Como todo el mundo lo sabe en el gobierno de Estados Unidos viven inmersos en tumultos de locuras las cuales a estas alturas por la presión geopolítica van aceleradamente saliéndose de su control, esto más las dimensiones globales son acciones que la mayoría de las veces no logran medirse hasta que caen en episodios fuera de lo normal. En sus desproporciones no han calculado las consecuencias que generará la reciente decisión de la Corte Penal Internacional quienes han lanzado orden de captura en contra de uno de los mandatarios más importantes del planeta. Posiblemente y sin tantear al menos los efectos la CPI no se mide a la hora de colocarse del lado norteamericano.
Sin calcular los EE.UU. han levantado una unidad militar a favor de la OTAN la cual ha comenzado una nueva agresión a partir del 17 de marzo del 2023 bajo la excusa de acusar a Vladimir Putin de crímenes de guerra en Ucrania tras el enfrentamiento que el mismo gobierno de Estados Unidos ha iniciado por intermedio de una nación manipulada y adversa a Rusia tras el conflicto del 24/2/2022.
La Sala de Cuestiones Preliminares II ha emitido orden de captura internacional no tan solo en contra de Vladimir Putin también, no obstante, la misma decisión ha corrido María Lvova-Belova quien se desempeña como Comisionada Presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, endosando la desproporción en la misma acusación con la cual señalan al mandatario ruso.
Las imputaciones se centran en sospechas de responsabilidad tras crímenes de guerra y deportación ilegal de población civil y el supuesto traslado de otros pobladores hacia zonas ocupadas por Rusia en Ucrania la cual apunta al robo de niños.
Desde la disolución de la URSS han transcurrido varias décadas con las cuales Washington lamenta no haber logrado llevar con éxito nuevas guerras en el Medio Oriente donde los pares ruso y chino han logrado una superación económica, acuerdos de paz, desmilitarización, poniendo en riesgo la empresa bélica norteamericana.
Se habla de "Unión Europea" pero es el símil de una gran mafia que ni ha intentado oponerse a sus sellos de naciones mercenarias. Sin dudas el negocio contra Rusia está en la OTAN quienes están aplicando el desarrollo por más armas como único objetivo para perseguirlos ciegamente —desde Europa— como la principal mira de la Casa Blanca.
Pero este intento de guerra ha demostrado cosas extrañas como no tener la tan anunciada y verdadera unión europea como tampoco existe debate entre ellos para decidir qué hacer en contra de su molestia la cual lleva por nombre Putin.
Mientras la reconciliación entre Irán y Arabia Saudita como líderes del mundo musulmán Chiita y Sunita abre las puestas a una nueva era de paz gracias a Rusia y China quienes han prestado las mejores condiciones para un mejor dialogo entre quienes hasta hace poco podrían ser considerados como "hermanos enemigos". Ahora negociaron gracias a la mediación de sus aliados; China y Rusia.
Hay que destacar que aun cuando milenariamente Rusia y China han sido amigos de Irán, quien entre otras ventajas —Teherán— es el cuarto productor en la OPEP han sabido manejar su diplomacia y dar la mejor prueba de imparcialidad entre estas naciones y esto cierra definitivamente años de enfrentamientos bajo la influencia occidental en la región.
Estas son las cosas que siguen enfureciendo primeramente a EE.UU. y luego a sus lambucios de la OTAN quienes abierta y descaradamente manejan la CPI a su magnífico antojo, no quedándoles más remedio que apoyar las locuras de detener al inalcanzable Putin.
Ahora se les suma un nuevo enemigo: Xi Jinping…