¡Cierto!
Barak Obama es un mulato
orgulloso de serlo, que para el racismo estadounidense equivale a negro,
y su victoria electoral le imprime una importante derrota a la cultura
dominante en esa sociedad.
¡Cierto!
Obama, por más que se
haya enriquecido con el éxito de sus libros y otras fuentes de ingresos,
no proviene del “establecimiento” tradicional de esa sociedad.
¡Cierto!
Obama es un tipo meritorio,
inteligentísimo, ilustrado, carismático, aprovechador de buenas oportunidades;
con una gran capacidad oratoria, joven, seductor, sagaz y, al parecer,
firme en sus convicciones relacionadas con la necesidad de un
cambio en el rumbo de la gestión política-estatal de la sociedad estadounidense.
Pero esa no es toda la
verdad sobre el caso.
La verdad sobre Obama
y sobre el real significado de su victoria electoral aparece repartida
con tonos diversos y ligeramente contradictorios en recientes escritos
de personalidades muy respetadas en el campo revolucionario y progresista.
Igual también en esas y otras valoraciones, junto a ciertas certezas,
se presentan importantes incertidumbres
Muy cierto lo que
al respecto escribió recientemente José
Vicente Rangel, ex-vicepresidente de Venezuela:
“No hay que
hacerse ilusiones, pero sin duda que algo habrá
de cambiar. No será lo mismo el mundo bajo la constante amenaza de
un fundamentalista ignorante y sin escrúpulos -para quien la vida nada
significó como quedó demostrado en innumerables ocasiones-, que un
mundo en que él ya no esté paseando su insolente prepotencia y ejerciendo
irracionalmente el poder. Bush fue un desastre para la colectividad
mundial y terminó su segundo mandato provocando la crisis más letal
que haya vivido su propio país. Convirtió
el mundo en una realidad peligrosa y llevó
el riesgo hasta las entrañas de EEUU. Con Bush en la presidencia nadie
ha estado seguro en ninguna parte: ni en Irak, ni en Afganistán, tampoco
en Irán, Siria, Corea del Norte, Líbano, Argelia, Sudán, Bolivia,
Ecuador, Nicaragua, Argentina, Colombia, Venezuela e, incluso, en territorio
estadounidense. Para él no hubo derecho que no violara y principio
que no quebrantara.”
“Hay razones
para afirmar que Bush agotó, prácticamente, el ejercicio del poder
inmoral, inescrupuloso, y al mismo tiempo ineficaz. Lejos de resolver
problemas los potenció.” (EL mundo después de Buch, 10-11-2008,
“Ultimas Noticias”
¡Previamente Joshn
Gerring y Joshua Genovitz expresaron ideas muy interesantes
en Le Monde Diplomatique, cuando el senador Obama aceptó terciar para
la candidatura presidencial del Partido Demócrata:
“Va siendo hora de conocer, más allá del halo mediático, quién es realmente Barack Obama. El análisis de sus discursos revela una personalidad que seduce sobre todo por su retórica universalista y que la sitúa a la izquierda del Partido Demócrata. Sin embargo, en medio de la crisis económica que golpea a Estados Unidos, el senador por Illinois no ha propuesto hasta ahora nada para reducir el abismo que se ensancha entre ricos y pobres.”
......
”La candidatura de Barack Obama tiene tanto las características de
un movimiento político como de una campaña electoral clásica, tal
como lo muestran las multitudes electrizadas que se apretujan en sus
mítines, las decenas de voluntarios que lo asisten y más de un millón
de pequeños donantes…”
“…las opiniones
divergen sobre lo que representa la candidatura de Obama. Para sus partidarios,
encarna en la política estadounidense, una fuerza fundamentalmente
nueva que se eleva por encima del espíritu de partido y les ordena
a los estadounidenses dar la espalda al callejón sin salida de la política
de puertas cerradas de Washington. Para sus oponentes dentro del Partido
Demócrata, que han apoyado la candidatura de su rival, la senadora
por Nueva York Hillary Clinton, Obama no es más que grandilocuencia.
Para colmo, es demasiado joven y le falta experiencia. En cuanto a los
republicanos, juzgan que Obama es seductor,
pero no ofrece ninguna sorpresa; sería un progresista de la vieja escuela,
preocupado ante todo por redistribuir los ingresos a través de los
impuestos, nada distinto de los que lo precedieron.”
”Cada uno de estos puntos de vista tiene una parte de verdad.” (Kaosenlared,
7 de noviembre 2008, “Obama elegido Presidente de un imperio en
decadencia”
En sus agudas reflexiones
Fidel, poco antes de las votaciones, hizo planteamientos que es preciso
tener muy en cuenta:
“Obama, candidato demócrata, es en parte de origen negro, y en él predominan el color oscuro y otros rasgos físicos de dicha raza. Pudo estudiar en un centro de educación superior donde se graduó con notas brillantes. Es sin duda más inteligente, culto y ecuánime que su adversario republicano.”
……….
“He observado la lucha entre ambos contendientes. El candidato negro, que tanto asombró al obtener su nominación en la pugna frente a fuertes adversarios, tiene bien articuladas sus ideas y golpea una y otra vez con ellas en la mente de los votantes. No vacila en afirmar que por encima de todo, más que republicanos y demócratas, son estadounidenses, ciudadanos que califica como los más productivos del mundo; que reducirá los impuestos a la clase media, en la que incluye a casi todos; los eliminará a los más pobres, y los elevará a los más ricos. Los ingresos no estarán destinados a salvar a los bancos.”
..........
"Si mis cálculos
estuvieran equivocados, el racismo de todas formas se impusiera y el
candidato republicano obtuviese la Presidencia, el peligro de guerra
se incrementaría y las oportunidades de los pueblos para salir adelante
se reducirían. A pesar de todo, hay que luchar y crear conciencia sobre
esto, gane quien gane esas elecciones." (Reflexiones del Comandante
en Jefe, 4 de noviembre 2008)
Y Eva Golinger en
su artículo titulado “El rostro perfecto del imperialismo” incursiona
en las profundidades del tema al relacionar el proyecto Obama con la
crisis del sistema y su necesidad de remozamiento:
“Barack Hussein
Obama no es ningún Condoleezza Rice ni un Collin Powell, pero tampoco
es un Martin Luther King Jr. y menos un Malcolm X. El
Presidente Electo Obama es un afro-estadounidense que ha aprovechado
un momento de desesperación dentro del pueblo de Estados Unidos y que
ha jugado sus cartas casi a la perfección.”.
……..
“Obama ofrecía
una cara fresca, joven y morena, y un discurso poético, inteligente,
reconciliador y sensible a las necesidades de un pueblo abandonado por
sus gobernantes.”
………
“Obama recibió
el apoyo de grandes multinacionales, celebridades de peso, multi-millonarios
y del partido demócrata, además de captar el voto
afro-estadounidense y un sector juvenil que antes no había expresado
un interés notable en la política nacional. La campaña de Obama convertió
la palabra cambio en una moda nueva.”
……
“Apoyar a Obama
se transformó en un nuevo estilo, algo chevere para la juventud, la
moda del momento, el candidato cool. Y claro, pensar en la posibilidad
de elegir un hombre negro que no se idenficaba con la comunidad afro-estadounidense
de manera abierta y directa y no empleaba un discurso anti-racista que
incomodaba a los blancos, pués era bastante cómoda para la mayoría
del país.”
…….
“Obama decía
que la nación era un sola, que no veía color ni sexo ni afiliación
política era un solo gran país los Estados Unidos de Norteamérica.”
……..
“Obama es la cara perfecta del imperio.
¿Quién mejor puede presentar una
imagen simpática de una Washington bien decaída y destruida
por los ocho años de Bush-Cheney y sus guerras sin fin?”
“Si, el imperio
ha conseguido su representante perfecto, el que casi blinda sus acciones
con su poesía y color. Es cierto que la elección de Obama se ha hecho
historia y ha sido un paso importante para curar los heridas profundos
de la esclavitud. Pero el imperio seguirá
siendo el imperio, en eso Obama fue muy claro en su discurso de victoria.
"A los que están fuera de Estados Unidos que nos quieren destruir,
sépanlo con claridad que nosotros los derrotaremos," dijo con
convicción.” (5 de noviembre 2008, Fundación Centro de Investigaciones
Sociales y Económicas-CESE)
Eduardo Galeano resulta sutílmente emplazador cuando en su “OJALA” se pregunta y se responde:
.
“La victoria de
Obama fue universalmente celebrada como una batalla ganada contra el
racismo. Ojalá él asuma, desde sus actos de gobierno, esa hermosa
responsabilidad.
El gobierno de Obama
confirmará, una vez más, que el Partido Demócrata y el Partido Republicano
son dos nombres de un mismo partido?”
“Ojalá
la voluntad de cambio, que estas elecciones han consagrado, sea más
que una promesa y más que una esperanza. Ojalá
el nuevo gobierno tenga el coraje de romper con esa tradición del partido
único, disfrazado de dos que a la hora de la verdad hacen más o menos
lo mismo aunque simulen que se pelean.”
“¿Obama cumplirá su promesa de cerrar la siniestra cárcel de Guantánamo?
Ojalá, y ojalá
acabe con el siniestro bloqueo de Cuba.
“¿Obama seguirá
creyendo que está muy bien que un muro evite que los mexicanos atraviesen
la frontera, mientras el dinero pasa sin que nadie le pida pasaporte?
“Durante la campaña
electoral, Obama nunca enfrentó con franqueza el tema de la inmigración.
Ojalá a partir de ahora, cuando ya no corre el peligro de espantar
votos, pueda y quiera acabar con ese muro, mucho más largo y bochornoso
que el Muro de Berlín, y con todos los muros que violan el derecho
a la libre circulación de las personas.” (Ojala, Página12, 6 de
noviembre 2008).
13 de noviembre
2008, Santo Domingo.
(continúa en parte II, pág. 5)
Obama
al frente de un imperialismo decadente, pentagonizado y en crisis
( Parte II)
Barak Obama montó su
ambición y su destino político sobre la palabra “cambio” que resumió
un profundo anhelo de una gran parte del pueblo llano estadounidense,
de sus nuevos generaciones, de sus conglomerados empobrecidos, discriminados
y abusados, de sus nuevas camadas de emigrantes maltratos(as), de la
negritud oprimida.
Representó así un torrente
profundamente inconforme contra el dominio y tradicional y la forma
desgastada y desacreditada de hacer política.
Y lo representó más
allá de sus reales intenciones y posibilidades. Desató así nuevas
energías que habrán de gravitar sobre su propio liderazgo y su ejercicio
de poder.
Ese factor quizás, mucho
más que el análisis de sus importantes atributos personales, es lo
nuevo a valorar positivamente: la respuesta de las bases más desposeídas
y excluidas de la sociedad, la fuerza socio-telúrica que se ha puesto
en movimiento a través del proceso de empoderamiento socio-cultural
de la parte la más preterida de la sociedad estadounidense confrontada
objetivamente con sus estamentos fundamentalistas, racistas, conservadores
y neo-conservadores, pero también diferenciada y enfrentada al liberalismo
camaleónico e inconsecuente.
Ese factor fue el que
le permitió derrotar a los Clinton al interior del PD y a los Bush
y Mcain en el resto de la sociedad. El sentimiento contra las dos grandes
fracciones del “stablishment”, bien explotado electoralmente, resultó
mas potente y mas intenso que todo lo que se vaticinaba. Esto, repito,
independientemente de que como nuevo presidente Obama lo encarne o no
de manera consecuente.
- Todo esto es verdad, pero…
Todo esto es verdad,
pero no debemos pasar por alto que Obama va a presidir un Estado -que
dentro de sus peculiares formas democráticas burguesas, dentro de un
orden político-jurídico y un sistema constitucional inspirado fundamentalmente
en las tradiciones burguesas anglosajonas y enmarcado por un poder al
servicio de las clases y sectores dominantes de una sociedad capitalista
altamente desarrollada- representa un imperialismo decadente, carente
de recursos naturales imprescindibles para su existencia, impregnado
de las ideas neoliberales también en crisis, militarizado (pentagonizado)
en altísimo grado y afectado por una grave crisis estructural-sistémica,
la más profunda de todas las crisis del capitalismo estadounidense
y mundial.
Obama va a presidir un
gobierno dentro de un orden económico social, un sistema político
y un Estado dominados por las grandes corporaciones y, entre ellas,
ocupan un lugar destacado las corporaciones del devastador y parasitario
complejo industrial militar.
Obama ejercerá las funciones
de jefe de un Estado imperialista comprometido en el diseño y ejecución
de la “guerra global” desde el llamado “cerebro del
mundo” (el poderoso Consejo o Comisión de Relaciones Exteriores),
plan militar destinado a conquistar importantes áreas estratégicas
y recursos naturales carenciales (petróleo, gas, agua, titanio, uranio,
plutonio, biodiversidad conservada, materia prima para el gran negocio
de drogas…)
Obama tendría siempre
sobre si los intereses de la industria de guerra, de los grandes bancos,
de las corporaciones petroleras y mineras, de la gama de empresas trasnacionales
productoras de maquinarias, automóviles, productos de consumo y servicios…que
no entienden nada de abandonar o menguar su saqueo, expoliación y extorsión
de los pueblos y naciones del resto del mundo; las cuales, por demás,
están siendo impugnadas en muchos países de nuestra América que tiende
a conquistar su nueva independencia.
¿Qué va a hacer Obama
con ese complejo militar industrial y sus planes expansivos basados
en el militarismo, las intervenciones y el guerrerismo estatal?
¿Qué va a hacer con
las guerras presentes y los planes de guerras futuras?
Habla de retirarse de
Irak y de concentrarse en Afganistán, donde al Pentágono le puede
ir igualmente mal, peor que lo que le está yendo en ese país.
¿Qué va a hacer con
el Plan Colombia-Iniciativa Andina y con el apoyo militar de EEUU al
régimen genocida de Uribe? ¿Y con el pueblo palestino masacrado por
Israel? ¿Y con la intervención en Haití y el status colonial de Puerto
Rico?
Qué actitud asumirá
frente los patriotas cubanos, puertorriqueños, colombianos, estadounidenses,
tercermundistas… injustamente presos en las cárceles del imperio?
¿Y con la cadena de
bases militares que los pueblos intervenidos y agredidos reclaman clausurar?
¿Y con el escudo antimisil anti-Rusia y sus planes de guerra en el
Caucazo?
¿Qué actitud asumirá
respecto a los justos reclamos nacionales frente a los contratos leoninos
que favorecen a las transnacionales estadounidenses?
¿Qué actitud habrá
de asumir frente a las nacionalizaciones, los reclamos de anulación
de la deuda externa y de los programas re-colonizadores, que habrán
de seguir creciendo?
Obama asumirá el gobierno
en el despegue de la crisis estructural de mayor gravedad en su historia
del capitalismo estadounidense y mundial. Una crisis que no habrá de
superarse inyectándole sumas fabulosas a bancos quebrados en un contexto
de enormes déficit fiscales, de endeudamientos externo e interno colosales,
de desequilibrios presupuestarios inmanejables y auge del empobrecimiento.
¿Hasta dónde es sostenible ese tipo de “salvatage”?
Pero además: ¿Qué
hacer con la crisis de sobreproducción que está en la base de este
desastre? ¿Qué hacer con los daños hechos durante 30 años a la cultura
productiva de ese país? ¿Es acaso tan fácil volver al modelo keynesiano
después de este desastre neoliberal? Pero además: ¿No hizo crisis
el propio modelo keynesiano?
¿Cuál modelo puede
salvar al capitalismo de esta crisis?
¿Dónde esta la propuesta
de Obama sobre algo tan crucial?
¿Cómo detener la tendencia
a la prolongación del caos capitalista si no se opta por un tránsito
al socialismo?
Pero en verdad el socialismo
no ha pasado ni por la mente ni por los sueños de Obama, quien se define
como un hombre del sistema capitalista y un defensor de la predestinación
del “rol dirigente mundial” de esa gran potencia capitalista. Y
de ninguna manera puede pedírsele “peras al olmo” o “naranjas
al captus”.
Es claro que Obama defiende
a capa y espada ese poder, solo que lo quiere suavizar en un momento
en que su endurecimiento extremo resulta insostenible.
A lo interno el presidente
electo no ha presentado un plan estratégico anticrisis, pero como dice
Fidel si ha prometido bajar lo impuestos a las capas medias, eliminar
los impuestos a los pobres y aumentárselo a los ricos y súper ricos.
¿Podrá hacerlo?
Aquí vale exclamar el
“ojala” de Galeano.
De la altísima concentración
de la propiedad, que equivale a poder, tampoco dice nada.
Su lenguaje es aparentemente
incluyente y su concepción de la sociedad está revestida de un manto
humanista y universalista. Así lo dejó definido en su celebre discurso
del 2004 ante la Convención Demócrata:
"No hay una América
progresista y una América conservadora, hay los Estados Unidos de América.
No hay una América negra y una América blanca, una América latina
y una América asiática, hay los Estados Unidos de América. (...)
Nosotros veneramos a un Dios todopoderoso en los estados azules (de
mayoría demócrata), y no nos gusta que los agentes federales husmeen
en nuestras bibliotecas en los estados rojos (de mayoría republicana).
Nosotros preparamos los campeonatos de baloncesto en los estados azules
y tenemos amigos gays en los estados rojos. Hay patriotas que se han
opuesto a la guerra de Irak y patriotas que la han apoyado. Somos un
único pueblo, todos hemos prestado juramento de fidelidad a la bandera,
todos defendemos a los Estados Unidos
de América".
”
…todos los estadounidenses,
independientemente de su raza, color y sexo, pueden conocer la prosperidad”
Pero en esas palabras
hay verdades, medias verdades, mentiras y ausencias cruciales.
Es verdad que la sociedad
estadounidense es una mezcla de razas, etnias… combinación y abanico
de corrientes políticas, preferencias sexuales y posicionamientos ante
los problemas que la afectan.
Pero Obama en esas expresiones
silencia el dominio de clase, la existencia de los grandes poderes fácticos,
la concentración de la propiedad y la riqueza, el poder real en favor
de un puñado de corporaciones y no habla del qué hacer con todo esto;
oculta la partidocracia privilegiada al servicio de esos intereses dominantes,
oculta el enorme peso del patriarcado en el poder real.
Obama silencia la esencia
explotadora del capitalismo y el saqueo de la opresión del imperialismo
estadounidense a escala planetaria.
Y no es verdad que en
tales condiciones “todos los estadounidenses independientemente de
raza, color y sexo, pueden conocer la prosperidad”. Mucho menos todos
los seres humanos. Solo pocos logran hacerlo, incluido él. La gran
mayoría se queda en el intento y la hunden en la precariedad, la pobreza
y la exclusión Así ha sido y así será si se prolonga la vida de
ese orden económico social y político, sin mencionar como mucho de
lo logrado en cuanto a prosperidad se ha apoyado en el saqueo y la expoliación
internacional, ocasionando atroces empobrecimientos fuera de sus fronteras
De América Latina y
el Caribe, de su ola de cambios, de la revolución bolivariana de Venezuela,
Barak ha dicho poco: no ha pasado su discurso de su disposición
a “hablar con los adversarios”, al tiempo de amenazar con no tolerar
anti-norteamericanismos bien ganado.
De Cuba igual, aunque
parece no estar dispuesto a seguir las pautas súper-hostiles de la
mafia cubano-americana de Miami. Asume el caso con moderación, sin
comprometerse a levantar el bloqueo y posiblemente inclinándose a favor
de negociarlo por concesiones políticas. Su actitud fue mucho más
definida en relación con el tema del maltrato a los presos de la Base
de Guantánamo.
En el tema palestino
y árabe-israelí Obama no ha escondido su injustificado apoyo a Israel,
mientras ahora se anuncia su decisión de designar de jefe de gabinete
a un senador de origen judío, que también favorece las posiciones
de ese Estado comprometido en las peores represiones contra el heroico
pueblo palestino.
En cuanto al calentamiento
global y el rol depredador de sus corporaciones no hay nada claro todavía.
- Nueva situación, nuevos desafíos.
De todas maneras está
claro que el ascenso de Barak Obama a la presidencia de EEUU crea una
nueva situación en tanto contrasta significativamente en términos
positivos con lo que ha significado la nefasta era de los Bush. Y en
tanto expresa sin equívoco alguno un profundo y amplio anhelo de cambio
en el seno de la sociedad estadounidense y a escala mundial.
Obama no se proyecta
como continuidad, sino más bien como ruptura suave y superación moderada
del conservadurismo fundamentalista, del neoliberalismo a ultranza,
del guerrerismo sin tregua y ni matices, de la discriminación feroz,
de la xenofobia intensa, de la línea dura “perse”…
Tampoco responde exactamente
al esquema del Partido Demócrata de los últimos tiempos, aunque esa
organización le sirvió de plataforma e intentará condicionarlo.
Obama es algo nuevo dentro
de ese imperio en crisis, decadente, pentagonizado… algo que tiene
muchas cosas por verse, muchos hechos pendientes y no pocas ambigüedades
e indefiniciones.
Tiene personalidad propia,
pero además de tono conciliador en su entorno y con la idea del “poder
suave”, pero siempre de esencia imperial, influyen destacados ideólogos
del capitalismo imperialista gringo.
En ese orden creo oportuno traer de nuevo a colación lo planteado en ese aspecto por el intelectual cubano Elíades Acosta Matos en su interesante artículo: “Obama, las suaves maneras del contraataque (I Parte)”
En una entrevista realizada por el periodista holandés Daan de Wit al escritor norteamericano Webster Tarpley, autor del libro Obama, the Postmodern Coup, The Making of the Manchurian Candidate, para la revista Deep Journal, este realizó un interesante análisis acerca del entorno del candidato demócrata y su probable supeditación a figuras que podrían estar tras su candidatura, como son Joseph S. Nye, Zbigniew Brzezinski y Goerge Soros, todos vinculados a círculos preocupados por los retrocesos en el liderazgo global norteamericano, y defensores de un replanteamiento radical en los métodos de política interior y exterior de la nación, precisamente, para poder ejercer tal liderazgo en las nuevas condiciones de nuestra época. Las sospechas de Webster Tarpley se basan en los siguientes elementos, según sus declaraciones: (5)
- Obama es la hechura política de Brzezinki y lleva más de 25 años bajo su adoctrinamiento directo. "Mi criterio es que Obama fue reclutado por Brzezinski entre los años 1981, 1982 o 1983, donde ambos coincidieron como Profesores en la entonces Columbia University… En sus memorias, Obama elude hablar de este período, habla del consumo de drogas, pero no dice nada acerca de la maravillosa Ivy League, de la prestigiosa elite de la Columbia University, de la que formó parte.
- Entre los que se mueven detrás de Obama se encuentra Joseph S. Nye, quien representa al Grupo Bilderberg y es Director para América del Norte de la Comisión Trilateral, y Brzezisnki, que forma parte de la misma. El primero ha escrito libros sobre el soft power, que es de lo que habla Obama. Ellos afirman que no se necesitan invasiones militares, sino subversión ideológica, guerras culturales y diplomacia; que lo que se necesita es dividir al enemigo para conquistarlo. Otros que lo apoyan, desde estas mismas posiciones son la Ford Foundation, el Council of Foreign Relations, y la llamada Escuela Económica de Chicago.
- Brzezinski y su mano derecha, Samuel Huntigton, han mirado a los neocons y les han dicho: "Les dimos la teoría del choque de civilizaciones, y lo que debían haber hecho es haber provocado que unos se enfrentaran a los otros en los diferentes continentes. La esencia del imperialismo no es atacar a Irak, sino lanzar a Irán contra Irak, a Etiopía contra Somalia, a Colombia contra Venezuela, y a China contra Rusia…”
Habrá que ver cuando
hubo de maniobra estrictamente electoral en sus alianzas y acompañamientos,
y cuando de compromisos fuertes.
Obama ha matizado y modificado
parte de sus discursos de acuerdo a los propósitos a alcanzar y eso
puede volver a pasar con sus palabras y sus acciones de gobierno.
Ahora, cuando sea presidente,
habrá que examinar el contenido de sus planes y ejecuciones.
Para eso hay que esperar,
no sin entender que los(as) revolucionarios(as) del mundo, y en especial
los(as) de nuestra América, estamos ante nuevos desafíos y nuevas
exigencias en cuanto a la manera de abordar la nueva gestión presidencial
estadounidense. Pues es obvio que desde la Casa Blanca habrá un nuevo
estilo de hacer política y nuevas concepciones en cuanto a ejercicio
de poder, lo que dará lugar también al despliegue de nuevas contracciones
y a una mayor movilidad social y política al interior de esa nación
imperial, como también habrán de producirse ciertos reajustes y variaciones
en su política externa.
Debemos estar atentos
para asumir las actitudes necesarias en la medida ciertas intenciones
se conviertan en hechos. Pero en el devenir nunca deberíamos perder
de vista, que más allá del rol de personalidad presidencial, están
las estructuras y factores de poder del imperialismo estadounidense
actual.
Obama y su equipo, en
el centro de esta gran crisis y de los intentos de reciclaje y renovación
imperial, tendrán que enfrentar presiones de diferentes signos (populares
y reaccionarias) y asumir nuevos riesgos que oscilaran entre el magnicidio
auspiciado por la intolerancia extremista de derecha y la renegación
parcial o total de sus postulados, con la consiguiente frustración
de los exageradas esperanzas desatadas con sus discurso y sus victorias
en esa sociedad y el mundo. Y ambas opciones, con todos sus grises,
blancos y negros, generarían nuevas coyunturas y nuevos enfrentamientos
a ponderar.
Muchas interrogantes
formuladas tendrán más temprano que tarde sus respectivas respuestas.
Otras no.
Esperemos actuando. Sin
ilusionismos, pero también sin rigidez. Siempre con conceptos de clase
y de poder bien claros y precisos. Siempre desde firmes convicciones
antiimperialistas y anticapitalistas. Siempre con la voluntad de recrear
el sueño socialista. (Fin).