Todos los días se escuchan nuevos rumores. Golpe de estado, impeachment, pedido de renuncia y cosas por el estilo. La realidad es que el gobierno de Jair Bolsonaro sufre su peor crisis y cada vez más sectores discuten cómo sacarlo del poder.
La crisis política en nuestro país pegó un salto en las últimas semanas y coloca a la orden del día la posibilidad de la caída del gobierno. Cada vez más solo y debilitado, Bolsonaro apela a su discurso negacionista, contrariando las medidas que se están tomando en casi todo el mundo. Ayer domingo volvió a convocar una caravana de autos y una manifestación callejera que terminó con un discurso frente al Cuartel General del Ejército ante una audiencia pequeña pero no menos demente que su dirigente. Con carteles y banderas, exigían la anulación del Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF), lo que obviamente provocó una ola de repudio inmediata. Hoy, el Folhia de Sao Paulo publica una entrevista a dos altos generales del ejército que niegan cualquier intento golpista por parte de las Fuerzas Armadas y que, por el contrario uno de éstos aclara que "el estado democrático de derecho es un pilar para su generación y que no hay la mínima posibilidad de aventuras golpistas. El presidente sabe de eso."
Un debate necesario, cómo tirar a Bolsonaro y su gobierno?
Mientras Bolsonaro continúa con su empresa criminal de desprecio a la salud y vida del pueblo, provocando que el coronavirus avance sin tregua aumentando sideralmente el número de muertes, atacando fuertemente a la primer línea de combate, los miles de trabajadores y trabajadoras de la salud que van a la batalla sin armas, o haciendo que millones de desocupados o trabajadores informales padezcan la miseria y el hambre, o sea mientras el pueblo trabajador y pobre sufre las consecuencias de un gobierno genocida, el conjunto de los partidos y representantes de la oposición se debaten sobre cómo salir de esta crisis de gobierno mejor parados. Con especulaciones electorales e intereses de todo tipo se unen en un objetivo común, salvar el régimen democrático burgués y su gobierno, en definitiva salvar la ganancia capitalista.
Las alternativas que escuchamos hablan de mover fichas de un tablero: sacar uno para que entre otro, como ya lo vimos antes con Dilma y Temer, y claro, que lo decida la cueva de bandidos que se refugia en el parlamento. Ya sabemos cómo termina esa película y es por eso que no confiamos en ninguna de esas alternativas, que en vez de poner el eje en construir la mayor unidad y fuerza en la movilización para tirar a este gobierno, nos hablan de apostar a la salida parlamentar como lo hacen equivocadamente muchos compañeros del PSOL, o como el PT y Lula que sigue en su línea de fortalecerse como alternativa electoral y de recambio gubernamental, anulando cualquier proceso de movilización.
Peleamos para echar a Bolsonaro, Mourão y todo su gobierno para que seamos los y las trabajadoras, las mujeres, las comunidades originarias, los jóvenes, el pueblo pobre, en definitiva, los que hacemos funcionar este país todos los días quienes gobernemos. Que seamos nosotros y nosotras quienes decidamos nuestro futuro con la fuerza de la movilización y no dejárselo en manos de quienes lo ponen en riesgo una y otra vez. El camino es el de fortalecer todas las luchas en curso, los cacerolazos y cualquier medida de lucha que surja. Como también exigirle a las centrales sindicales la urgente convocatoria a una Huelga General. También fortalecer los comités de emergencia que ya existen en algunas barriadas populares y desarrollarlas donde no existen. No sólo en barrios sino también en fábricas o lugares de trabajo y estudio, construir organización obrera y popular independiente para defender nuestros derechos y hoy más que nunca, para defender nuestras vidas.
Desde Alternativa Socialista y la LIS (Liga Internacional Socialista), militamos y apostamos por esta salida anticapitalista y socialista, te invitamos a que te sumes y lo hagamos juntos.