Desde la misma creación del estado de Israel por concesión hecha por los EEUU, Rusia y Francia cuando finaliza la segunda guerra mundial, como "compensación" por el holocausto sufrido por los judíos a manos de los nazis, el factor empoderado de dicho estado (constituído ilegal e ilegítimamente), que no es otro que el sionismo, ha venido ejecutando un plan trazado conscienzudamente no sólo para desplazar de forma absoluta al pueblo palestino de la totalidad de sus tierras sino para acabar con su población, es decir, exterminarlos.
Israel junto a EEUU son los estados que más han violado resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, desnudando la inutilidad de tal organismo, el cual ha pasado a convertirse no sólo en la antinomia de los ideales para los que fue formado, sino en el mayor elefante blanco de la historia. Pero cómo podría esperarse que la ONU actuase para frenar este genocidio, cuando es el más claro ejemplo de antidemocracia, xenofobia y racismo del orbe; unas pocas naciones conforman permanentemente el consejo de seguridad, a todas las otras (consideradas inferiores) se les otorgan unos puestecitos de miembros no permanentes de tal consejo y sin derecho a vetar las resoluciones que allí se tomen.
Así pues, asombrados e indignados vemos cómo día a día continúa el holocausto palestino sin que nadie haga nada, nadie diga nada, nadie se responsabilice de ello, cuando la verdad es que nadie escapa de una forma u otra a la responsabilidad de lo que está ocurriendo, los unos porque no actúan porque no les es "conveniente" a sus intereses nacionales, otros por connivencia tácita o expresa y otros simplemente por omisión.
La idea que inspira el exterminio palestino no es otra que la expansión del actual Israel para la creación de uno nuevo que domine absolutamente el medio oriente, y es que Palestina es sólo el comienzo, el plan sionista es claramente de expansión y anexión, luego llegará el turno de Siria, Líbano, Irán, etc; claro está, todo esto bajo el auspicio de los EEUU quienes tienen el interés de controlar junto a su aliado sionista el componente energético de toda la zona, además de sus recursos acuíferos.
Como nación comprometida con los más altos valores humanos, espirituales y sociales, la República Bolivariana de Venezuela debería llamar a consultas a su embajador en Israel, con todas las consecuencias mediáticas que ello pudiera traer, para así sentar el ejemplo a seguir a las demás naciones ante tal monstruosidad que se está cometiendo, a fin de cuentas más de una vez el gobierno revolucionario ha dado el ejemplo a seguir a las otras naciones. Ahora, día a día, minuto a minuto se extinguen vidas de bebés, niños, mujeres, hombres y ancianos palestinos sin que nadie haga nada (ni lo esencial están dejando entrar a la franja de Gaza), imagínense cómo debe sentirse ese pueblo; no seríamos verdaderos revolucionarios si no alzamos nuestra voz contra esto, al fin y al cabo Palestina también somos nosotros, toda vida humana nos compete. ¿Existe un mayor acto de terror que matar a todo un pueblo de hambre, miseria, bombas y balas?.
