Neo-Colonialismo

Isaac Asimov afirmó "la educación autodidacta es, creo firmemente, el único tipo de educación que existe…". Esto lleva a decir que el único modelo tan antiguo como el hombre que nos llevará a la advertencia y prevención para buscar caminos tolerables que hagan vencer la intolerancia radical que está zurcida sobre la nueva forma de gobiernos, es la educación.

El brasilero Waldemar de Gregori enseñaba que la práctica aventurera, barata y desmedida de las sociedades que esconden florecientes libertades no es otra cosa que instaurar un miedo de Estado, y que este convierte su concepto de seguridad en las nuevas formas de neo—racismo, neo—fascismo, neo—totalitarismos y neo—imperialismos.

Estas formas han comenzado lejos de nuestras fronteras, pero están muy cerca de nuestros oídos. Comenzaron contra los países de la OPEP: Irak, Libia, ya habían proseguido en contra de Siria, hoy el más claro de los conflictos tiene su desarrollo en el más importante de la OPEP—Plus; La Federación Rusa.

Estamos a centímetros de una Tercera Guerra Mundial. El movimiento de ojivas atómicas—nucleares serán utilizadas en cualquier momento y de esto todos seremos no más que impávidos testigos.

El desarrollado movimiento militar lleva la delantera en este momento de insólitas verdades cuando el mundo parece haber encontrado las claves y el giro de tantas ofensivas. Pero las migraciones de estas pavuras son detenidas en los feroces vericuetos de las batallas, pero esto no nos augura un éxito para la paz de la humanidad, aún mucha miseria terrorista está por salir, vienen y vendrán de muchos lados, desde aquellos sitios donde han fracasado se acercan los pobres mercenarios provenientes de cien nacionalidades y tanto.

Salen de los rincones de la OTAN, Pentágono, Mossad y de todas las porquerías de seguridad europeas. Vendrán hasta los campos de batalla donde ya cubren la inutilidad de los fríos campos ucranianos.

Muchos pensaron que este apocalipsis terminaría en medio del calor abrasante del Golfo Pérsico, pero se equivocaron, seguirá donde han comenzado desde hace siglos todas las batallas: Europa, y terminarán como han culminado las más feroces de sus guerras; en la derrota. Si una enseñanza dejó la II Guerra Mundial es que una nueva conflagración iba a darse muy pronto en estos territorios y la misma se ha retrasado desde su más funesto episodio, un olvidado día en septiembre de 1945.

Afirmado como un evento transformador del siglo XX la guerra dio el permiso a esta hora inicial del siglo XXI para llevar a cabo un evento mucho más grande y destructivo solo para mantener las alteraciones en la constancia de sus sistemas políticos, económicos, sociales, culturales y literarios.

Pero las últimas batallas anuncian la despedida de la dominación occidental neo—colonialista. Este poniente sabe que sus recuerdos quedarán en sus mentiras, falsos liderazgos y que el haberse negado al cambio, impulsarán un mundo unipolar el cual puede llegar a concretarse en la próxima oleada de calor, pero si no es en esta estación vendrán otras y seguro el otoño podría serles mucho más cruel.

La publicidad de modernos y letales armamentos de sus anuncios han resultado lo más inútil de este nuevo siglo. Blindados de papel los cuales no logran cruzar ni una primera línea, es la tumba de los neos: racistas, fascistas, totalitarios e imperialistas.

Estados mayores del neo—colonialismo se acusan unos a otros de su precipitado fracaso, estrepitoso, vergonzoso. Su mundo es la pieza clave del fiasco histórico, pero como siempre nadie quiere cargar con la irresponsabilidad de haber dejado bajo la podredumbre a cientos de sus jóvenes muertos ociosamente.

Poderosas armas utilizadas tres décadas atrás ahora tiemblan en sus dedos, no pueden asustar ni hacen gritar como el recuerdo de cientos de sacrificados sobre los campos abiertos en Bagdad, Trípoli o Damasco. Los bandos han cambiado y la derrota no es transmitida en CNN ni graficada en TIME pues no hay corresponsales de guerra ya que sencillamente no han podido ni pisar lo que acostumbran a llamar como el suelo enemigo…



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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