La propuesta del Presidente de Nicaragua Daniel Ortega, sobre la creación de la Organización de Estados y Países Latinoamericanos, conllevaría a posicionar al subcontinente en términos de independencia del Norte, de una manera eficaz y políticamente interesante, por supuesto que no es una tarea fácil dada la relación de dependencia de algunos países con el Imperio Norteamericano y las posiciones a veces dubitativas de países como Brasil y Chile y la segura oposición de Mexico; entendemos a Latinoamérica desde Mexico hasta la Patagonia, es decir Centroamérica, Suramérica y el Caribe.
Demostrado está hasta la saciedad que la Organización de Estados Americanos O.E.A. , no es más que una rama política del Imperio y aún no existe la suficiente presencia de países dignos que le hagan frente, de tal manera que cualquier cosa que se intente no tendrá los resultados esperados, lo que además supone una evidente contradicción con la integración regional e inclusive subregional, tratada por esta vía.
La reunión en República Dominicana, a pesar de la existencia de una declaración final tenue sin efectos penalizantes, querámoslo o no, se tradujo en la contención del plan elaborado por el imperialismo y ejecutado por el gobierno y ejército colombiano al tratar de desatar la desestabilización en la región andina como manera de detener los procesos de integración llevados inteligentemente por Venezuela y otros países, esto por supuesto, no lo podemos perder de vista para medir los resultados que produjo la reunión de presidentes y jefes de Estado en Santo Domingo, donde nuestro presidente jugó un papel fundamental y decisivo, en otras palabras, no se cayó en la trampa del imperio al propiciar la situación prebélica entre Colombia y el Ecuador.
Cualquier posición, opinión y comentario sobre la no penalización de Colombia y su presidente lacayo, debe contener la sindéresis necesaria como práctica revolucionaria incluyendo la humildad en reconocer que no se cayó en la adjetivización de un conflicto prefabricado por el imperio, cuyas causas en el momento actual hubieran sido un atentado suicida en los objetivos de la integración y la unidad alcanzada en muchos ámbitos.
Lamentablemente, el chantaje puesto en práctica de manera reiterada ha sido objeto, para que muchos países se abstengan de profundizar el proceso mismo de integración e inclusive firmando el acuerdo del ALCA y otros que están en dicho avance entreguista.
Para quienes gustan de acelerar los procesos bajo un alto contenido de foquismo, queremos decirles, que el proceso político venezolano avanzará en la medida que lo hagamos con mucha paciencia, sin caer en estridencias y estudiando detenidamente la realidad del día a día.
Efectivamente, triunfó Latinoamérica porque por primer vez un foro internacional con la presencia de presidentes y jefes de gobierno latinoamericanos y caribeños, puso al desnudo las intenciones del imperio y la implementación y acción por un gobierno entreguista que agredió a un país vecino y que actúa como punta de lanza, como es el caso de Colombia.
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