¿Vacancia o vagancia?

  • La crisis en Perú es Política e institucional, de no modificarse la Constitución, la ultra derecha continuará utilizando sus ambigüedades para producir desestabilidad y mantener bajo control a cualquier presidente que no se adapte a sus intereses y le permita sus corruptelas.

Observamos casi a diario en los medios internacionales el tira y encoge en el medio del cual tienen al reciente Presidente de Perú Pedro Castillo, que casi no tiene tiempo para calzarse el sombrero, para aguantar la lluvia de impugnaciones que desde la bancada opositora y corrupta del parlamento peruano, donde está atornillada y agrupada en un laboratorio de guerra sucia, sacando todos los días de un baúl como el que aparece en la Comiquita "El Zorro y el Cuervo", cualquier argumento, cualquier pretexto para desestabilizar al gobierno.

Utilizan conceptos imprecisos, contemplados en la Constitución de la República Peruana, urgida de una reforma urgente, para buscar la forma de salir del Presidente Castillo, porque al final de toda la trama, se trata de eso, sacar del juego político al presidente recién electo, porque les resulta incomodo, quizás no puedan manejarlo o no se presta a ser manipulado en función de sus intereses.

Incapacidad moral, es uno de los argumentos utilizados para lograr la vacancia del Presidente. Al utilizar esa expresión, la mayoría opositora del Congreso Peruano, escupe para arriba, porque en el seno de ese grupo, nadie puede lanzar la primera piedra, ya que sus integrantes y los líderes de los grupos opositores de acuerdo las informaciones que de allí nos llegan están involucradas y son investigados por negocios sucios de toda índole. Entonces, nos preguntamos ¿Conque moral acusan al Presidente de Incapacidad moral?

Una de las más pugnases opositoras como es el caso de Keiko Fujimori, a quien llaman en Perú, "Huevo de Serpiente", representa a un partido llamado Fuerza Popular, minado por hechos de corrupción; ella misma está siendo investigada por delitos que contemplan hasta 30 años de prisión. Ha sido detenida en varias oportunidades con graves elementos de convicción pero por el tráfico de influencias que existe en ese parlamento y los tribunales, siempre sale airosa, a la vida política. Está acusada junto a su hermano, de haber recibido financiamiento ilegal por parte de la Compañía Odebrecht, financiamiento para su campaña electoral y de la mayoría de los parlamentarios de su partido. También se le acusa de de obstrucción a la justicia, falsa declaración en procedimientos administrativos, organización criminal y pare de contar.

Y esto sería como dice el refrán "Para muestra basta un botón", pero no es así, porque la corrupción a nivel de ese parlamento es generalizada. En investigaciones realizadas sobre el tema, en Perú, se ha publicado conversaciones telefónicas entre los parlamentarios y les mostramos esta conversación telefónica filtrada, que es una verdadera joya:

Al habla Gustavo Espinoza: "Hay que buscar el bienestar del país

Responde, Carlos Torres Caro: "No, no, aquí es el bienestar de nosotros primero. Antes de pensar en el bienestar del país tenemos que estar con el bienestar tuyo".

Y así es la catadura moral de la mayoría opositara en el parlamento peruano. El país les importa poco, los problemas sociales y económicos que tiene Perú, menos. Este grupo de parlamentarios que se ha apertrechado en el parlamento, sólo piensa en sus beneficios personales, en el tráfico de influencias, en percibir comisiones indebidas, en los negocios sucios y otra parte de sus intereses es tener un gobernante que los tolere, que les permita todo ese trama de corrupción.

Si se les pone obstáculos comienzas a censurar ministros para debilitar el gobierno, a buscar causales para inhabilitarlo, para sacarlo o para debilitarlo. Fíjense el gran esfuerzo realizado por Pedro Castillo para mantenerse en el gobierno, agotando gran parte de su tiempo en tratar de neutralizar las embestidas que se hacen contra él. Que si corrupción, cuando apenas tiene meses en el gobierno, que si incompetencia moral, que si no tiene experiencia para gobernar, que no tiene la estatura de un líder mundial. No sé cuantos otros falaces argumentos han utilizado para desmeritarlo y descalificarlo.

Pareciera que el bloque opositor no tiene otras tareas que enfrentar y sólo vaga y vaga, esperando la oportunidad para inventar nuevos argumentos para intentar vacar al Presidente Castillo.

La reciente decisión del Tribunal Constitucional de Perú, que pone en libertad a Fujimori, condenado por los tribunales de ese país, quien es forjador de la mafia familiar fujimorista que controla el Congreso y otras instituciones, responsables de masacres de las cuales están en conocimiento organismos internacionales, demuestra el grado de corrupción, de tráfico de influencia y de crisis institucional que allí se vive, que no es posible superar, al menos que se realicen cambios estructurales de fondo, que pasan por un poder constituyente y una nueva constitución.

A duras penas según informan medios peruanos e internacionales Pedro Castillo, logró superar la moción de Vacancia, introducida contra él, más de 50 votos en contra él, apenas 10 abstenciones. Bueno, ya la ultra derecha y lo veremos pronto estará preparando nuevas embestidas, aprovechando las ambigüedades constitucionales, no le darán descanso y continuarán impugnando ministros y debilitándolo políticamente. Cuatro Gabinetes se han cambiado por presión de la Ultra Derecha en Perú, en un término de ocho meses de gobierno, lo que demuestra la grave crisis institucional que allí se vive y con la cual pretenden desgastar el mandato de Pedro Castillo.

Urge pues, que el Presidente Castillo, acuda a los millares de votantes que lo eligieron, urge que acuda a la sociedad decente, mayoritaria de Perú, urge que movilice a su pueblo para introducir cambios sustanciales que le permitan gobernar para su pueblo. Uno de ellos, a mi juicio, es la reforma constitucional o impulsar una constituyente que cambie las reglas imprecisas que allí se han establecido y que por su ambigüedad son utilizadas por los factores corruptos para debilitar al Presidente y evitar que ponga todo su esfuerzo en función de resolver los grandes problemas sociales presente en el actual Perú. Pedro Castillo, se aprieta los pantalones, se ajusta el sombrero, o la corruptela que lo acecha, utilizando las ambigüedades constitucionales, le tenderá una celada en cualquier momento para sacarlo del juego. Así lo veo yo.




 



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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