1. Obviamente, por vejez en cargos de gobierno, Gurría, De la Madrid y Beatriz Paredes, no sólo son 10 veces superiores en conocimientos que Xóchitl Gálvez, incluso que López Obrador o las seis corcholata que impuso el presidente AMLO; sin embargo, Xóchitl parece la única candidata que puede barrer al lópezobradorismo. Pareciera que ésta candidata le sabe cosas fuertes a AMLO o, de plano, está tocando fibras que le duelen más al presidente, porque cada vez que le aprieta, AMLO grita contra Xóchitl. Diría el presidente: "cualquiera, menos Xóchitl". Parecido le sucede a AMLO con la Sheinbaum; por ello, a como dé lugar, la impondrá
2. Lo que sucede es que la Xóchitl destila más simpatía que cualquier otro candidato; sin embargo, le haría bien a México un gobierno antimperialista, con capacidad crítica y reflexiva, que no sólo diga demagógicamente "primero los pobres" sino que haga cosas concretas que ayuden a la igualdad. ¿y si no se puede, si resulta imposible, subir al doble el salario mínimo e impedir que los millonarios se sigan haciendo más ricos? Pues que hagan gratuitos y eficientes todos los transportes de masas, así como a fin de semana los deportes y espectáculos. Sencillo: no hay dinero para buenos salarios, sustitúyalos con gratuidad en comida y servicios.
3. Por ello hay que exigir escuelas de tiempo completo que aseguren la alimentación de los estudiantes o que se abran millones de comedores públicos gratuitos en todos los barrios proletarios, es decir, pobres. Más aún, esto de los comedores deberían extenderse obligando a los empresarios millonarios a sostenerlos mientras no paguen salarios adecuados a sus empleados. Yo recuerdo que, en 1959 en la CDMX, por jugar béisbol, tuve empleo en la fábrica Delher de estufas y refrigeradores. Allí baratísimo, por medio precio, teníamos –en bonito comedor- muy buena alimentación. ¿Por qué no obligar a los empresarios con capacidad a hacer lo mismo?
4. Las obras del presidente Cárdenas (1934-40) fueron menos burguesas que las de AMLO. ¿Cuánto habrá gastado Cárdenas en: 1) la expropiación del petróleo; 2) la nacionalización de los ferrocarriles; 3) la repartición de tierras, organizando ejidos; 4) la fundación del politécnico con internado; 5) su llamada educación socialista, que dio sólo una idea. Por otro lado, ¿a quién servirá y cuánto se gastará en las obras de AMLO: el nuevo aeropuerto, el tren Maya y la refinería Dos Bocas? Cárdenas –aunque también gobernó con la dominación capitalista- hasta hoy, ha sido el expresidente menos despreciado de la historia, por ello sirve siempre de ejemplo de comparación.
5. López Obrador llegó con entusiasmado prometiendo la Cuarta Transformación, asegurando que servirá "primero a los pobres", que acabará con la corrupción, que combatirá el neoliberalismo, etcétera; sin embargo, cualquier analista serio ha llegado a la conclusión de que todo sigue igual y que el gobierno de AMLO ha sido más de lo mismo, un gobierno como los 20 anteriores. No aprovechó la coyuntura del descontento contra varias décadas de pésimos gobiernos sexenales. Se pasó el sexenio favoreciendo a los multimillonarios empresarios y al imperio yanqui y siempre pidiéndole a Dios que lleguen inversiones que, al parecer, nunca llegaron. ((27/VIII/23)
