Desde la “Crisis de los Misiles” (octubre, 1962), hecho histórico sucedido durante la “Guerra Fría”, los gobiernos de los Estados Unidos de América y de Rusia no se habían enfrentado a los niveles de crisis como los que se han desarrollado, recientemente, con los acontecimientos bélicos en Ossetia del Sur. Así como la “Crisis de los Misiles” no fue un hecho histórico aislado sino producto de todo un desarrollo de la política internacional, en el marco de la “Guerra Fría”, del Gobierno de los Estados Unidos de América, siendo Presidente, John F. Kennedy; tampoco lo sucedido en Ossetia del Sur es producto de un “hecho histórico” aislado per se. Ambas realidades son consecuencia de las políticas de Estado del Gobierno de la Casa Blanca, independientemente, de quien sea el Presidente-huésped de tal monumento histórico.
Para conocer las realidades del manejo de la “Crisis de los Misiles” a lo interno de la Casa Blanca, nos permitimos sugerir la documental-entrevista realizado por la Sony Corp. al entonces Secretario de Defensa, Robert S. MacNamara. Dicha entrevista nos permite conocer las interioridades de la “toma de decisión” que se manejaba en las altas esferas de los intereses políticos y de defensa de la potencia norteamericana. Particular y, por demás, interesante la respuesta dada por el Comandante Fidel Castro a MacNamara sobre la “toma de decisión” del Gobierno cubano frente a la posible realidad de un desarrollo del enfrentamiento bélico entre la URSS y los EEUU de América y las posibles consecuencias, a lo interno de Cuba, que la misma conllevaría: ¿Realismo?
Por curioso que resulte, la “Crisis de Ossetia del Sur” que es una de las consecuencias (falta otras por mostrarse) de las realidades objetivas que se están desarrollando alrededor de la zona del Caspio (ver: http://www.eia.doe.gov/cabs/Caspian/Oil.html), gira alrededor, como una de las etapas diseñadas por el establecimiento de los Estados Unidos de América, de la decisión norteamericana de establecer bases para misiles y radares en algunos de los países de la Europa Central que estuvieron bajo la influencia del “Poder Soviético”; es decir, es “la imagen en el espejo” de la conocida, históricamente, como la “Crisis de los Misiles” en Cuba.
La “Política de Estado” del “power decisión” de los EEUU de América implementada, inmediatamente, después del 11-9, ha sido la “presencia y expansión” militar del “imperialismo norteamericano” en las regiones geográficas alrededor del Mar Caspio. Nos referimos a Iraq y Afganistán. Por ello es importante tomar en cuenta, para aceptar esas tesis políticas, las realidades que se viven en los países del Golfo con la presencia de militares norteamericanos “in situ” y las incidencias, en costo en el PIB, de todos y cada uno de esos países, para el mantenimiento de las bases militares norteamericanas en esos países (como en Colombia aunque en el hermano país la “platica” la pone el estamento green-go). A título de ejemplo, para Kuwait, el costo de dicha presencia militar norteamericana, en ese país petrolero, alcanza al 25% del PIB.
Se debe tener presente, así mismo, las permanentes políticas del Estado de Israel hacia su zona de influencia que trata de alcanzar “…as far as…” Irán. Esta política israelita ¿ashkenazita y/o sefardita? está en perfecta sintonía con el “establishment” de los EEUU de América; es decir, el establecimiento económico-financiero, político y defensa del país del norte. Es objetivo el control que mantiene y trata de mantener el Estado de Israel sobre países como Líbano (cabeza de playa, fundamentalmente, militar); buscando relaciones “normales” (sic) con Siria (aunque la reciente decisión de este país de dirigirse a Moscú para la adquisición de armamento: misiles, obligará a Israel a repensar sobre esos acercamientos); equilibrio en sus relaciones con Egipto y Jordania y, al mismo tiempo, tratando de penetrar en algunos de los países fronterizos de Asia Central fronterizos con China.
La primera consecuencia de la decisión tomada por el Gobierno de Georgia de invadir Ossetia del Sur, aun aceptando el “cuadro sicológico” del Jefe de Gobierno georgiano, que se debería considerar, como muy importante, fue la firma, el 14 de agosto, próximo pasado, en Varsovia, por parte de los Gobiernos de Polonia y de los Estados Unidos de América, del acuerdo que va a permitir la instalación del “escudo anti-misiles” en Polonia que junto con el acuerdo alcanzado con la República Checa, el 8 de julio, próximo pasado, para la instalación de una estación de radares en su territorio que le permitirá a la OTAN (léase. Estados Unidos de América plus países europeos y, ahora, la cooperación del Gobierno de don Álvaro Uribe Vélez) el control de las decisiones militares de la República Islámica de Irán. (http://pazesfuerza.wordpress.com/2008/08/17/polonia-firma-el-acuerdo-de-instalacion-del-escudo-antimisiles-con-eeuu/).
Cabe la pregunta sobre el título del presente análisis ¿cómo afecta el desarrollo de esas políticas al Asia Central y al Asia Oriental (Far East)? Se conocen de los acuerdos en “seguridad y defensa” que han venido acordando los países del Pacífico: Corea del Sur, Japón, Australia, Nueva Zelandia y Estados Unidos de América. Se conoce la siempre buscada influencia de los Estados Unidos de América en el marco del ASEAN. Se conoce la importancia para el Gobierno norteamericano que tienen los países suramericanos que tienen puertos sobre el Pacífico: Buenaventura (Colombia); Chile y Perú. Ecuador ha tomado la decisión soberana de dar por terminado, a la fecha correspondiente, el acuerdo para la utilización del puerto de Manta como base militar norteamericana. Se conocen de las conversaciones sostenidas por el Gobierno de los Estados Unidos de América con Vietnam para utilizar, de nuevo, el puerto de “aguas profundas” de Cam Rah, además de la fuerte presencia militar norteamericana en la isla de Diego García. Son conocidas las intenciones de los EEUU de América y sus aliados en el Pacífico y el Sudeste Asiático, el poder controlar las “rutas marítimas”, petroleras y comerciales, que pasan por el estrecho de Malacca rumbo a los puertos aliados: Japón y Corea del Sur y la costa oeste de los EEUU de América y Canadá; este tema sobre la seguridad de las rutas marítimas ha obligado a los Estados Unidos de América sostener conversaciones permanentes sobre la seguridad marítima en las rutas marítimas en el Mar del Sur de China con el Gobierno de Beijing; es decir, no es, solamente, el tema de las reservas de gas existentes en el Mar del Sur de China el tema en discusión entre las partes involucradas. Es necesario precisar que se considera que en el Mar del Sur de China las existencias de crudo (petróleo) son escasas. Es importante recordar la importancia del estrecho entre Timor Oriental y Australia por ser la única ruta segura de los submarinos nucleares de los EEUU de América en los mares del Pacífico. Es por ello, en el marco de estas realidades, las solicitudes de puerto elevadas por el Gobierno norteamericano al Gobierno de Beijing para anclar en visita de su flota del Pacífico en el puerto de Hongkong aunque ya han habido visitas de esa naturaleza en otros puertos chinos.
En el marco de esas realidades es necesario señalar los acuerdos alcanzados entre países productores de petróleo y gas de Rusia y Asia Central con China para la construcción del gasoducto entre Kazajstán y China (http://sp.rian.ru/onlinenews/20080709/113584697.html) y otras obras similares desde Rusia hasta China que tendrán, entre otros terminales, un terminal en la provincia de Shandong, frente al archipiélago del Japón. Es importante señalar que, una vez se terminen los trabajos de construcción para el transporte de gas y crudo, Japón se verá obligado en alcanzar acuerdos oficiales con el Gobierno de Beijing referentes a temas de energía y, probablemente, sobre las disputas en el Mar Oriental de China.(http://spanish.peopledaily.com.cn/31619/6434072.html) Es por ello, Política de Estado, desarrollar, profundamente, y el consolidar la presencia venezolana en la provincia de Shandong con cuyo gobierno provincial se tienen unas excelentes relaciones.
¿Cómo afecta esa realidad de los acontecimientos en “pleno desarrollo” al continente de América del Sur, Centroamérica y El Caribe? Nos vamos a referir a un solo comentario. La solicitud elevada por el Gobierno ruso al Gobierno Bolivariano (conversaciones Chávez-Putin) de permitir la visita de la Armada rusa del Atlántico a puerto venezolano a acordarse: puerto y fecha. Nos sorprende el “escándalo” que sobre el tema ha surgido en declaraciones publicadas por la prensa “uribista” y anti-nacionalista nacional. Permítasenos recordar que durante la 4ta República, un barco de guerra de la entonces URSS, visitó el puerto de La Guaira. Nos consta porque un familiar fue invitado a realizar una visita al barco de guerra ruso en cuestión.
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