Lo que han creado, hoy los ha dominado. Todos somos seres emocionales antes que pensantes. La diferencia con algunos es que son emocionalmente miedosos. Su lenguaje lo demuestra al intentar conversar en contracorriente. Toda la incoherencia de pensamiento se parecen cuando intentan hablar. Las sucesivas críticas los han ahogado y ni la coherencia de un fatídico método le acompañan. Nunca van a ver lo que nunca intentaron no pudieron ver.
Así es Zelensky. No se hace responsable de todo lo que ha dicho y menos de lo que no ha logrado entender. Ni siquiera se respetan los acuerdos entre sus mercenarios. Ha hecho que Ucrania produzca un desconocimiento físico en el mundo. Ni siquiera un intento por reconocerse, menos utilizar radicalidad para respetarse.
Su origen de la guerra lo decidió libre en sus mentiras destrozando todo proceso imprudente en sus expresiones. Lo que Zelensky creó, hoy eso mismo lo está destrozando y esto lo ha arrastrado junto a sus progenitores los cuales nunca han terminado al menos de reconocerle.
Rusia no permitirá que su obra pase al olvido. Lo olvidarán en la OTAN, pero con Rusia no pasará lo mismo. Europa quiere ocultar sus crímenes en Kiev para no levantar traumas ni huellas los cuales vienen acompañándolos desde la II Guerra Mundial donde sus mismos dirigentes se entregaron a los nazis, no pasó lo mismo con sus comerciantes quienes de la Guerra han hecho inmensos negocios, pero para Zelensky su moral está reducida al precio de su personal conflicto.
Sus amigos los han abandonado y Ucrania ha dejado de percibir mensualmente un 93,5 % de la ayuda proveniente de Washington. A partir del segundo semestre del 2023 la solidaridad tiene un precio más alto y la misma se ha desmoronado.
Occidente y Kiev se angustian pues como de costumbre el Medio Oriente los ha dejado bien atrás. Grant Shapps, secretario de Defensa del Reino Unido ha gesticulado tibiamente: no debemos olvidarnos de Ucrania. A estas alturas EE.UU. perdió su distracción por un país que no ha dado al menos un resultado sintiéndose engañados, pues los convencieron que Rusia sería vencida, cosa militarmente imposible.
En uno de sus nuevos viajes a Francia Zelensky ha afirmado su primera verdad: Si la atención internacional se desvía de Ucrania, de una forma o de otra, eso tendrá consecuencias. Si, tiene razón ha sido olvidado. Porque mientras EE.UU. se propone entregar en un solo envío al sionismo israelí, decenas de miles de municiones de artillería y de armas, eso para Zelensky y su pandilla no es más que olvido. No están en la agenda de EE.UU. ni son su prioridad.
Todo va quedando muy claro y sencillo de entender, Ucrania ha dejado de estar en las prioridades de Washington, y si este viejo amigo se convierte en incómodo no dudarán en destruirlo por eso las verdades de Zelensky se convierten en incómodos dardos: occidente los ha olvidado aunque realmente lo que sienten es el desprecio.