Se pone interesante la lucha por la Presidencia en EEUU, el cambio de actitud de John McCain y sus asesores en contra de Obama, flamante candidato Demócrata, era lógico e inevitable este ataque. Tenemos a esta celebridad llamada Obama, que parece una súper estrella, muy alejado del bien y del mal, es un negro o semi negro, casi negro, pero en su yo interior es el mayor blanco de la historia. De todas maneras, eso no es pecado, que sea negro o blanco. Para gobernar no necesita ser de un color determinado, lo que se critica de Obama es su ignorancia política para conocer la posición delicada de EEUU en el mundo. Obama no tiene respuestas a nada, a la guerra de Irak, a los conflictos de EEUU con Latinoamérica, cómo resolver las crisis económicas en su país, no representa nada: Obama, es sólo el show bien montado por algo que conocen bien los Demócratas: los medios de comunicación.
"Es la estrella más grande, pero ¿está preparado para gobernar?"
En otro vídeo se acusa a Obama de no visitar a los soldados heridos. ¿Es arrogante? ¿Elitista? ¿Lo suficientemente patriota? ¿Una celebridad vacía como Paris Hilton? ¿Actúa como un presidente sin serlo? ¿Se olvida de Latinoamérica en sus giras? Son las preguntas que la campaña de McCain traslada a los votantes en una semana en la que el veterano senador de Arizona, que hace dos meses prometió una campaña "libre de ataques personales", ha empezado a desplegar sus armas.
Bueno, Obama está ejecutando a la perfección su papel, es una celebridad vacía como Paris Hilton, lo más probable que sus jefes de propaganda le hayan inculcado la frase: No digas nada, no hables, sonríe siempre, explota tu físico e imagen. Pero señor Obama, ¿Qué pasaría si gana la elección a la presidencia de la República? Nada, siempre ha sido así, quienes mandan en EEUU son grandes corporaciones mediáticas, medios de comunicación, empresas petroleras como la Exxon. Que gane Obama o McCain es el mismo vacío político para el norteamericano, la misma guerra desatada en contra de la humanidad. Obama ni siquiera conoce los nombres de los países Latinoamericanos, para él da lo mismo Colombia que Nicaragua, Venezuela que México.
El objetivo es neutralizar la reciente gira de Obama por Europa y Oriente Próximo. Y el mecanismo a utilizar, sencillo: si eso es lo que quiere el público, hablemos de Obama. Nadie comenta las propuestas de John McCain. Ni siquiera McCain. El propósito último de los republicanos es transformar el proceso electoral en un referéndum sobre la capacidad de Obama para dirigir el país.
McCain sabe que va a perder, pero lo más probable es que se sienta orgulloso con ese segundo puesto. De paso deberían hacerle una estatua los Repúblicanos a este insigne candidato, por el valor que tiene, con esa raya del gobierno del señor Bush, gobierno que casi sepulta a EEUU como Nación.
Era difícil de negar el hecho de que Obama hubiera hablado ante 200.000 personas en Berlín, el evidente entusiasmo ciudadano que despertó el demócrata en Europa mientras McCain quedaba fuera de juego y aparecía visitando supermercados. Así es que el equipo de campaña del republicano decidió aceptar que Obama es una estrella e intentar utilizar ese éxito en su contra, burlándose de esa condición, si es necesario. El nuevo equipo de asesores de McCain, liderado por Steve Schmidt (antiguo asociado de Karl Rove, el gran estratega electoral de George Bush), está presentando a Obama como un personaje superficial, sólo preocupado por la imagen que transmite.
Mc Cain le está dando con todo a Obama, le dice superficial, elitesco, blanco disfrazado de negro, no entra a sus ghettos, porque él no es negro, es el Michael Jackson de la política. Lo que no dice McCain es que este debate por la candidatura Presidencial, ha sido lo más bochornoso en la historia de todas las campañas presidenciales en EEUU, ¿Qué democracia, aunque sea la más sólida del mundo puede aguantar esto, este engaño al ciudadano norteamericano?
Dos anuncios del candidato republicano emitidos esta semana son la primera andanada. En Troops (Tropas) aparece un Obama sonriente jugando al baloncesto mientras, de fondo, una voz en off asevera: "Tuvo tiempo para ir al gimnasio pero canceló una visita con soldados heridos". Acusan al demócrata de haber suspendido en Berlín la visita a un hospital porque no podían entrar periodistas para inmortalizarlo.
Aquí tenemos al candidato sifrino Obama, no puede ver una cámara de televisión porque se muere de risa, y sobre todo a un periodista para decir sus frases aprendidas de memoria. “No hables de guerra, ni de Irak, no hables de conflictos. No estás ahí para solucionar ningún problema, estás ahí para llegar a la Presidencia de EEUU.” De gobernar nosotros nos encargamos, parecen decir los grupos poderosos en EEUU.
Cuando todavía resonaban los ecos de Troops apareció Celeb, el verdadero golpe de efecto. En el anuncio aparece Obama aclamado por las masas entre imágenes de dos iconos de la prensa rosa, Paris Hilton y Britney Spears, famosas por nada y objeto de mofa reiterada por su nula talla intelectual. Mientras, en off, se escucha: "Él es la celebridad más grande del mundo... Pero ¿está preparado para gobernar?". El impacto ha sido brutal. Días después, las tertulias políticas siguen hablando sin cesar del anuncio.
Obama es un ícono como Paris Hilton y Britney Spears lo son del espectáculo, pero no se elige a un Presidente de la República, y sobre todo de EEUU por ser tan sólo un ícono, se gobierna con ideas, ¿Dónde están las ideas de Obama? ¿Qué ofrece al ciudadano norteamericano? ¿Salir de Irak, para entrar a otra nueva guerra?.
El candidato republicano ha dicho que las campañas son "duras" y que está "orgulloso" del anuncio. No todos los republicanos están de acuerdo. Un estratega del partido, Andrea Tantaros, dijo en la cadena de televisión NBC que usar a Hilton en el anuncio era "infantil" y que McCain debería pasar más tiempo promocionando sus propuestas.
McCain no se equivocó esta vez, está buena la dirección de la campaña, mostrar la frivolidad mediática de Obama y por qué no decirlo también, la de McCain, que tiene marcada la derrota.
Obama respondió rápidamente a estos ataques con otro anuncio, The Low Road (Los golpes bajos). Su línea de defensa consiste en insistir en que la campaña de McCain es más de lo mismo, un modo de hacer política del que los ciudadanos están cansados. Pero también ha pronunciado unas palabras por las que se le ha acusado de introducir la cuestión de la raza en la campaña. "Intentan hacer que os asustéis de mí", dijo ante una multitud de seguidores el jueves en Missouri. "Ya sabéis, él no es lo suficientemente patriota, tiene un nombre raro, no se parece a todos esos otros presidentes de los billetes de dólar". La polémica estaba servida. ¿Estaba Obama acusando de racismo a McCain? Su portavoz declaró que no estaba hablando de su raza sino que se refería a que es alguien que no ha pasado décadas trabajando en Washington. McCain no ha dejado pasar la ocasión para acusarlo de juego sucio
Ahora sí estamos preocupados por el nuevo inquilino de la Casa Blanca, cualquiera de los dos puede desatar una guerra mundial, la ignorancia es la causa de todas las guerra. Se necesita un estadista como Presidente de EEUU que sepa manejarse en la política y represente verdaderamente al país. Esto no será posible con un ícono de la frivolidad como Obama y un candidato Repúblicano tan malo.
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