A 755 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en la finalización de la semana 108 de esta contingencia, y siendo el sábado 09 de abril de 2022, estamos en plena Semana Santa o Semana Mayor, pero quiero referirme a un importante tema.
Escribo esta edición de esta columna, primero recordando los 74 años del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, que inició una guerra civil fratricida en Colombia y que lleva esas 7 décadas desangrándola.
Dios quiera, que en Colombia la dupla Petro-Márquez de verdad abra los tiempos de justicia social en el vecino país, y realmente sea una nación hermana de la nuestra.
Por otro lado, en una fecha como hoy, de hace tres años, culminó una etapa de mi vida y se abrió paso a otra. Si bien es un día en que los recuerdos por momentos afloran, pero siempre las cosas que suceden, cuando fluyen, siempre es lo mejor. A veces hay que dejar en la vida ir afectos y apegos que no permiten nuestra evolución como personas que nos hagan mejores seres humanos.
Pero, sin más preámbulos, entremos en materia.
Sin duda que luego de que el día jueves se procedió por votación en la Asamblea General de la ONU excluir a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de esa instancia internacional, llamó poderosamente la atención que Venezuela no pudo votar en la referida reunión. De hecho, los medios hegemónicos les llamó la atención esa "abstención" de Venezuela, ante un aliado estratégico como Rusia.
En un buen trabajo de investigación en el portal Misión Verdad, más las palabras pronunciadas por nuestro embajador ante Naciones Unidas, el compañero Samuel Moncada, y la Ong SURES, esta duda fue perfectamente aclarada y la postura de Venezuela, nuevamente fue expresada con claridad y es incontrovertible.
Según la información suministrada por los actores que he indicado, "La normativa ONU establece que los Estados miembros son responsables de sufragar los gastos de la Organización, suspendiéndole el derecho a voto a los países deudores de cuotas que en la suma total sea igual o superior al total de las contribuciones de los dos años anteriores", señala la ONG.
Venezuela actualmente adeuda a la organización un total de $39.850.761 correspondientes al pago de su membresía por el año 2021, que no han podido ser cancelados a causa de las "sanciones" impuestas por el gobierno estadounidense, razón por la cual fue suspendida de su derecho a voto en enero de este año.
Es decir, que, desde enero de este año, Venezuela acude a las Naciones Unidas con derecho a voz, más no a voto. Por esa razón no pudo apoyar la no exclusión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, instancia a la que Venezuela pertenecería hasta este año casualmente.
Esta es otra muestra de cómo estas medidas coercitivas unilaterales nos afectan en el ejercicio de nuestra soberanía como Estado-Nación venezolano.
Y no solamente eso, la importancia de cómo en su momento el Inolvidable Comandante Chávez abogaba por un reformateo y una refundación del sistema de Naciones Unidas.
Venezuela siempre ha sido un país que ha honrado sus compromisos económicos a nivel internacional, pero observamos como producto de mecanismos de guerra económica nos impiden honrar esos compromisos ante la ONU, y además por conveniencia, nos suspenden el derecho de votar ante la máxima instancia que es la Asamblea General.
Indudablemente un nuevo orden internacional es necesario, el mundo multipolar por el que tanto abogó Hugo Chávez y que también ha sido uno de los planteamientos de Vladimir Putin en innumerables oportunidades es necesario.
Y ahora: ¿Será que estamos viviendo los tiempos de la mercantilización de la membresía en la ONU? Por una duda que tengo como diría Roberto Hernández Montoya, o que lacreo, como lo expresa mi hermano y camarada Rehyner Medina.
Ahí se las dejo.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!