Geopolítica mundial en profundos cambios estratégicos

La Revolución Bolivariana se encuentra inmersa en una vorágine internacional dentro de las confrontaciones entre los poderes mundiales del actual "nuevo siglo" (XXI). Es de obligación precisar ese concepto propuesto referido al "nuevo siglo" cuando asumimos que nos encontramos, Venezuela, inmersos en los finales de la primera década del siglo XXI en escenarios combinados de "guerra no tradicional" en tanto la evolución en perfectibilidad por la reingeniería del capitalismo estadounidense, en el marco de la importante crisis de la comunidad europea, por el inevitable desarrollo de las estructuras económicas y el proceso paulatino de la super-estructura jurídico-ideológica de China todo ello adobado por el resurgir de la Rusia de Vladimir Putin en su actual proceso de "rusificación histórica".

Es demostrable que hay una íntima relación entre esos obligantes cambios del capitalismo global y la necesidad de que las fábricas globales sigan "echando humo"; es decir, es con el uso de los combustibles en todo su espectro energético como esas fábricas continuaran con sus lógicas labores. Consideramos que no es de necesidad exponer la importancia del petróleo tanto "aguas arriba" como sus necesarios desarrollos "aguas abajo". Pero de seguro que los expertos también considerarán otras variables económicas como son el comercio internacional tanto CIF como FOB con su correspondientes relaciones con las denominadas y aceptadas "rutas marítimas" en tanto que ese comercio internacional, por ahora, sigue transitando por buques mercantes y petroleros, por la mar y los océanos para llegar a los puertos de destino. Todo ello significa "los costos" como una variable más para la ganancia y la acumulación capitalista mundial.

Que el capitalismo como sistema socio-económico se encuentre inmerso en las consecuentes necesidades producto de sus propias crisis estructurales, las necesidades de realizar las correspondientes correcciones sistémicas para, en el marco de la perfectibilidad sistémica poder realizar los cambios profundos necesarios para su continuidad histórica, es lo lógico-natural en el marco de los procesos humanos que impone la Historia de la Humanidad en su natural proceso de desarrollo social para poder así poder alcanzar su cenit aspirado lo cual significaría el comienzo del fin del sistema capitalista producto y por su natural decadencia histórica como diría el cámara Carlos Marx.

¿Cómo percibimos, objetivamente, la decadencia de lo sistémico capitalista?

Hemos escuchado y leído en infinidad de oportunidades sobre la "decadencia y caída del capitalismo". Como slogan está muy bien es útil políticamente pero como objetiva realidad contrastante esa cantarela ha ocasionado e incurrido en decisiones políticas profundamente erradas con consecuencias muy graves para el objetivo natural del "ser creado" como "ser social" cual es el equilibrio entre lo real y lo utópico social, económico, ideológico tanto como sicológico sí se nos permite resumirlo en esas expuestas realidades, por ahora.

Pero tratemos de entrar en realidades actuales que nos afectan como sociedad venezolana ante los cambios inevitables en curso del sistema mundial donde la crisis capitalista se está viendo profundamente afectada por el proceso de multipolaridad en "pleno desarrollo" donde se conocen actores políticos cuales consideramos que no ha mucho tiempo atrás no entraban en el juego de ajedrez global.

La actual "perfecta decadencia del capitalismo global" se encuentra caminando hacia su propia transformación sistémico-capitalista, es decir, lo que denominamos como su propia reingeniería, con precisos objetivos socio-económicos de superación para su supervivencia, considerados, en el caso de Venezuela, como "factores nacionales dependientes" de Washington en una reingeniería mundial de "Gobierno Absoluto" en imagen y semejanza a tiempos pretéritos históricos (¿Luis XIV, el Rey Sol?). El absolutismo es una realidad histórica aspirada por ciertos poderes mundiales en sus relaciones íntimo-sistémico-capitalistas actuales; es decir, poder alcanzar la "fase superior del imperialismo".

¿Cuál es la realidad actual de la globalidad?

La guía la tenemos en las declaraciones del Presidente estadounidense, Donald Trump, por sus acostumbradas vías de comunicarse, concretamente, por vía twitter. El solo hecho de la manera como el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica que es y se considera como el "único Caesar actual" emite "políticas gubernamentales" como "política del Estado estadounidense", de entrada, nos está emitiendo un nuevo concepto de gobernabilidad global como imperio aún cuando nos cueste creerlo. La importancia jurídica en el marco referente del Derecho Internacional de cada uno de los twts emitidos por el señor huésped de la Casa Blanca es "legal y legítimo", claro, en considerándose el ser el Presidente del omnímodo Poder Global, a decir del imperio como expresión histórico-temporal.

Pero Donald Trump en su característica actuación teatral puede y así lo realiza dar una declaración hoy y cambiarla mañana con su cara bien lavada, diría mi señora madre, pero ello, esa actitud, no es falta de seriedad política sino es radical expresión imperial y es por ello que es de considerar, muy seriamente, porque no solo produce y provoca crisis profundas además de muy serias en el contexto de las relaciones internacionales sino una sicosis al mejor estilo del director de cine, Alfred Hitchcock. Por ejemplo, hoy dice que "…todas las opciones están sobre la mesa…" cuando se refiere a la incomodidad que le está produciendo no solo continentalmente sino también en los escenarios mundiales, la Revolución Bolivariana y mañana expresa que Jhon Bolton es radical porque quiere y desea invadir Venezuela e Irán.

Cabría la inquietud de preguntarnos: ¿cuál es la verdadera intención de la Política de Estado estadounidense con respecto a sus relaciones con Venezuela y su Gobierno Bolivariano y Chavista presidido constitucionalmente por Nicolás Maduro Moros?

Ante tamaña gravedad, en el marco de la relaciones internacionales continentales y globales, donde la Diplomacia es, ciertamente, "un cero a la izquierda", se han expresado tanto en el marco de lo nacional como en lo internacional dos escenarios fundamentales con respecto a Venezuela: el primero es la Política de Seguridad y Defensa de la Nación que se expresa, en su conocimiento, públicamente, sin tapujos ni medias tintas. El segundo escenario es el internacional que se manifiesta en las solidaridades de Rusia y China hacia el Gobierno bolivariano.

Es decir, aún en el marco del "Bloqueo", mejor, "de los Bloqueos" a Cuba y Venezuela, la geopolítica internacional se está viendo profundamente afectada por tres escenarios fundamentales. Tenemos el escenario de la Comunidad Europea donde el actor a confrontar al mejor estilo de los tiempos de la post-Guerra Mundial, es Rusia junto con su Presidente Vladimir Putin. El segundo escenario es el referido a la Región Oriental del Asia y el Pacífico donde el enemigo fundamental de los Estados Unidos de Norteamérica, es la República Popular China bajo la batuta del Presidente Xi JInping. Por último, el escenario de las relaciones de Caracas con Washington que contienen diferentes realidades geo-estratégicas complejas de muy difícil manejo diplomático; es decir, no estamos en Esquipulas.

La Comunidad Europea se encuentra inmersa en un cul de sac. Pertenece a la OTAN, compra aviones F-35 (dependencia militar y tecnológico-militar a los EEUU de América), aún en el marco de la actual crisis trasatlántica sigue perteneciendo a esa vetusta política heredera de la Segunda Guerra Mundial, inmersa en la "crisis real de identidad" y de pérdida del sentido histórico como nos comentaría alguna persona cercana al CC del PCCh: "…Europa está vieja…".

Al objetivar las realidades de la Comunidad Europea se podría concluir, sin caer en exageraciones, que la Comunidad está comenzando a pagar "sus pecados históricos expansionistas" cuales los realizaron durante todo el proceso de expansión imperial-imperialista mercantil e industrial que se expresó durante todo el siglo XIX no solo en Asia como también en África. Ya no está presente "Mister 2½%", Calouste Sarkis Gulbenkian, quien les solucionaría el problema energético-petrolero y es por ello que en las actuales circunstancias el dialogante obligado se llama Vladimir Putin.

La Región de Asia y el Pacífico está convulsionada geo-estratégicamente. Sí consideramos que la distancia en vuelo comercial desde San Francisco hasta Tokio son, solamente, 15 horas de vuelo y que el tránsito marítimo se prolonga por, aproximadamente, entre dos y tres semanas, con buen tiempo, el mover buques de guerra, aviones, tropas y equipo desde los geo-espacios estadounidenses hasta Guam, Hawái, Japón, Corea del Sur, la isla de Diego García e incluso Afganistán, entre otros espacios de uso militar, significa ir, paulatinamente, en el tiempo, realizando esas labores de traslados para poder confrontar a unos 2 millones de soldados sin contar a los milicianos chinos. Es decir, se nos presentan unos interesantes desbalances y asimetrías que podrían significar la necesidad de utilizar "armas nucleares" para así poder equilibrar dichas desventajas geo-estratégicas.

Por último nos confrontamos con las actuales realidades de las agrias relaciones existentes entre Caracas y Washington. Es evidente que hay una objetiva asimetría de intereses en las políticas de Washington hacia Venezuela con respecto a sus relaciones con Moscú y Beijing. Importantes y graves diferencias.

La política neo-expansiva que viene desarrollando Washington hacia todo el continente americano se la podría definir como la reingeniería de la "Doctrina Monroe" pero en un espectro geográfico aún más amplio y no solo circunscrito al Caribe y Centroamérica (Mahan); es decir, los tiempos del canciller Arístides Calvani están siendo superados en profundidad como superados están siendo los tiempos de "Punta del Este" y del "Plan Condor", estamos en tiempos diferentes tanto por la crisis sistémica como por los desarrollos en las conciencias sociales continentales.

La necesidad de Washington de desarrollar geo-estratégicamente lo significado de la "Doctrina Monroe" en todo el continente americano está en íntima relación con sus relaciones con Moscú y Beijing pero no solo por sus presencias en diferentes países en América Latina y El Caribe sino por los escenarios internacionales de fuertes y profundas contradicciones geopolíticas con sus impactos geo-estratégicos además de la objetiva significación de ser y mantenerse como "el imperio" cuando se encuentra, en las actuales circunstancias y escenarios globales, en una muy grave y profunda crisis imperial-imperialista.

¿Podrá Washington equilibrar sus propias contradicciones internas?



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Miguel Ángel Del Pozo


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