Beso trumpiano y beso trompoiano

El beso trumpiano y el beso trompoiano, este desenlace adelantado, a lo que los sabedores literarios constructivos estructuralistas, en que este cura ignaro raro cleuasmo asno, no métese en pozo jondo, por estar poco católico en la temática cuentista novelística, mas y más, el cuento y la novela, han de ser casos límite contradictorios caliginosos, en tanto en cuento al desenlace, que va al principio, en el cuento, y, en la novela al final. A lo que ha de haber una obra literaria entre el cuento y la novela, tanto como entre el realismo ingenuo einsteiniano y realismo mágico cervantino, evidente de que existe, en el medio aristotélico profundo, y, a lo que usted, ha de darle nombre, usted está preparada y preparado por cancharle el nombramiento.

Con digresión y sin digresión, esto sucedió jace ya mucho tiempo, lo recogiera Las Noticias de Cojedes, de lo que pudiera dar fe, el periodista Elindio Engorda Alcesar, en que un atrevido borracho báquico excesivo, que no borracho báquico defectivo, en Las Vegas de Cojedes, el bonito borracho excesivo, tomó forzada dama, que no en la cama, sino en la calle principal de la citadina ciudad de Las Vegas, a una media cuadra de la Plaza Bolívar, en que por la acera del botiquín, pasara la dama andarina golondrina con la agraciada, que no desgraciada, discapacidad congénita de haber nacido muda, la muda Ana Dorotea Rita, que no irrita, mas y más, la írrita bonita valuada muda, que no violada, abrumara al borracho Agapito Trompo, y aflorara la lívido del borrachito, que no paróse en barras, y cogiera a la muda Rita, y, púdole meter un soberano beso forzado público, que llevóle de un solo y sólo lenguazo, la úvula, que no la vulva, hasta las asaduras de la discapacitada dama inerme, que la desarmada muda indefensa, de recurso dentario manual, pególe un descomunal mordisco al desalmado borracho atrevido, y, éste quedara sin lengua, y, regresara ensangrentado deslenguado al botiquín del libidinoso licor, a rumiar su atrevimiento contra la inocente Rita mudenca, la muda de Las Vegas, en su vagar por la acera del Botiquín de Bartolo, en que mas y más nunca ningún borracho, atrevióse a meterle lenguas a fondo al apéndice galillo de la gargantilla de la hermosa muda modelo marmoleña ojos de culebra brava, que no de pasarela jabada piroca hermosa culeca rabiada, de abultadas llamativas nalgas, contenidos que contiene el continente de florestas licras rubicundas llamas, que no sin razón, el borrachito trompoiano envegado, desajustóse ósculos almígeros sexuales, que a mas y más, que un trumpiano norteamericano Pato Donald Comiquita Trump, hubiera resuelto en palco baño privado cubierto en similaricadencia tautológica repetitiva platónica a lo de Agapito Trompo, en plateo espacio abierto, que no de otra suerte que como cuando asina de agarrar un trompo en la uña y en la mano, y, en que la cabuya reventara por lo mas y más lenguado.

Con alborozo y sin alborozo, esta lata perola perorata paraulata, deviene de la página web de la Iguana TV, del 17 de septiembre de 2020, https://www.laiguana.tv/articulos/802923-exmodelo-acusa-trump-agredirla-sexualmente/: "«Me metió su lengua hasta la garganta»: Exmodelo acusa a Trump de agredirla sexualmente. Una exmodelo estadounidense ha acusado a Donald Trump de agredirla sexualmente hace más de dos décadas durante un partido del torneo de tenis US Open, informa el diario The Guardian. Amy Dorris, de 48 años, relató al periódico británico que los hechos ocurrieron el 5 de septiembre de 1997. Aquel día, Dorris y su entonces novio, un amigo de Trump, estaban entre los invitados del actual presidente en su palco privado en la sede donde se juega el Abierto de Estados Unidos en Nueva York. La exmodelo, que entonces tenía 24 años de edad, afirma que el ahora inquilino de la Casa Blanca la abordó cuando se encontraba en el baño, donde la sujetó, la besó forzosamente y le tocó las partes íntimas de su cuerpo. «Me metió su lengua hasta la garganta y lo empujé. Fue entonces cuando me agarró más fuerte y sus manos me palparon el trasero, los pechos, la espalda, todo», comentó. «Me sentí violada» Entre las pruebas que ha aportado Dorris figuran su entrada al US Open y varias fotos junto a Trump. La mujer señaló que pensó en hablar públicamente sobre este incidente en 2016, cuando durante la pasada campaña electoral varias mujeres hicieron acusaciones similares contra el entonces candidato republicano a la presidencia, pero decidió callar para no perjudicar a su familia. «Me sentí violada» y «no hice nada para animarlo a tocarme», señaló Dorris, quien dice sentirse frustrada al saber que otras personas que acusaron a Trump de agresión sexual han sido tachadas de mentirosas. «Estoy harta de que se salga con la suya», finalizó. Reacción de Trump A través de sus abogados, el mandatario ha negado estas acusaciones, alegando que la versión de la exmodelo no resiste ningún escrutinio y que si el ahora mandatario hubiera tenido un comportamiento inapropiado en el baño de su palco, otras personas más habrían sido testigos de esos hechos. También cuestionaron por qué Dorris no ha presentado ninguna denuncia sobre la supuesta agresión sexual ante un tribunal. El equipo legal de Trump sugiere que la acusación puede esconder motivaciones políticas, ya que tiene lugar pocas semanas antes de las elecciones presidenciales."

Con divagancia y sin divagancia, la suerte del Pato Donald Comiquita Trump, está echada y en que estuviera cruzando el Rubicón, el Rojo Rubicundo Inquilino de la Casa Blanca, contra Mike Pompeo, y contra Amy Dorris, jarta lengua est mía, y, mientras, Comiquita Trump, forrado de chequeras por todas partes, mintiera y metiera manos a Dorris, menos por una, y, apoyado eternamente por lo de chequera mata galán, matara al galán novio de Dorris, y, en que el galancete borrachito envegado cojedeño, quedara desnudo y sin lengua, y, que todavía uno cierra este ejercicio, y siente los barruntos libidinosos de Agapito Trompo, queriendo coger el trompo en la uña de la muda Ana Dorotea Rita, y, Comiquita Trump, a la exmodelo Amy Dorris, deslenguada, ahora, en que tienen lugar pocas semanas antes de las elecciones presidenciales, el martes 03 de noviembre de 2020, día de San Martín, en que el Tigre Eduardo al ritmo Banda Show Rumba De San Martin, y, a grito de ¡San Martín!, esperara las elecciones, envuelto vuelto acostado infinito ocho, en que ganara las elecciones presidenciales, el gocho en el ochenta y ocho, a según el periodista Elindio Engorda Alcesar de Las Noticias de Cojedes.

Si el beso trumpiano y el beso trompoiano, son casos límite contradictorios caliginosos, de la riqueza y de la pobreza, del amor y del odio, de lo agresivo y de lo pacífico, de la guerra y de la paz. Entonces sea dicho que la metáfora histórica histérica eufemística paradójica libidinosa es la misma en los escrotos de Comiquita Trump y de Agapito Trompo. Ergo vergo sea dicho que Amy Dorris, jarta lengua, fue menos agresiva que la muda Ana Dorotea Rita, que fuera jarta y comilona de la lengua de Agapito Trompo. Ergo vergo sea dicho que a buen seguro, Ana Dorotea Rita, hubiérale truncado la lengua a Comiquita Trump, por la calle de en medio entre el beso trumpiano y el beso trompoiano. Ergo vergo sea dicho que el Pato Donald Comiquita Trump, no hubiera llegado a tantos desmanes históricos cósmicos cómicos, él, el deslenguado de Ana Dorotea, y, ésta cancelara y truncara definitivamente, su carrera política, el día de San Martín, con ¡NO MORE TRUMP! tanto como cancelara y trompara la vertiginosa carrera alcohólica culeca de Agapito Trompo, que quedara con trompa sin lengua, la tarde de San Martín en la cálida ciudad de Las Vegas de Cojedes, jase muchas noches de los tiempos.

 



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Miguel Homero Balza Lima


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