Horas después de concluir en Quito el II Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), recibimos la conmovedora noticia de que el comandante Raúl Reyes, el cantautor-guerrillero Julián Conrado y otro(as) 17 guerrilleros(as) de las FARC-EP habían sido víctimas de una “operación quirúrgica” genocida diseñada por el Pentágono, la CIA, el gobierno de Álvaro Uribe, el alto mando militar colombiano y dos altos jefes militares ecuatorianos que traicionaron la política del gobierno del presidente Correa del Ecuador.
La cobarde operación criminal fue fríamente diseñada y ejecutada por los participantes de esa conjura en momentos en que Raúl Reyes y los integrantes de ese campamento de las FARC-EP se dedicaban a hacer grandes esfuerzos en favor del canje humanitario de prisioneros(as) y a la apertura de caminos de paz, estimulados por las mediaciones del presidente venezolano Hugo Chávez y por la senadora colombiana Piedad Córdoba.
Su alevosa ejecución se llevó a cabo en territorio ecuatoriano, en vista de que el comandante Reyes y los combatientes de las FARC se vieron forzados a desplazarse a dos kilómetros de la frontera colombo-ecuatoriana en la región del Putumayo.
El bombardeo del punto exacto que garantizó los resultados criminales señalados, solo pudo ser posible por el suministro desde el Pentágono de EEUU de la más alta tecnología de ubicación satelital y lanzamiento de cohetería precisa desde gran altura.
Aviones espías, infiltración en el alto mando militar ecuatoriano, inteligencia satelital y cohetería de última generación, fueron empleados en ese pérfida acción destinada a castigar la decorosa y valiente postura de las FARC-EP, a obstruir en mayor grado el canje humanitario de prisioneros (asumido anticipadamente por las fuerzas insurgentes y promovido por el gobierno bolivariano de Chávez), a crear un clima de guerra contra los avanzados procesos de reformas sociales y de autodeterminación de Venezuela y Ecuador y a facilitar los planes de ocupación militar estadounidense de la Amazonía y el control por esa vía de sus valiosas riquezas naturales (petróleo, gas, agua, minerales estratégicos, biodiversidad…).
Acorralado el gobierno Álvaro Uribe –instrumento de EEUU- por el clamor mundial en favor del canje humanitario, del reconocimiento de las FARC y demás sectores insurgentes como “fuerzas beligerantes” y el anhelo del avance hacia una salida política al conflicto armado, la Administración Bush lo ha usado para reafirmar su programa de guerra global y sus planes de conquista militar del Norte de Suramérica, vórtice de la oleada revolucionaria que recorre nuestra América.
¡Más que justificadas están, en consecuencia, las dignas reacciones frente al gobierno colombiano de los presidentes Chávez y Correa, las cuales apoyamos con toda el alma¡
A Raúl Reyes, Julián Conrado y los(as) combatientes de las FARC no se le permitió combatir de frente a frente como están acostumbrados en su cotidiano despliegue de heroísmo. Se les atacó criminalmente de noche, mediante un procedimiento en el que las tecnologías militares de punta se mezclaron con la cobardía para imponer el genocidio y la cultura de la muerte.
Ellas, ellos, han sido víctimas de un asalto impersonal y perverso, convirtiéndose en héroes y heroínas de la resistencia y la insurgencia continental contra la guerra infinita puesta en marcha por los halcones de Washington, sustentada en le uso aberrante de las tecnologías militares de altísimo nivel suministradas por el complejo militar-industrial de los EU y sus corporaciones transnacionales.
Y ahora sus inmorales victimarios pretenden tambien enlodar con calumnias su memoria histórica y su ejemplar trayectoria revolucionaria, antiimperialista, socialista, comunista. ¡Misión Imposible!, capaz de generar solo indignación en los seres humanos sensibles y honestos.
Los pueblos y sus vanguardias estamos en el deber de buscar los antídotos necesarios y las respuestas imprescindibles frente a este tipo de crímenes de guerra.
Esta lección no nos atemoriza. Vamos de nuevo a la carga, con Raúl y los(as) suyos(as) presentes en nuestros corazones y mentes.
A paso firme, con la frente en alto. Vamos a desplegar solidaridad sin límites. Vamos desde la CCB, en proceso de transformación en un gran Movimiento Continental Bolivariano, a impulsar nuevas revoluciones.
A paso firme, sin vacilaciones, con la seguridad de que en Bolívar y los próceres de nuestra América nos encontramos todos(as), camino a la Patria Grande Liberada y al nuevo socialismo.
¡Patria Grande a lo Bolívar y socialismo a lo Mariategui!
¡Hasta la victoria Siempre!
(*)Coordinador de la Presidencia Colectiva de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB).
3 de marzo 2008,
Santo Domingo
narcisoisaconde@gmail.com