Gustavo Petro fue inteligentemente diplomático en su discurso al acceder a la Presidencia, electo popularmente por más de la mitad de los sufragantes colombianos pese a la artera campaña electoral mediante prensa global de la derecha, gobernantes pitiyanquis y la oligarquía neogranadina. Un sostenido, bárbaro e inmoral ataque superado por Petro y la izquierda, venciendo a gobernantes corruptos, torturadores y asesinos, que aumentaron la dependencia colombiana de los USA, con represión, torturas y homicidios, fama colombiana que aumentó y son país campeón mundial productor, asociado con la estupefaciente sociedad world champion consumidora.
Las estadísticas dramáticas que en su discurso sentido y sincero hizo Petro, son conocidas por el pueblo colombiano víctima de los carteles narcos, sometidas sus manifestaciones opositoras al horror policial y militar de gobernantes pititanquis que se asumen fieles falderos de Washington, asesorados con organismos israelíes escudados en la "democracia" que desplaza colombianos, asesina líderes sociales, periodistas, campesinos, etc. y acostumbró al colectivo a matar candidatos presidenciales de izquierda, guerra civil extendida por algo más de setenta años, sosten ideado por perros de la guerra.
No serán atacados los colombianos en la misma forma que lo han hecho con Venezuela porque la derecha le teme al colectivo en desgracia pero alzado, el pueblo les arruinó la narco dependencia y las ansias de ser los israelíes de América, que en 60 años de bloqueo a Cuba, hoy en la ONU son los únicos que votan junto a Washington sin éxito moral alguno. No han podido con la Venezuela socialista, acudieron a Bogotá gobernantes de diversa índole y el Monarca español de la sinvergüenzura galopante, junto a representantes de gobiernos realmente independientes y soberanos, sin adulancias a Washington que ocupa hace varios años bases militares en territorio colombiano, hipotecándolo e intentando invasiones a países vecinos.
El fondo del discurso del guerrillero de izquierda Gustavo Petro, reivindica la verdadera paz neogranadina, lo que puede comprobarse por quien se le antoje conversar con los mucho más de seis millones de colombianos y colombo venezolanos residentes en la patria de Simón Bolívar, no vejados por xenofobia e incluidos como hermanos liberados por héroes patricios de la llamada Nueva Granada y de la provincia venezolana menos importante entonces, pero antiimperialista guerrera como ninguna otra población con ciudadanos leales a la independencia.
Por su parte la vice presidenta Francia Márquez, afrodescendiente que arranca el fervor de un pueblo con población abandonada por sucesivos gobernantes racistas, dejó claro en su breve mensaje y por lo anunciado en palabras del Presidente Petro, que llegó la hora de la reivindicación lógica e ideológica, justo cuando se pide a grupos guerrilleros abandonar la actitud bélica y estos responden con simpatía hacia la concordia. Colombia no volverá a manos de quienes asesinaron militantes y dirigentes de la Unión Patriótica porque eran de izquierda. Colombia tiene con que en su territorio siglo XXI, plasmado en memorable frase de Francia Márquez "hasta que la dignidad se haga costumbre".
Todo nos lleva a evocar a Hugo Chávez y su afán por la paz en la hermana bolivariana Colombia, las misiones creadas y los valientes reclamos chavistas, descritos en forma desafiante por el ahora Comandante guerrillero jefe Petro sin nombrar al Comandante venezooano, pero hacienbdo mención a las plazas de Bolívar en toda Colombia y ordenando llevar la espada de El Libertador al acto presidencial, antes de entrar al Palacio Presidencial, a lo que se había negado su antecesor el archiduque del rechazo, que culmina mandato con 73 % de repudio. Vecinos bolivarianos y hermanos, bienvenidos a la paz socialista venezolana, ejemplo mundial en medio de controversias inmorales por enemigos derechistas comunes.