Ingrid Betancourt, a causa la enorme y mediática metida de patas, que hizo ante el mundo el día de su liberación. Ahora pretende salir de la calle oscura y cerrada, en la cual ella misma se metió, reconociendo a la distancia de Álvaro Uribe y de los Santos, que Chávez es tremendo tipo.
Y es que ya se veía feo el capote roto para que ella le ponga un remiendo mal zurcido y extravagante. Ahora, Chávez es "bueno". Creo que el gobierno revolucionario debe decir la señora Betancourt, como dice la canción: "Contigo a la distancia". Pareciera que ingrata Betancourt le estuviera diciendo a Uribe en la seguridad del gobierno francés y todo el océano Atlántico de por medio: "El mundo parece distinto, cuando no estas junto a mi".
Que cambios y que giros ha dado la Ingrata Betancourt. Se siente más segura al lado de Nicolás Sarkozy, quizás porque en Francia le animaron a abandonar el feo papel de aduladora de Uribe Vélez. A lo mejor le recordaron que ella podía ser una buena candidata presidencial con opción a montarse en el mando de Colombia.
Ella era parte del elenco que aplaudía y deliraba en el Show mediático montado por Uribe Vélez en cadena internacional de Televisión. La señora Ingrata Betancourt seguía vestida con su chaqueta de camuflaje y su nuevo pantalón sin manchas de sangre, eso si de buena marca francesa.
Ella y sus familiares pedían al mundo, hasta el día antes de su liberación, que se detuviera al gobierno de Colombia y a sus Fuerzas Armadas en su empeño de hacer rescates a sangre y fuego.
Que poco le duró esa postura a la ingrata Betancourt, cuando se vio sana y salva en un Helicóptero del Ejercito Nacional de Colombia. Ya lo importa la suerte de quienes están en poder de la guerrilla. A esos y a esas que los maten si quieren, ya ella está en Francia. A ella no se le aplicaría la Ley de la Directiva de Retorno, porque ella es una orgullosa ciudadana francesa.
Cambió de discurso la Ingrata Betancourt, ahora pide a los presidentes que ella ignoró y hasta calumnió que se sumen a la gran "cruzada" de rescate de los Rehenes. Sería bueno preguntarle a la Ingrata Betancourt si ella sabe por que no se habla de rehenes de los paramilitares. Las motosierras no daban oportunidad para tener rehenes en la mentalidad enferma de algunos que no tomaban ni toman prisioneros.
Ahora si es necesaria la intervención de los presidentes Chávez y Correa, sobre todo ahora cuando ella se ha dado cuenta por lo que le habrá podido decir el gobierno francés. Que no fue una operación militar, fue un pago de rescate al cual el gobierno de Álvaro Uribe le ha sacado el máximo provecho político y mediático al mejor estilo de Don Francisco y el Chacal. Menos mal que las mentiras tienen partas cortas y el gobierno de Colombia usa muchos zancos.
Ahora, anda la Ingrata Betancourt pidiendo solidaridades y discursos a los diferentes gobiernos latinoamericanos, hasta le ha encargado un discurso especial a la Presidenta Cristina Kirchner para el 20 de Julio. Seguro que ese día saldrá alzándole la mano a Uribe y diciéndoles a los colombianos y colombianas que se merece un tercer periodo presidencial aunque sea inconstitucional.
Ella piensa montar un show en Bogotá, supuestamente para exigir la liberación unilateral de los rehenes de las Guerrillas, sin exigir la liberación de los guerrilleros que el gobierno colombiano mantiene cautivos y sin solicitar al gobierno de Uribe que detenga los rescates a sangre y fuego.
Que hipocresía la de mucha gente. Esto podría ser una nueva trampa armada en los grandes centros de poder de la derecha para seguir su campaña de descrédito a los gobiernos de América latina y en especial de la Revolución Bolivariana que dirige Hugo Chávez Frías, el aliado extraordinario, como lo llama ahora en París la ingrata Betancourt.
Con verdadera indignación pudimos ver, que la señora ingrata Betancourt, ha ignorado por completo toda la labor y sacrificios, que ha hecho la Senadora Piedad Córdova, por su liberación y la de otros colombianos y colombianas. En meses pasados veíamos a la Senadora Córdova, acompañar a la sufriente mamá de Ingrata Betancourt y a otras personalidades colombianas, que pedían la libertad de sus seres queridos. Hay mucha dignidad en la Senadora Piedad Córdova. Quizás si la señora ingrata Betancourt la nombra con sus labios malagradecidos, puede ser más bien un sacrilegio.
Considero que de ahora en adelante, los gobiernos de América latina y el mundo deben dejar el caso de los rehenes de uno y otro bando, en manos de la Cruz Roja y la Media Luna internacional. Ya no es un caso de los gobiernos de nuestra región. Ahora es un caso que Colombia debe solucionar mostrando ante los organismos internacionales la buena fe de su gobierno. Las FARC la demostraron su buena Fe ya en tres ocasiones. El gobierno colombiano sigue haciendo gala de un lenguaje bélico y triunfalista, carente de toda sensibilidad humana y de toda intención de negociación.
Ahora la señora ingrata Betancourt, habla de la solidaridad y apoyo de los pueblos latinoamericanos. En especial habla de los pueblos de Venezuela y Colombia. Eso si, en un francés perfecto y sin ninguna desfachatez.
Es como si viéramos a Judas caminar por las calles de Paris, haciendo sus compras con las treinta monedas de plata que siempre paga la traición. No nos extrañe que pida una audiencia con el presidente Chávez y con el presidente Correa y venga a hacer alarde de su cara dura y de su hipocresía.
¡El Pueblo Nunca Olvida!
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