La empantanada
“cumbre de Leonel”, parte de una maniobra diversionista para colar
paralelamente en el Congreso, su “reforma” constitucional, ha tenido
la virtud (el lado bueno de las cosas malas) de poner al desnudo la
gran desconfianza que ha generado este gobierno y su presidente.
Desconfianza
en todos los sectores de la sociedad, incluyendo hasta en lo que se
dignen a dejarse coger de mojiganga nuevamente.
Esta convocatoria
fue recibida de entrada con recelos, rechazos, reservas, dudas y cuestionamiento
que sintetizan la desconfianza generalizada.
Nadie, ni siquiera
los sustentadores de esa maniobra política, ha podido salir en defensa
del gobierno frente a los señalamiento de sus reiterados incumplimientos,
las criticas a la inutilidad de los diálogos y cumbres anteriores,
las denuncias de sus promesas no cumplidas.
Todo el mundo,
los que nos negamos a hacerle el juego a los(as) auspiciadores de la
nueva “cumbre”, los que estarán dispuestos a concurrir a ellas
con ciertas condiciones y los(as) que ya han decidido asistir, destacan
y justifican el alto grado de desconfianza existente frente a la propuesta
de concertación del actual presidente de la república.
Algunos hablan
de darle un último chance. Otros de buscar la manera –prácticamente
inexistente- de obligarlo a cumplir.
Pienso incluso
que ni siquiera el propio Agripino Núñez Collado, menos aun lo demás
miembros de la comisión organizadora del evento, en su intima convicción
pueden asegurar que esta vez va a ser distinto a los demás.
Nadie que nos
sea, la gente del anillo de Leonel confía en Leonel, y esto por razones
obvias, medibles en dólares y en pesos.
Leonel Fernández
nunca había estado en un nivel tan bajo de popularidad, ni siquiera
al final d su primera administración.
Los últimos
tres meses han sido faltes para su gestión. La podredumbre ha roto
todos los récords anteriores.
Leonel gobierna
en su burbuja y el lo sabe.
Incapacitado
de cambiar el rumo hacia un mayor deterioro del Estado y de su Administración,
incapacitado para aplicar medidas anticrisis que no carguen sobre las
espaldas del pueblo mas penurias y sufrimientos, comprometidos con la
clase dominante y la partidocracia que ejerce el gobierno a preservarles
sus altos niveles de ganancia y su corruptela, inmerso el mismo en esa
lógica infernal de un poder irremediablemente gansterizado…se inclina
por maniobrar, por usar a fondo el espejismo mediático, por intentar
sustituir lo real por lo virtual..
Per la efectividad
de esa forma de gobernar y de impactar las mentes, el poder de
ese efectivismo (del cual el es un buen conocedor) se agota.
Y eso es lo
que esta pasando.
E estado de
ánimo de la sociedad frente a su nueva “cumbre”, lo evidencia.
La convocatoria
de esa “cumbre” –si bien a entretenido y desviado la atención
de cuestiones fundamentales, incluido el desarrollo de iniciativas capaces
de bloquear la pretendida Asamblea Revisoría de la Constitución (esencialmente
destinada a favorecer la reelección de Leonel Fernández)- no ha logrado
contener la crisis de credibilidad que afecta a este gobierno.
Más bien la
ha desatado, provocado, estimulado y ampliado.
El malestar
acumulando ha salido a la superficie y se ha potenciado.
El gobierno
de Leonel Fernández esta situado peor que nunca antes.
Incluso crece
la conciencia de la necesidad de salir de él, comenzando por aislarlo
y derrotarlo.
Eso explica
la reacción dubitativa de la dirección del PRD, que siempre fue proclive
a entrar en esos diálogos de cúpula.
Las bases del
PRD están opuestas radicalmente a la “cumbre” y una parte de sus
dirigentes reflejan esa situación.
Los sondeos
indican que un 90% de los perredeístas no quieren esa “cumbre”
y que mas del 60% de la sociedad no quiere que ese partido asista ¡tremenda
encrucijada! Porque esas bases no le van a perdonar que le tiren la
toalla a un gobierno abusador, mentirosos, maniobrero.
La metodología
de esa “cumbre” ha sido ha ido secuestrada por Leonel y su gente.
Lo demás posible participantes no deciden anda sobre ella y en ese
orden había de reforzarse la trampa.
La agenda es
una ficción más. Sobre ella el gobierno ya avanzo sus decisiones.
Lo que se discute y se apruebe en puro papel, porque lo fundamental
ya esta decidido (presupuesto, reforma constitucional, política económica,
inversiones, “seguridad democrática”….).Y todo el mundo lo dice,
hasta los que dicen que hay que participar.
La gran verdad es que las bases de la sociedad dominicana, sus movimientos sociales, sus redes comunitarias, su pueblo no está en eso. Y por eso tiene audiencia de llevar a cabo paralelamente evento alternativo como la propuesta del Foro Social Alternativo y el Zapatazo de los jóvenes.
narcisoisaconde@gmail.com