Cuando los medios o los analistas hablan del "voto latino," suelen tratarlo como un bloque homogéneo, ignorando la enorme diversidad que existe dentro de la población latina en Estados Unidos. Este enfoque simplista omite factores clave, especialmente aquellos relacionados con la composición de clase, y presenta una visión limitada de por qué algunos latinos pueden optar por apoyar figuras como Donald Trump.
La Diversidad de la Población Latina
La población latina en EE.UU. se compone de unos 65 millones de personas, de los cuales 36.2 millones tienen derecho a voto. Pero más allá de su número, los latinos en Estados Unidos tienen orígenes y posiciones sociales muy variadas. Aproximadamente el 60% son de origen mexicano y el 13% son puertorriqueños. La fragmentación se intensifica aún más cuando se considera la clase social.
Tenemos como en cualquier sociedad capitalista una clase trabajadora latina. Y como en toda sociedad capitalista hay un sector al que los marxistas llamamos "Lumpen Proletariado", es decir a los sectores más desclasados a quienes el capital trata como despojos, y ese sector suele ser políticamente más atrasado y en profundas crisis capitalista suele ser un sector de apoyo del fascismo.
En paralelo tenemos una clase media latina, con aspiraciones burguesas y en algunos casos influenciada por el miedo a perder sus "logros" materiales, por lo que podría inclinarse a favor de políticas de ultraderecha bajo la promesa de estabilidad económica o "ley y orden."
La clase media es particularmente susceptible a retóricas que priorizan la "seguridad" y la estabilidad económica. Con una economía tambaleante y una creciente inseguridad laboral, algunos sectores de la clase media latina pueden percibir en figuras como Trump a un líder capaz de ofrecer protección contra la inflación, el desempleo, o el aumento de los impuestos. Sin embargo, como observó Marx, esta clase tiende a ser fluctuante: sus intereses no están necesariamente alineados con los de la clase obrera, y en contextos de crisis puede respaldar a sectores abiertamente fascistas si las ve como salvaguardias de sus frágiles privilegios.
La falsa Idea de un bloque monolítico
La idea de un "voto latino" unificado oculta las verdaderas divisiones de clase que operan dentro de esta comunidad. En lugar de ser un grupo homogéneo, los latinos tienen diferentes realidades económicas, sociales y políticas. Esta diversidad hace imposible una generalización sobre sus preferencias de voto sin caer en un análisis superficial. Los latinos de clase trabajadora, aunque enfrentan problemas comunes, ya que su situación económica y social dificulta la organización y representación políticas.
Por otra parte, la burguesía latina, se alinea con los intereses de la clase capitalista blanca, promoviendo políticas de libre mercado y beneficiándose de la explotación de su propia comunidad. Este grupo, aunque minoritario, ejerce una influencia considerable en el debate político, proyectando la falsa imagen de que el apoyo a figuras de derecha es un consenso dentro de la comunidad latina. Son ellos los que históricamente han servido de lacayos para la dominación del imperialismo norteamericano en América Latina.
Es evidente que hablar de un "voto latino" monolítico es una farsa que borra la composición de clase de esta población. Para comprender por qué algunos latinos apoyan a Trump, es esencial analizar su situación material, sus intereses de clase y cómo se alinean, o no, con el proletariado. La verdadera tarea no es encontrar una supuesta unidad en torno a un candidato, sino construir una conciencia de clase que pueda unir a los latinos trabajadores con otros sectores explotados en la lucha por sus derechos.
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