Bolivia, Hija de Bolívar y de Venezuela

Para entender ese amor desenfrenado de Bolívar por Bolivia, es necesario recordar un poco la historia, así entenderemos porqué los bolivarianos no podemos dejar a Bolivia sola a merced de las fauces depredadoras y asesinas de los imperialistas.

El mariscal Sucre, al frente del ejército vencedor de Ayacucho, a orillas del lago Titicaca conoció al abogado Casimiro Olañeta, primo del general realista Olañeta. Este abogado, que venía huyendo de los españoles, sugirió a Sucre la idea de crear una república con todos los territorios del Alto Perú, y así lograr autonomía respecto del Perú y del Río de la Plata.

El 1º de febrero de 1825 Sucre en la ciudad de Puno decidió marchar a La Paz, el 9 de febrero, donde dictó el decreto por el cual se reuniría en Oruro durante el mes de abril una "Asamblea" para decidir sobre el futuro del Alto Perú. El decreto, hacía saber que el ejército sólo había ido a "libertar".

El 2 de abril de 1825 muere el general Olañeta, ultimo jefe realista de Sur América, y acéfalas las tropas españolas se dispersaron. Sucre marchó hacia Chuquisaca y luego a Potosí, comenzando con su tarea legislativa. Allí recibió un decreto de Bolívar. Bolívar ordenaba la reunión de una asamblea para decidir el futuro político de la independiente nación. Mientras tanto, Sucre asumirá el mando.

En mayo de 1825, Bolívar le envió a Sucre un decreto por el que se autorizaba a que el Alto Perú se "autodeterminare". En la Asamblea la votación favoreció a los independentistas que promulgaron una ley llamando al Alto Perú "República Bolívar" en honor al Libertador, y acordándole el "supremo poder ejecutivo" cuando residiera allí.

En tanto Bolívar estaba a punto de llegar, y así el Alto Perú se declaró independiente. Bolívar lo dijo refiriéndose a la ahora Bolivia: “Tiene para mí un encanto particular. Primero su nombre y después sus ventajas, sin escollo; parece mandada hacer a mano”.

Así nació la hoy asediada Bolivia.

En la inauguración del Congreso, Antonio José de Sucre recibió el mando supremo por parte de la Asamblea Constituyente (26 de mayo de 1826), luego fue su presidente constitucional, cargo que aceptó con reservas y límite de tiempo. Su dura tarea consistía en organizar la nueva República. Dividió el territorio en cinco departamentos: Chuquisaca, La Paz, Potosí, Cochabamba y Santa Cruz. Dejaba Oruro para otro momento. Hizo el censo de personas y propiedades, organizó y reglamentó colegios de ciencias y escuelas primarias e impuso las leyes de inmigración.

Ahora cerca de 186 años después, las fuerzas neorrealistas, representadas por los Prefectos de la llamada media luna, vuelven a masacrar a nuestros indígenas bolivianos, para apoderarse de las riquezas y entregárselas al nuevo imperio estadounidense.

Los pueblos de nuestro continente y los del mudo libre, deben impedir que todo el esfuerzo emancipador hecho por nuestros próceres y ahora por el pueblo boliviano originario, se pierda en mano de genocidas pitiyanquis desalmados.

Viva Bolívar, viva Bolivia, viva Venezuela.

Hasta la victoria siempre.


maos42@cantv.net


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Miguel Antonio Osío Sandoval


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