"Un hipócrita es un paciente,
en el doble sentido de la palabra:
calcula un triunfo y sufre un suplicio"
Víctor Hugo
Entre los desastres naturales y la ambición del imperialismo por adueñarse del mundo, se ha creado una corriente letal nunca imaginable, ni siquiera en las predicciones de Nostradamus las conseguimos y cada día vemos resultados asombrosos golpeando de manera salvaje a poblaciones enteras y los científicos se los atribuyen en primer lugar a los desbarajustes de la naturaleza, pero la mayoría en ningún momento tocan la alocada utilización de ella en maniobras totalmente dirigidas para hacer dinero, sin importarles la forma, como la van deteriorando y los que más sufren, son precisamente los que no pueden hacer nada –salvo denunciar– o sencillamente quejarse, como está sucediendo con la desbordada ola de calor, con consecuencias tristes y lamentables, como acaba de ocurrir recientemente en la Amazonía brasileña, al aparecer muertos más de 100 delfines en un río por la fuerte sequía y la ola de calor
En estos momentos todo se sabe e incluso se adelantan los resultados por los avances electrónicos y los golpes de la naturaleza de manera inmediata. Pero nada se puede hacer, antes el paso enfurecido de huracanes, ciclones, tormentas o como los quieran llamar. Hasta la casa matriz de los grandes desajustes de la naturaleza, está recibiendo parte de su propio "veneno". New York, después de la caída de las torres gemelas no ha estado en llamas, pero ahora se siente acorralada bajo las aguas de una poderosa tormenta, el cual sirvió para opacar el complejo y peligroso momento de la crisis económica, que casi paraliza a la poderosa nación norteamericana, al estar en el borde del abismo y los medios callaron, para dar la noticia, cuando estaban seguros de haber salido a flote, como los que están a punto de ahogarse, pero el dilema se mantiene por 45 días, lo que no es cualquier cosa, pero para la oposición y los nuevos antagonista del gobierno venezolano no ven está crisis.
Hablamos de los desastres naturales y de la crisis económica de un país, "invadido" por migrantes incitados atravesar por caminos inhóspitos, para luego instalarse en muchos casos en aceras de avenidas, pero en el "sueño americano". El verdadero espejismo está presente, como en las carreteras al medio día bajo el inclemente sol y temperaturas elevadas para enceguecer a cualquier ser humano. ¿Será por eso, que la oposición y los nuevos renegados ven para otro lado? La crisis en los EE. UU, y, ya no están tan unido, como lo demostró recientemente en el congreso la votación de última hora para salvarse de la paralización, se profundiza en un hueco enorme. Ahora, aparte de todos los males habidos y por haber, empieza hacer mella la droga del fentanilo, como si todo lo que se conoce es poco. Los informes son aterradores, ya que, lo incautado en el último año fiscal precisamente en la frontera con México, por donde pasan la mayoría de los migrantes –que corren con suerte– puede matar a la población entera, pero para la oposición y los nuevos "salvadores" de la patria, nada que ver y nada por decir.
La crisis sigue su curso entre primarias, aquí y allá. La desesperación de los candidatos es, como los invitados a una fiesta, cuando pasa el tiempo y nadie nota su presencia, hasta que llega alguien y los reconoce despertando la curiosidad entre los presentes, pero los motivos sobran para seguir en segundo plano. Trump, con el poder en las manos por la montaña de dólares, se manifiesta, como el salvador de los gringos, desconociendo totalmente la crisis, porque llegó a la presidencia montado en una carrosa de billetes y ahí manda el poder del dinero, mientras los modales alocados de los últimos presidentes quedan para los comentarios y para ver si un empresario se atreve a invertir en una cinta cinematográfica para contar todas las locuras invasoras de personajes, como George W. Bush, Barak Obama, Donald Trump, quienes parecen unos Hitler, antes el no menos fascista Joe Biden, pero la edad atenta contra él.
Aquí en Venezuela, la lista es larga y se extiende, como este intenso verano en época de lluvia, que por momentos parece calcinar a más de uno. Por supuesto, que destacan los candidatos a las primarias, el cual están raspados en medio de un bochinche, nunca visto ni siquiera en una elección de carnaval en un barrio. María Corina a lo Trump, pedía invasión apoyándose en una situación económica creada por una incursión adelantada, con la increíble lista de medidas coercitivas y sanciones, como para paralizar a cualquier país y más en momentos, cuando la pandemia hacía estragos en todo el mundo y el gobierno venezolano ponía todos los recursos a su alcance para frenar o minimizar los efectos del Covid-19. Entre los más destacados de los nuevos renegados, que por cierto de un tiempo para acá han callado, como pájaros en la noche, se destaca Rafael Ramírez, de quien lo único que se sabe, un fugitivo "preso" con todas las comodidades y no precisamente en la reciente cárcel desmantelada de Tocorón. ¿Se parecen o no se parecen Trump, María Corina y los nuevos antagonistas?
Narciso Torrealba