplomacia de torsión imperial, previa a la invasión militar contra Venezuela, parece estar cada vez más clara.

Para nosotros se trata de afinar la Defensa Integral de la Patria, en todos sus espacios (incluyendo los de la memoria y la mediática) para asegurarnos la victoria frente a un enemigo que, en última instancia, tiene puesta su mirada en nuestras riquezas, para poder asegurarse unas cuantas décadas de supervivencia en el dominio mundial.

Nuestro deber es estar preparados y alertas.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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