A 935 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el transcurso de la semana 134 de esta contingencia, y siendo el jueves 05 de octubre de 2022, continúo con el tema de Brasil y el balotaje a escenificarse dentro de 17 días en el gigante suramericano.
Sobre todo, porque en este tipo de contiendas, la reconfiguración de las alianzas y de las correlaciones de fuerzas para poder ganar la elección, pero sobre todo, garantizar la gobernabilidad es muy importante en ese país, dado los avances de la extrema derecha en el continente.
Ya algo comentábamos en la entrega anterior, citando a Miguel Jaimes, quien acertadamente nos recordó lo ocurrido hace un poco más de un mes en Chile con los resultados del referendo por la aprobación del proyecto de Constitución en Chile, donde la inmensa mayoría de la población optó por mantener vigente el modelo político y económico contenido en la Constitución de Pinochet de 1980. Algo que debe llamarnos profundamente a la reflexión.
Pero, estamos tratando el tema Brasil, que en estos momentos es muy importante, así que volvamos al punto que hoy nos ocupa.
Se sabía que en las últimas horas, las opiniones de la senadora de centro derecha, Simone Tebet, quien quedó en el tercer lugar de la primera vuelta de las presidenciales de Brasil, y de Ciro Gomes, que ocupó el cuarto lugar de esta contienda, serían determinantes para la definición de la misma dentro de 17 días como ya lo señalé, y ha ocurrido algo verdaderamente sorprendente, casi que a nivel de milagro.
En primer lugar, Ciro Gomes fue el primero en manifestar su respaldo a Luis Inácio "Lula" Da Silva para la segunda vuelta.
Luego del respaldo de Gomes, que además de ser de tendencia centro izquierdista, fue ministro de Lula durante sus primeras dos gestiones al frente de los destinos del país, así que no era de extrañar el respaldo de éste al candidato que en estos momentos representa a la izquierda en Brasil. En lo particular no me sorprendió este apoyo, aunque se aprecia el gesto, dada la importancia de este balotaje tan parejo que algunos analistas han señalado.
Pero no es menos cierto también que señale en entregas anteriores, que de cara a esta elección, se iba a poner a prueba la cintura política de Lula. De ahí las conversaciones con Tebet, quien en las últimas horas ha manifestado públicamente su respaldo a la opción que representa Lula Da Silva.
Esto no sorprende ya que el PT realizó concesiones con factores tradicionalmente socialdemócratas y hasta de derecha, en aras de garantizar el triunfo de Lula en estas elecciones. No es casual, por ejemplo, que Gerardo Alcmin, quien hace un poco más de 16 años fue adversario de Lula en su aspiración a la reelección en el año 2006, hoy sea su candidato a vicepresidente en el año 2022.
En el caso de la senadora Tebet, dos razones la motivaron a pronunciarse públicamente para apoyar la opción de Lula Da Silva. La primera es que, pese a sus diferencias ideológicas con el ex mandatario brasilero, la une a él en su intención de combatir el fascismo que representa la opción de Bolsonaro para Brasil. La segunda razón que une a Tebet con Lula tiene que ver con las coincidencias que ambos tienen en proyectos de protección de la amazonía brasilera, en contraste con el proyecto extractivista y depredador del ambiente que enarbola el aún Primer Mandatario de ese país.
Faltaría determinar respaldos como por ejemplo el del Partido Comunista Brasilero y otros factores de la izquierda a favor de la opción de Lula.
Porque nuevamente cabe recordar, que Bolsonaro como máxima expresión de la extrema derecha brasilera controla la mayoría de ambas cámaras del Congreso de Brasil, y tiene por lo menos 9 gobernaciones de 27 estados que tiene Brasil, versus las 5 que controla el PT y aliados de Lula.
Pero sin duda, estas nuevas alianzas de Gomes y Tebet, podrían garantizarle a Lula un mayor control de estados clave de ese país, que en caso de no lograr la mayoría logré por lo menos cierto equilibrio que le permite cierto margen de maniobra para la gobernabilidad que sin duda necesitará durante sus próximos cuatro años de gestión.
Porque además del control del Congreso que se ha garantizado Bolsonaro, o por lo menos tener un nivel de influencia importante en el mismo, no hay que olvidar a las Fuerzas Armadas de Brasil que han asomado pensamientos y simpatías por la ultraderecha brasilera. Por lo que no sólo el fantasma del "impeachment" rondaría en esta gestión de Lula tal y como le ocurrió a su sucesora, Dilma Rouseff en el año 2016, sino la posibilidad de un Golpe Militar tradicional, por no hablar de los factores de la iglesia católica y evangélica que controla Bolsonaro, y que le permitieron obtener un nada despreciable 44% de la votación el pasado domingo 2 de octubre.
Y esto recuerda como lo señalé en la edición anterior a esta columna, lo que hace un poco más de tres años, el general Roberto González Cardenas manifestó en el programa Dossier, conducido por Walter Martínez, donde advertía, tal y como éste servidor lo hizo en análisis respecto a los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas de 2018, sobre el surgimiento de un fundamentalismo religioso en Suramérica que habría que prestarle mucha atención (a propósito de la candidatura de Javier Bertucci, que contó además de importantes recursos económicos, con toda una estructura que no puede ni debe ser subestimada) y cuyo epicentro se encuentra justamente en Brasil.
No en balde, el General González Cárdenas mostró videos para denunciar a la organización paramilitar brasilera los "Gladiadores del Altar", que bajo un discurso religioso- cristiano- evangélico, esta organización se prepara militarmente, con entrenamiento y armamento militar, y que ha contado con el respaldo de las Fuerzas Armadas brasileras y del propio presidente Bolsonaro.
De igual manera así como está esta organización "Gladiadores del Altar" está la fundación "Alas del Socorro" que actúan como perfecta fachada para el financiamiento de actividades de desestabilización en ese país, estando detrás de ella organizaciones como General Dinamics y la Fundación Ford.
Pero además de ello, estas organizaciones reciben de manera directa y abierta recursos del Departamento de Estado, y sobre todo a las iglesias. Tal y como ocurría con Primero Justicia, Voluntad Popular y Vente Venezuela, a través de organizaciones en su momento como Tradición, Familia y Propiedad. ¿Les suena ese nombre).
Este comentario y análisis que me he permitido hacer sobre las elecciones brasileñas, ya que no podemos olvidar que en Venezuela dentro de poco más de año y medio tenemos elecciones presidenciales, y es importante vernos en ese espejo, que aunque no tanto como Brasil, nos tomaron como "conejillo de indias" en el año 2018. Algo al respecto escribí en esa oportunidad.
Porque no en balde, en el país como lo señaló en aquella oportunidad el general González Cárdenas, hay 17 mil iglesias evangélicas (seguramente la cifra debe haberse incrementado), de las cuales 3.000 tienen un carácter profundamente fascista.
No es mi idea estigmatizar el credo religioso que profesa cada quien, porque eso forma parte del fuero interno de cada persona, además que es un derecho garantizado constitucionalmente. Pero cuando a nombre de ese derecho se pretende incursionar en política y manipular las mentes, ahí si debo pronunciarme y dar mi opinión al respecto.
Y al igual que organizaciones como "Gladiadores del Altar" y "Alas del Socorro" están algunas como "El Evangelio Cambia" que las tenemos acá en Venezuela. Pero lo que llama la atención de "El Evangelio Cambia" es como una organización que se define como cristiana evangélica use pantalones y en sus letras emblemas camuflados como si fuera parte de una fuerza militar. ¿No les llama poderosamente la atención esto?
Y sobre todo que este tipo de organizaciones estén tomando espacios importantes de la Revolución como por ejemplo los urbanismos de la Misión Vivienda en Venezuela. Y después nos sorprendamos de los resultados electorales en bastiones como ese. Creo que no estamos haciendo el trabajo político allí.
Así como la Academia "Aquita Iuna Sumat" dirigida por José Figuera. Ahora con más razón se entiende la preocupación del Comandante William Izarra en formar política e ideológicamente a los cuadros que deben eventualmente liderar y conducir nuestro proceso revolucionario.
Ya para ir culminando estas líneas, en las que además de destacar las más recientes alianzas de Lula en aras de garantizar no sólo su triunfo en segunda vuelta sino la gobernabilidad de Brasil por los próximos 4 años, también he aprovechado para denunciar esta estrategia continental del fundamentalismo religioso, a la que hay que tener muchísimo cuidado. Y debo expresar lo siguiente.
En su momento, escoltas de Juan Guaidó procedieron a comerciar y a vender armamento bélico, armamento de guerra. Incluso ellos procedieron al entrenamiento de escoltas de ministros del Gobierno Bolivariano, pero sobre todo manteniendo conexión con grupos evangélicos de extrema derecha en el país, liderados por Mona Pack y Erick Mandel, nada más y nada menos que de la famosa iglesia "cristiana" con publicidad pagada en televisión, denominada "Pare de Sufrir".
Porque en realidad la estrategia, adaptada a Suramérica, es la misma que la de ISIS en Siria, Iraq, Irán, en la que buscan primero el desarraigo de los valores de la nacionalidad, del Estado-Nación, para así les sea más fácil de agredir y establecer un orden político neofascista.
Así están planteadas las cosas en Brasil y buena parte de nuestra Patria Grande y debemos mirarnos en ese espejo.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!