Toda la abrumadora campaña de desinformación y mentiras de la derecha no pudo engañar al pueblo boliviano. El referéndum en Bolivia dio un SI contundente a la continuidad de Evo Morales, al llamado “proceso de cambio” y una derrota aplastante para para la derecha.
Según las informaciones provisionales el SI a la continuidad de Evo Morales habría obtenido el 63% de los votos contra el 37% de NO. Esto supera en 9% a lo obtenido por Evo Morales en el 2005. Evo logró un 80% de SI en el Altiplano (Oruro, La Paz y Potosí), un 70% en Cochabamba y entre 40 y 50% en los departamentos de la Media Luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
Por otro lado fueron revocados los prefectos de La Paz y Cochabamba, el primero y tercer distrito en importancia del país. En el caso de Cochabamba con el 63% de votos NO al prefecto derechista Manfred Reyes Villa, quien anunció que no piensa irse desconociendo la soberanía popular.
Por su parte el alcalde ultraderechista cruceño, Percy Fernández (quien el jueves pasado llamó a un golpe de estado), dijo que “hemos ganado en Santa Cruz y Evo no va a poder seguir jodiendo aca”.
Los obreros, campesinos y pueblo boliviano lograron un extraordinario triunfo electoral.
Pero este no resuelve la crisis política, ni los problemas sociales. La derecha está desconociendo este triunfo y quiere avanzar en sus proyectos para dividir Bolivia.
Por otro lado sigue pendiente la lucha por completar las nacionalización de hidrocarburos y minería, nacionalizar las grandes empresas monopólicas de alimentos, expulsar a las multinacionales, realizar la revolución agraria quitándoles los latifundios a los oligarcas, aumentar al salario superando a la inflación. Para impedir esto es que la derecha se atrinchera en “sus” departamentos y niega la soberanía popular.
Lamentablemente, el mismo día del triunfo, Evo Morales llamó a la conciliación, sin alertar, ni convocar al pueblo a la movilización para derrotar a la derecha. Por esta política de conciliación del gobierno, la derecha pudo llegar a amenazar impunemente con un golpe, atacó aeropuertos, golpeó a campesinos, atentó a balazos contra ministros y funcionarios y amenaza la unidad de Bolivia.
Es el movimiento obrero, popular, indígena y campesino el que debe urgentemente movilizarse para imponer la mano dura para aplastar a la derecha, echar a Manfred Reyes Villa en Cochabamba, e imponer la "Agenda de Octubre", salario, jubilación estatal con aporte patronal a los 55 años, revolución agraria, tierra para los campesinos sin tierra, nacionalización total de hidrocarburos y minerales.
¡Viva la lucha del pueblo Boliviano!
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