Patriotismo Vs mercantilismo

A PROPÓSITO DEL II CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL

“Los empresarios lo compran, lo venden, lo prestan; y él se deja llevar a cambio de la promesa de más fama y más dinero. Cuanto más éxito tiene, y más dinero gana, más preso está….”

Eduardo Galeano

En nuestro mundo globalizado (imperialista), los empresarios del deporte, al igual que en todas las demás actividades del sistema de “libre mercado”, buscan oportunidades que le generen el máximo beneficio, dondequiera que se encuentren. Una de esa oportunidades más rentables en el mercado global, es la inversión en los deportistas (mercancía deportiva) de un país que se entrenan en otro sitio que posee mejores instalaciones deportivas y entrenadores o que laboran profesionalmente en una liga o circuito. Sin embargo, el mercado del deporte no es del todo libre, pues los atletas están sometidos a limitaciones migratorias, restricciones de las visas y contratos leoninos, que en muchas oportunidades restringen las posibilidades de que estos deportistas representen a su patria en cualquier mega evento mundial.

A propósito del II Clásico del Mundial de Béisbol a celebrarse en el mes de marzo en Canadá y Estados Unidos, se han producido una serie de inconvenientes con la convocatoria a los peloteros venezolanos que integrarán la selección nacional o vinotinto, algunos de los cuales han “declinado” de su posibilidad de participar en el referido evento. Al respecto, cabría preguntarse, qué está pasando ¿Será que nuestras estrellas no quieren representar al país?, ¿Ya no les interesa ponerse el uniforme nacional?, ¿Privan otros intereses sobre el patriotismo?, ¿Será que la transculturización hizo efecto en ellos y el norte es lo que vale?, ¿No hay suficiente dinero para pagar su participación y un seguro que los proteja contra cualquier accidente? ¿Qué otros motivos pueden estar detrás de esas renuncias, serán los contratos que firman que los “obligan” a no competir en otra justa que no sea la MLB ? ¿Existirán otras razones personales que no la quieren señalar, como por ejemplo la disputa generada cuando se nombra a Luis Sojo como manager?

Sin embargo, vale la pena destacar que, a pesar del mercantilismo reinante dentro del béisbol de alta competencia, no todos nuestros peloteros han sucumbido del todo a las supuestas mieles que éste les ofrece, mostrando una actitud comprometida con el país y con el proceso de cambios que lidera el Presidente Chávez, como es el caso de Magglio Ordónez, “El Kid” Rodríguez y Carlos Guillén, por mencionar algunos, quienes arriesgaron sus jugosos contratos en las Ligas Mayores Estadounidenses al involucrarse abiertamente en la recién concluida campaña por la enmienda constitucional y anteponiendo su amor por la Patria a los dólares del norte que devengan como estrellas beisboleras que son. Pero su participación dentro de la Revolución Bolivariana no se ha restringido sólo a la aparición en cuñas publicitarias de instituciones del Estado y en Aló Presidente, también han tratado de compartir parte de sus millonarias ganancias con los más necesitados, creando fundaciones que apoyan a grupos vulnerables dentro de la sociedad venezolana, sin distingo de afinidades políticas.

En este orden de ideas, me vienen a la memoria otros casos de grandes estrellas nacionales e internacionales que compitieron siempre por sus países sin poner ningún tipo de inconvenientes. Tenemos ejemplos muy recientes como el caso de Leonel Messi (considerado por muchos como el mejor jugador de fútbol del mundo) a quien su club profesional Barcelona le prohibió asistir a los juegos olímpicos de Beijín, pero resulta que este deportista movió cielo y tierra y logró su tan ansiado anhelo, gracias al concurso y la pelea que dieron sus dirigentes nacionales y la FIFA. Otro caso es el de Alex Rodríguez (considerado el mejor jugador de la MLB y el más cotizado desde el punto de vista del dinero) quien jugará por República Dominicana sin importar nacionalidad, ni contrato, ni dinero. Los casos de Cesar Tovar, Víctor Davalillo y otros peloteros venezolanos en las Grandes Ligas, quienes jugaban una temporada completa (más de 162 juegos de la llamada temporada regular) y llegaban a Venezuela a ponerse el uniforme desde el primer día. Roberto Alomar que jugaba en Puerto Rico y su salario lo donaba integro para las ligas menores de su país, así como el pelotero Roberto Clemente quien le llego la muerte cumpliendo labor humanitaria y solidaria con Nicaragua, país este que atravesaba un terrible terremoto. Muchísimos argumentos más servirían como ejemplo para ilustrar que “Cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla”.

Entonces, qué esta pasando con algunas de nuestras estrellas del Béisbol cuando se avecina una temporada de béisbol profesional o en este caso el II Clásico Mundial del Béisbol ¿Por qué las empresas deportivas propician la fuga de los jóvenes talentos deportivos y luego los nacionalizan?; ¿Por qué nuestros deportistas tienen que emigrar para obtener resultados “decorosos”?; ;¿Cuánto cuesta hacer un campeón o formarlo en los países mal llamados subdesarrollados o del tercer mundo?; ¿Cómo explicar esta extraordinaria polinización mutua internacional, por la aspiración a la excelencia y el éxito?; ¿Qué buscan realmente estos señores mercantilistas con nuestros deportistas? ; ¿Cuánto han aportado a la formación integral de nuestros deportistas estas empresas?, ¿Quieren la explotación comercial de nuestros jóvenes talentos como si fueran mercancía?; ¿Cuántos beneficios obtendrán con este mercantilismo?; ¿Qué hacen el Ministerio del Deporte y el IND para evitar el tráfico y explotación de nuestras jóvenes figuras o glorias deportivas?; ¿ Cómo evitamos que nuestros niños en plena formación como ciudadanos migren hacia el norte y pierdan su identidad cultural y nacional; ¿Qué hacer?

En este sentido, es el Estado venezolano quien está en la necesidad y en la obligación de atender a sus deportistas, es preciso pensar en la contribución que da el deporte a la formación del hombre nuevo; ese sería el papel fundamental de nuestra institución deportiva, la de crear centros formativos de verdaderos deportistas, no solamente en lo referente a su desarrollo como atletas, sino también como ciudadanos capaces de aportar al progreso de la sociedad una vez culminada su carrera como atleta de alta competición. Es decir, se quiere un deporte que haga y reproduzca hombres sanos y útiles al país, en otras palabras la edificación del hombre nuevo. Como bien lo señalaba Marx, “…la futura sociedad socialista será la demostración práctica de la posibilidad de unir la enseñanza y la gimnasia con el trabajo manual, y viceversa: el trabajo manual con la enseñanza y la gimnasia. Será una educación que unirá, en todos los niños por debajo de cierta edad, el trabajo productivo con la instrucción y la gimnasia, y no solamente como método de aumentar la producción social, sino como el único método de producir hombres plenos…”.


Es por ello que la misión en los actuales momentos es desmantelar la organización privada del deporte nacional y a sus dirigentes fantasmagóricos con una nueva la ley del deporte a tono con los momentos de cambios que vivimos. Asimismo es necesario un cambio de mentalidad que propugne una concepción más sana y razonable de esta actividad física, necesitamos de nuevas formas de intercambio que establecerán otras relaciones entre el individuo y su cuerpo, entre el individuo y la naturaleza y, sobretodo, entre unos individuos y otro. Como lo señalaba el Che Guevara “….basado en la apreciación marxista, de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana, cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía…”, “…nosotros socialistas, somos más libres porque somos más plenos; somos más plenos por ser más libres…” La discusión tiene que pasar a otro plano, es decir entre deporte capitalista versus deporte socialista, solo así podemos construir el modelo alternativo necesario en la patria, que devuelva al deporte todo su esplendor, belleza y pureza. Queremos que nuestro nuevo deporte contribuya con el desarrollo integral de los deportistas, donde se refuercen los valores esenciales del deporte, orientados hacia lo formativo, educativo y recreativo, con un deporte como parte de la vida y de la lucha, del hacer y el crecer, del ser y el sentir.

Estamos llamados como sociedad a promover y participar en las 3R de Revisión, Rectificación y Reimpulso del ideal deportivo en todo nivel, proceso que pasa por desnudar los males del capitalismo inmerso dentro de la concepción del deporte y analizar su impacto y alcance en las políticas estadales que promueven la actividad deportiva, particularmente la de alta competencia, la cual, a nuestro modo de ver, es la más corrompida por los valores del imperio. En este sentido, es necesaria la incorporación activa del pueblo organizado, pues es el único camino que permitirá un avance revolucionario, guiado con la firmeza de nuestras convicciones ideológicas, erradicando los vicios heredados y caminando a paso de vencedores hacia el deporte socialista. Quiero terminar estas reflexiones con unas palabras de Fidel Castro, cuando se refiere al deporte socialista y argumenta lo siguiente “…el deporte para nosotros no es una actividad comercial, en nuestro país no se concibe el deporte como un negocio, porque eso rebaja la calidad moral y humana de esta actividad…” “…el deporte cultiva los músculos, educa el carácter, desarrolla la inteligencia, hace ciudadanos más saludables y más preparados en todos los sentidos…”


(*) Dr.
Antropólogo-Sociólogo
Docente- Investigador Asociado de la U.C.V.
Representante de principal del CNU en el IND
pedro_garciaa@yahoo.es


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Pedro García Avendaño (*)


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