López Obrador es de centro, habla como de izquierda y gobierna respetando a la derecha

1. El presidente López Obrador no es una incógnita; al contrario, es muy claro: ha repetido mil veces que él no es de izquierda, como sí lo fueron Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Lula da Silva, José Mojica, Daniel Ortega, que incluso ellos mismos se reconocieron luchadores socialistas. AMLO, aunque fue un radical del PRI, renunció a ese partido en 1986-87 cuando Cárdenas, Muñoz Ledo y Ifigenia se dieron cuenta que el PRI dejaba su histórico centro político para ubicarse en la derecha, junto al PAN. Así AMLO se unió a Cárdenas para integrar otro partido en 1989, mismo que sería el PRD. El PRD mismo no aceptó reconocerse de izquierda.

2. Aunque no se quiera hablar de historia política y de ideologías, cargamos siempre un sello para nuestras actuaciones, mismas que nos ubican. AMLO nunca fue marxista ni izquierdista por ello nunca ha reconocido la existencia de clases sociales (explotadores y explotados, burgueses y proletarios, ricos y pobres) y por tanto la lucha de clases, es decir, la lucha de los pobres, de los miserables, por conseguir un salario para vivir y la de los ricos, los millonarios por seguir sometiendo a los trabajadores para hacer más grande la explotación y la opresión, su poder y su riqueza. AMLO habla de la corrupción, pero jamás del capitalismo que la crea.

3. Muchos discursos de López Obrador parecen de izquierda, sobre todo a raíz de la defensa correcta que ha hecho de Cuba y Venezuela frente a los asesinos mayores yanquis y la ultraderecha. (Aclaro: llamo asesino mayor a los que bombardean e invaden países y pueblos, así como a los millonarios que saquean la riqueza matando de hambre a los pobres y miserables; el asesino menor es el que mata o asalta para robar y comer) ¿Cómo no solidarizarse con los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, que -aunque hayan cometido errores- han sido víctimas directas durante años de intervenciones yanquis y de los ricos agentes en cada país?

4. Las denuncias de AMLO en las "Mañaneras" son buenas porque nos reiteran los nombres de los 500 ladrones políticos, empresarios, intelectuales, saqueadores y asesinos de regímenes capitalistas anteriores y de hoy; pero se torna demagógico cada discurso cuando no se hace nada para ponerlos en prisión mientras ellos mismos devuelven lo robado. La gente empieza a entender que el fiscal Gerz, los jueces y el INE, están al servicio directo de AMLO, (que es el presidente y el que manda) y actúan al ritmo que les ordenan. ¿Cómo permitir que se siga saqueando al país, que los grandes empresarios publiquen acerca de los miles de millones que ganan al año?

5. Se ha concluido que López Obrador es de centro político, habla como si fuera de izquierda y gobierna respetando a la derecha. Quizá esa estrategia le esté dando resultados a su gobierno y a quien lo sustituya; pero el 80 por ciento de la población seguirá pobre, miserable y al borde del hambre. Muchos muy jóvenes, al triunfar la revolución cubana en 1959 y ver que por lo menos ocho guerrillas se habían desatado en Guatemala, Colombia, Venezuela, Bolivia, puta, pensamos que en México no tardaría el pueblo en levantarse. El presidente López Mateos tuvo que declarar que era "de izquierda dentro de la constitución" y pensamos que el gobierno de Díaz Ordaz sería el último. Sesenta años después seguimos chiflando en la lona.



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Pedro Echeverría


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