Distinguida Gloria:
No he tenido el placer de conocerla personalmente, pero si de saber de su compromiso con causas y luchas nobles y justas.
Me mueve escribirle su artículo publicado recientemente en APORREA bajo el título “Busto a Manuel Marulanda: ¿Una Provocación?”, porque bastante ha tenido que ver con esta audaz y certera iniciativa la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) de cuya presidencia colectiva formo parte junto a destacados dirigentes sociales, trabajadores de la cultura, líderes de izquierda, sacerdotes e intelectuales de nuestra América y el mundo, entre ellos(as) de Colombia el comandante Manuel Marulanda, el historiador Juvenal Herrera, el intelectual y periodista Carlos Lozano y el comandante Alfonso Cano (los primeros dos ya fallecidos).
Las FARC-EP es una de las muchas organizaciones revolucionarias, partidos, movimientos y entidades que integran la CCB y como tal fue consultada para la realización de la reciente jornada de homenaje a Manuel Marulanda llevada en a cabo en Caracas los días 25 y 26 de septiembre del 2008.
La iniciativa procedió de diversos sectores de Venezuela y de América Latina y el Caribe interesados en reivindicar a este héroe de la resistencia continental y de la insurgencia colombiana.
Un lugar destacado en ese esfuerzo ocupó la Coordinadora Simón Bolívar de la parroquia “23 de Enero” de Caracas, que digna y valientemente se propuso para construir en su territorio de influencia la Plaza Manuel Marulanda e instalar allí el busto del líder guerrillero.
El programa no solo incluyó el comentado acto de inauguración del parque y el desvelizamiento del busto, sino que el día anterior en los salones del Cuartel San Carlos, bajo la dirección de la Asociación de Ex-Presos(as) Políticos de Venezuela, tuvo lugar la puesta en circulación (bautizo como dicen los venezolanos/as) del libro: “Manuel Marulanda Vélez.- El héroe insurgente de la Colombia de Bolívar” y el Seminario Internacional en su honor.
Como podrás observar, el libro contiene la semblanza de Marulanda escrita por el Comandante Iván Márquez y una serie de ensayos y artículos sobre su trascendente legado.
La estatua es el producto de la creación de un gran artista plástico y fue realizada en mi patria chica, la República Dominicana.
En todo esto no estuvo ni por asomo la sombra de “Vladimir”, ni la sugerencia de nadie de dudosa reputación.
En esta iniciativa, además de la parte venezolana, participamos camaradas del Ecuador, Chile, México, Colombia, País Vasco, Galicia, Guatemala, Cuba, Puerto Rico, Republica Dominicana…Allí debió estar la querida y admirada Celia Hart Santamaría, ida a destiempo en un accidente fatal hace apenas algunas semanas.
Esta jornada es el primer episodio de una determinación cargada de justicia e impregnada de una necesaria insumisión: situar en la conciencia colectiva de los pueblos del mundo, reivindicando su lucha heroica y su creación revolucionaria, a quien convirtió en leyenda admirable la resistencia armada a la “guerra sucia” que el Estado colombiano, la oligarquía de ese país, su partidocracia narco-corrompida y el poder imperial de los EEUU han desatado contra ese pueblo hermano por más de 60 años.
Este paso, a nadie que no sean los verdugos de nuestros pueblos, puede agredir, mucho menos perjudicar.
Es un paso desde el corazón de los pueblos, desde las bases de la sociedad venezolana y continental; que por demás no compromete a ningún Estado ni a ningún gobierno, puesto que responde exclusivamente al ejercicio del sagrado derecho de autonomía y acción propia de fuerzas sociales, políticas y culturales no manipulables y realmente independientes de los poderes centrales establecidos.
Entiendo perfectamente la inquietud por usted expresada en el referido artículo, sobre todo después de aquel intento de provocación a cargo del nombrado agente y/o sicario del régimen colombiano, Vladimir.
Los(as) criollos(as) de estas patrias tantas veces traicionadas siempre debemos estar alertas, broncos(as), “gato” como dicen los(as) cubanos(as), frente a la provocación enemiga.
El celo excesivo –y quizás también alguna valoración no acertada de este homenaje- posiblemente motivó su reacción, que aunque no compartimos, sabemos respetar y tratar con la debida altura.
De todas maneras creo útil presentarle, junto a ese respeto, este testimonio apegado al a verdad, a fin de darle seguridad de que en este caso no hubo una pizca de inducción provocativa.
Reciba nuestro saludo y nuestro afecto.
Narciso Isa Conde
(*)Coordinador de la Presidencia Colectiva de la CCB
29-septiembre 2008
Santo Domingo, R.D.
narcisoisaconde@gmail.com