Los agujeros negros de la Economía i los basureros éticos del capitalismo

 

I

 Con extrañeza para pocos i contados amigos que, manifestando ese sentimiento al no encontrar mis artículos en APORREA durante casi más de un mes, vuelvo a estas página importantísimas, combativas i revolucionarias, con la extrañeza particular de no haber recibido ni una discreta nota de ellos ni de ENcontrARTE, preguntando por mi ausencia, puesto que de otras maneras i por la televisión, al menos localmente, he manifestado que mi posición al lado del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías (el primer presidente de verdad de Medina hasta el presente) i el proceso revolucionario i socialismo bolivariano del siglo veintiuno, es posición de izquierda, desde mis principios de universitario, cuando fui considerado un rebelde incomprendido (no sin causa) por muchos figurones de la “izquierda i ultra-izquierda juvenil i universitarias”, donde habían payasos que con el tiempo demostraron su falsedad, que no conocen nada de marxismo, de leninismo ni stalisnismo, i más grave aún, de filosofía del idealismo alemán, especialmente de Fichte, Hegel i sus predecesores. Sus actividades consistían en repetir lemas gastados, frases del Ché Guevara i pensamientos de Fidel Castro, ensuciando paredes (“graffitis” como les gustaba señalar), haciendo bochinches o atacando sin causas. Por eso las caretas de figurones ridículos como Américo Martín, Manuel Caballero, Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff i su pandillas de seguidores en MAS (donde hubo una singular, extraña i noble posición ética que se llamó Luis Hómez Martínez) i hasta amigos locales como Francisco Ferrer, a quien en un foro universitario le aclaré que yo era un hombre de izquierda, pero no comunista a priori, sino no comunista a posteriori, pues había estudiado Filosofía, i el tiempo me demostró que siendo él un hombre combativo, perseguido, vejado por la IV república que hasta le destruyó su biblioteca i le entorpeció su profesión de médico, ha terminado como otros connotados comunistas, miristas, masistas  i hombres de izquierda, siendo capitalistas, oligarcas, derechistas de pacotilla i hasta religiosos de igual condición, pues me dicen que mi apreciado Francisco –todavía lo estimo igual- es evangélico, es decir, renunció a la ciencia. Son pues muchísimas las decepciones, aunque algunas son paradigmáticas de la mediocridad, torpeza e ignorancia intelectual. Tales son Manuel Caballero (cuya diarrea de publicaciones lo hace un caso especial para tratar), Teodoro Petkoff, el más perverso o maligno político que haya parido la patria junto a Bethancourt, a quien en un Foro “Luis Hómez” en Maracaibo, señalé con un dedo diciendo ser un arrastrado capitalista nuevo cuño buscando un Ministerio con Caldera, (lo cual logró, junto con el no menos desertor de ideas, Pompeyo Márquez) i que solamente ahora, recientemente, cuando en mis sesiones de radioterapia, pues han sido los tratamientos preventivos los que me habían alejado de la lucha, estoi leyendo El Judas de Leonardo, del excelente escritor italiano Leo Perutz (1882-1957) elogiado hasta por Jorge Luis Borges, cuando me consigo con el terrible problema de Leonardo Da Vinci, buscando un modelo de cara que reflejara la verdadera i profunda maldad que él atribuía al pobre de Judas, pues le señalaban modelos de viciosos, avaros, ladrones, estafadores, criminales, mafiosos, locos, salteadores de caminos, pero en ninguno encontraba la maldad profunda, interior, psicopática, traicionera de su misma conciencia, como lo va a lograr en un alemán de nombre  Joachim Behaim, aparentemente un hombre común i comerciante. Estaba pintando en Santa María delle Grazie, la célebre Santa Cena (que he visto personalmente en dos ocasiones) i que tanta especulación se ha hecho con ella, en el Código Da Vinci, lleno de disparates. Si hubiese conseguido una cara como la de Teodoro Petkoff, no se hubiese retrasado hasta más de tres años en su maravillosa obra. I otro ejemplo que me siento obligado a señalar, admitiendo mi desconocimiento de sus antecedentes, es que siempre me ha alarmado los disparates, la petulancia de genio barbudo, las barbaridades que dice  (repitiendo dictados, quizá pagados en dólares de papel) un “economista” recientemente graduado de “filósofo”, como lo es el sencillamente ridículo de Emeterio Gómez, de quien me he enterado por Alberto Nolia, de su posición “marxista” en otro tiempo pasado. Este señor, parece que a Carlos Marx, uno de los grandes de la Historia de la Filosofía, no lo ha leído sino en revistas de oligarcas absolutamente deformado, i que sus estudios de filosofía se concretaron (para hacer más vergonzosas sus citas, en la Escolástica i la Patrística, apropiadas a su mentalidad medieval). Posiblemente de Kant (a quien dudo que comprenda) en adelante, este filósofo-economista, no ha leído nada ni en Selecciones ni en multitud de periódicos i revistas escuálidas en manos de las oligarquías pro imperialistas. Si como economista, es tan “preparado” como en “filosofía”, estamos en presencia de otro burro flautista como el ignorante en extremo que tenemos en el Zulia, tan magistralmente “pintado” por el inolvidable i excelente periodista i humorista venezolano, Vidal Chávez López, en su obra Así habla Montes Kiú, pues este analfabeto cultural que avergüenza haya sido candidato presidencial, expresó que Montesquieu, era un filósofo del 500 antes de Cristo. Este libro debería reeditarse i que se conociera en Caracas i en toda Venezuela, para cerciorarse qué “calidad” de líderes tiene esta miserable oposición radical venezolana, i para que la decente, engañada i respetable, se vaya dando cuenta de la realidad que vive. La prueba está en las nuevas “sectas, tribus o pichones de oligarcas”, del tipo de esa insignificancia humana que ya señala ser, Yon Goichochea, garantizada por el “braguetazo” que conocemos i que nos recuerda al pseudo-intelectual i traidor a la patria de Marcel Granier, cuyo braguetazo económico lo proyectó entre las mediocridades más notables, con solamente un libro que le escribieron por encargo i que, por su presentación diseñada u orientada por él, es monumento al narcisismo más fuera de época.

 Sin embargo, o el empero anacrónico que uso a veces, el motivo de estos artículos, que espero sean más de dos o tres i que Aporrea me respete las cursivas, las negritas, comillas, signos de puntuación, etc,, i no me separe en el tiempo la secuencia de publicaciones, con lo cual los lectores pierden el “hilo” o el interés, es lo anunciado en el título: Los Agujeros Negros de la Economía, las basuras imperiales, i otra idea que desde 1978 desarrollé en el prólogo de mi novela-ensayo Ajedrez de Mundo, de no existir el concepto Humanidad, como no existe el de sociedad humana en singular, sino sociedades humanas (como existe la sociedad animal, ejemplo en las hormigas, termitas o abejas) las humanas distintas o dispares hasta lo increíble. Quizá, por tanta ausencia de amigos, me saludo yo mismo esta posible vuelta a las páginas, de mis únicas ventanas a la comunicación escrita, como son mis apreciadas instituciones APORREA i ENcontrARTE. Mis excusas a quienes se ofendan.

                                                                 

                                              Continuará.

        robertojjm@hotmail.com

 

 

 

 



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Roberto Jiménez Maggiolo


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